Cuando en diciembre publiqué “Más serán menos”, el panorama
de la oposición boliviana era incierto y debilitado: Costas Aguilera había sido
proclamado candidato presidencial del MDS; en noviembre, MSM definió candidato a
Del Granado Cosío; Doria Medina Auza, líder de UN, trabajaba un Frente Amplio
opositor (similar a la MUD venezolana o el homónimo uruguayo); además,: Patzi
Paco se anunciaba con sectores disidentes del MAS, Gil Moreno con FD, Rodríguez
Pari con FPV, MIR con (posiblemente) Paz Zamora, Quiroga Ramírez por PVB-IEP,
UCS con Johnny Fernández Saucedo, Untoja
Choque por PKN y la Bancada de CN repitiendo Reyes Villa Bacigalupo
(inhabilitado por no residir permanentemente en el país). Y frente a éstas, el
oficialista Movimiento al Socialismo para reelegir a Morales Ayma con augurio
de 74% de los votos.
Además, destaqué la similitud con la dispersa oposición en Nicaragua
2011 (4 partidos) y Ecuador 2013 (7), que recibieron sólo 21 y 43% de votos,
respectivamente. Sin embargo, en las seccionales ecuatorianas de 2014, las
alianzas entre movimientos opositores ganaron muchas prefecturas y alcaldías (entre
éstas Quito, Guayaquil y Cuenca, las principales).
Pasaron 6 meses y en junio los principales opositores (UN y
MDS) crearon, con la mayoría del Frente Amplio, la Concertación Unidad
Demócrata (CUD) con Costas Aguilera de coordinador y Doria Medina Auza y Suárez
Sattori como binomio presidencial.
Una encuesta de TAL CUAL realizada a finales de mayo y conocida
luego de la conformación de la CUD ofrecía datos interesantes. De los 2.250
entrevistados, 55,3% consideró que “el país iba por buen camino” (el
departamento más optimista fue Santa Cruz: 68,5) con “la economía familiar está
buena o mejor” en 70% (Santa Cruz 80,9) y 72% que “mejorará o seguirá bien” (Santa
Cruz 82), aprobando 72% al Presidente Morales Ayma (Santa Cruz en quinto lugar
con 76,5). Sin embargo, el correlato no se mantiene para las intenciones de
voto, donde Morales Ayma obtiene 41,9% versus 39,1 para oposición en general (indecisos
18,5), posiblemente porque 50% consideró que “ya cumplió su ciclo”. Las
intenciones de voto sumadas de Doria Medina Auza y Costas Aguilera fueron 32,3%
(Del Granado Cosío 4,6), a menos de 10% del MAS.
Conclusiones obvias: La oposición tiene que ofrecer un
programa claro y preciso para mantener su caudal y ganar indecisos (evitando
discursos extremistas poco creíbles), para eliminar la mayoría absoluta
oficialista en la ALP y, de seguir la tendencia, hasta forzar una segunda
vuelta. Por su lado, MSM no tendrá posibilidad presidencial pero forzaría
diputaciones en La Paz (quizás Pando y Chuquisaca) con el final político de su
líder actual (y el posicionamiento indiscutible de Revilla Herrero en su lugar).
MDS deberá fortalecer su bastión cruceño (Costas Aguilera irá a reelección)
para que Santa Cruz tenga bancadas nacional y departamental coherentes y
proactivas. Por su parte, el MAS tendrá que potenciar su caudal para evitar
segunda vuelta. Reñido.
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