martes, 30 de marzo de 2021

Más lecciones y mitos: las alcaldías

Debo confesar que una buena parte de la motivación de este artículo y el anterior fue la iconoclasia de la irreverente carcajada de mi amigo Carlos (Valverde) en televisión semanas atrás en una presentación de sondeos en bocas de urna y conteos rápidos. La búsqueda de corroborar el motivo de la sonoridad —ante afirmaciones de que el MAS-IPSP había pasado incólume la prueba subnacional—, me hizo retomar cifras y porcentajes de todas las alcaldías electas; dejaré gobernaciones hasta la segunda vuelta.

Como base tomaré los datos del padrón de que en el Eje Central vive el 73,2% de los electores habilitados para estas subnacionales (5.217.985) y en sus diez ciudades principales reside el 54,0% (3.853.864), además de que, en las cuatro principales de ese Eje, vive el 41,5% (2.957.523) de todo el electorado habilitado (7.131.075). Pasemos a analizar el comportamiento electoral de esas ciudades en 2015 y 2021.

En 2015, el MAS-IPSP ganó Sucre y Potosí y cooptó luego —por captación, asimilación o conveniencia— Cobija, Oruro, Santa Cruz de la Sierra y Trinidad; en total, obtuvo el 31,7% (862.760) de los votos válidos emitidos en esas diez ciudades. Este año, el MAS-IPSP repitió en Sucre (venció por 301 votos) y ganó Oruro (pasó del 20,0% de válidos en 2015 al 29,5% este 2021; el otro municipio principal que subió su porcentaje de votación fue en Tarija: del 21,2% al 25,4% pero no ganó) y obtuvo 771.647 votos en las diez: el 24,4% de los votos válidos, el 7,3% menos; dicho de otra forma, en las diez ciudades del eje el 75,6% (2.384.796) votó por candidatos de otras opciones.

Retomaré el dato proyectado del INE de población para 2018 (no encontré posterior): el 69,6% de los bolivianos vivíamos en centros urbanos y periurbanos y me apoyaré en que no podemos deformar los números —a pesar de intentos de “matemáticas garcialinerianas”. En las proyecciones del ente estadístico —mientras no haya el nuevo Censo—, para 2030 seremos más de 13,2 millones y en la afirmación de Carlos Hugo Molina que en 2032 seremos algo más de 15 millones (datos expuestos en el II Congreso Internacional de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad San Francisco Xavier), lo que Molina proyecta que para ese año el 90% viviremos en las ciudades, una cifra nada alentadora para los que confían en los votos rurales como baza de victoria.

Según los cómputos oficiales del OEP para 2015 y 2021, el MAS-IPSP obtuvo en 2015 el 40,4% (1.847.537) de todos los votos válidos emitidos ese año para alcaldías (4.568.976) pero en el 2021 el porcentaje fue el 33,3% (1.897.242) de los 5.692.477 sufragios válidos para alcaldías (diferencio votos para alcaldías de votos para gobernaciones por, aunque el número de habilitados es idéntico, el de votos válidos fue inferior en 1,9% para la elección de gobiernos departamentales en primera vuelta: 5.559.425). Si comparara porcentualmente con las elecciones nacionales de 2020, la diferencia sería mucho mayor: 33,3% versus 55,1% (21,8%).

El MAS-IPSP fue la única organización que presentó candidatos en todo el país —incluso ganó en el municipio Chaquí en Potosí, donde no tenía candidato habilitado, algo que será dolor de cabeza para el TDE potosino— y ganó en 244 de los 336 municipios (72,6%) pero como sólo obtuvo el 33,3% de los sufragios, es claro que su fuerza está en municipios con baja o nula población urbana. Gobernará muchos municipios con pocos bolivianos.

A puertas de una Tercera Ola de COVID-19 y constatado el diferente panorama de gobernabilidad que resulta de estas elecciones, la implementación masiva de vacunación debería unir oficialismo y oposiciones —diversas pero con intereses comunes. Pudiera ser un punto inicial de entendimiento camino a un Pacto Fiscal que satisfaga las necesidades y el desarrollo de las regiones. O hundirnos.


Información consultada

http://censosbolivia.ine.gob.bo/webine/index.php

http://www.scielo.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1990-74512013000100008

https://computo.oep.org.bo/

https://correodelsur.com/capitales/20191022_bolivia-el-90-de-la-poblacion-vivira-en-las-ciudades-en-2032.html

https://es.wikipedia.org/wiki/Aritmética#:~:text=Diofanto%20de%20Alejandría%20(siglo%20III,Fermat%20en%20el%20siglo%20XVII.

https://es.wikipedia.org/wiki/Demografía_de_Bolivia

https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Bolivia_de_2020

https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Bolivia_de_2014

https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_subnacionales_de_Bolivia_de_2015

https://es.wikipedia.org/wiki/Municipios_de_Bolivia

https://es.wikipedia.org/wiki/Pitágoras

https://es.wikipedia.org/wiki/Quadrivium

https://repositorio.cepal.org/handle/11362/7819

https://www.ine.gob.bo/index.php/bolivia-cuenta-con-mas-de-11-millones-de-habitantes-a-2018/

https://www.ine.gob.bo/index.php/censos-y-proyecciones-de-poblacion-sociales/

https://www.ine.gob.bo/index.php/estadisticas-sociales/bolivia-area-urbana-poblacion-por-mes-segun-condicion-de-actividad-y-sexo/

https://www.la-razon.com/voces/2021/02/02/encuestas-hoy-aun-sin-encuestitis/

https://www.la-razon.com/voces/2021/02/16/de-encuestas-y-elecciones-subnacionales/         

https://www.la-razon.com/voces/2021/03/02/mitomania-y-deseperacion-electoral/

https://www.la-razon.com/voces/2021/03/15/hitos-mitos-y-lecciones-subnacionales/

https://www.lostiempos.com/actualidad/opinion/20190514/columna/revolucion-urbana-nueva-agenda-que-tienen-ciudades

https://www.municipio.com.bo/municipio-chaqui.html

https://www.oep.org.bo/elecciones-subnacionales-2021/

https://www.oep.org.bo/wp-content/uploads/2017/02/elecciones_subnacionales_2015.pdf

https://www.periodicobolivia.com.bo/mas-obtiene-240-de-336-alcaldias-en-las-elecciones-subnacionales/    

martes, 16 de marzo de 2021

Hitos, mitos y lecciones subnacionales

 

El domingo pasado, con algunos datos de principales sitios de elección sin llegar al 100% pero bordeándolos, tuvimos los resultados oficiales del cómputo de las elecciones subnacionales, suficientes para analizar prolijamente.

Lo primero es la preeminencia territorial: en 2015, el MAS-IPSP ganó seis Gobernaciones (Chuquisaca, Cochabamba, Oruro, Potosí, Beni y Pando) y dos Alcaldías principales (Sucre y Potosí), a las que sumó las alianzas con los ganadores en Oruro (MCS-FA), Trinidad (MNR), Cobija (PUD) y —tácitamente— Santa Cruz de la Sierra (SPT): en total, seis de 10 Alcaldías principales, quedando en manos de la oposición las de La Paz, El Alto, Cochabamba y Tarija —ésta al menos al inicio.

El panorama es diferente en 2019: el MAS-IPSP repite ganando las Gobernaciones de Cochabamba, Oruro y Potosí y va a segunda vuelta en los departamentos de Chuquisaca (está segundo), La Paz (se estancó en el 39,70%), Pando y Tarija (en ambos su ventaja es mínima: 2% y 0,12%, respectivamente); en los cuatro balotajes, contará en contra con el conjunto de los votos antiMAS-Evo, lo que vale decir: el resto de los electores. Para las 10 Alcaldías principales, este año la única que gana es la alcaldía de Oruro —esta vez sin necesitar de “adquirir” aliados— y en Sucre está a la espera de los resultados en la repetición de tres mesas en el municipio para definir el ganador (la diferencia entre los dos primeros es del 0,20%).

Si recordamos que el voto de los departamentos del Eje Central representa el 73,2% del electorado habilitado en el padrón y que la población de las 10 ciudades principales tiene el 41,5% de ese mismo padrón, el MAS-IPSP retiene solamente el gobierno departamental del 30,3% del electorado habilitado en el país y, ya con certeza, el gobierno municipal del 7,5% del electorado habilitado en las 10 ciudades capitales más El Alto. Los balotajes en Chuquisaca, La Paz, Pando y Tarija y las repeticiones de votación en Sucre pueden corroborar o no este resultado pero harán dolor de cabeza para sus estrategas, además de hacer quedar peor a algunas “opinadoras”.

Si recordamos que dos candidatos que van a discutir Gobernaciones al MAS en segunda vuelta y, al menos, dos de las alcaldes ganadoras fueron dirigentes, autoridades electas o aliados del MAS-IPSP, se puede entender que el “dedazo” fue verdaderamente símbolo que el poder monolítico caudillista dentro del partido que nos gobernó 14 años y nuevos meses va en caída libre.

Me quedan las lecciones y los mitos: Aunque se aduce que elecciones nacionales y subnacionales son percibidas diferentes para el electorado, ésta del pasado 7 de marzo fue entendida por los electores como el contraste con la de 2020 en la medida de cuán válido —o no— había sido el mito del “milagro económico” que le dio victoria a Luis Arce (entendido él como “otro MAS” y capaz de abrir la cornucopia de la nueva bonanza, además del hartazgo con los políticos opositores al MAS —parte o no de la gestión de la Transición), coincido con Carlos Toranzo en que estas subnacionales muchas decisiones se apartaban de «la agenda  cotidiana, de realización de obras para los votantes»: en 2020, Arce obtuvo el 55,11% y en ésta de 2021 —al menos para Gobernaciones— le votó el 42,53% de habilitados. La segunda lección es que, una vez más, la dispersión onanista de candidaturas siempre perjudica a la oposición, y la tercera que esta elección terminó de enterrar a partidos que fueron importantes estos 15 años: DEMÓCRATAS, UN, SOL.BO, SPT, UDA…

De los mitos: sólo en pocos departamentos el voto rural es influyente —en 2018 sólo el 30,6% de la población era rural— y el de país indígena lo desinfló el Censo 2012.

Quise escribir también de las aprensiones —razias— recientes como expresión de debilidad en el Poder, pero será la próxima.


 

Información consultada

https://computo.oep.org.bo/

https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Bolivia_de_2020

https://impresa.lapatria.bo/?nota=194327

https://www.ine.gob.bo/index.php/bolivia-cuenta-con-mas-de-11-millones-de-habitantes-a-2018/

https://www.la-razon.com/voces/2021/02/02/encuestas-hoy-aun-sin-encuestitis/

https://www.la-razon.com/voces/2021/02/16/de-encuestas-y-elecciones-subnacionales/         

https://www.la-razon.com/voces/2021/03/02/mitomania-y-deseperacion-electoral/

https://www.oep.org.bo/elecciones-subnacionales-2021/

https://www.oep.org.bo/wp-content/uploads/2017/02/elecciones_subnacionales_2015.pdf

https://www.paginasiete.bo/ideas/2021/3/14/las-elecciones-subnacionales-dan-un-mensaje-al-mas-sobre-autonomias-recursos-287332.html

https://www.paginasiete.bo/opinion/2021/3/10/realidad-postelectoral-286902.html

https://www.paginasiete.bo/opinion/2021/3/15/subnacionales-criterios-iniciales-287468.html

Análisis: Con la segunda ola en desescalada y tomando medidas de bioseguridad, votar el domingo no es riesgoso

 

Memoria

Cuando el primero de julio pasado Página Siete me permitió publicar “Tres escenarios marcan el ritmo de la pandemia hasta el día de las elecciones” no hubiera creído que más de ocho meses después seguiría escribiendo sobre el COVID-19 (aun menos lo supuse cuando el 2 de abril empecé a publicar en Eju! mi “Cronología del coronavirus en Bolivia”).

El 16 de octubre, antevíspera de elecciones nacionales, publiqué en este mismo generoso medio “Estudio de auge y descenso de Covid considera seguro ir a votar protegido”, apoyando decisivamente la seguridad de ir, ya en ese entonces, a cumplir el deber ciudadano de votar cumpliendo las medidas de seguridad y confiados en que la pandemia estaba en recesión en el país: el 18 de octubre tuvimos el número más bajo de nuevos contagiados detectados (61) desde el primero de mayo anterior: 57, en parte por menos pruebas pero en buena parte porque el promedio diario de nuevos detectados de esos primeros 18 días de octubre había bordeado 248 e iba en baja cuando para julio y agosto el promedio diario fue de 1.354, con pico de 2.036 nuevos contagiados el 18 de julio con 6.506 pruebas de detección realizadas (el 27 de enero pasado, en la denominada Segunda Ola, se alcanzó 2.866 nuevos detectados, la cifra más alta en un día, gracias a 7.585 pruebas realizadas y 8.249 pruebas procesadas reportadas —el 18 de julio el dato de pruebas procesadas no era accesible).

Sobre COVID-19 y elecciones volveré más adelante. Hablemos de “Olas” en Bolivia: de pandemia y no de playas.

Olas en Bolivia

La que se ha clasificado como la Primera Ola en Bolivia se inicia, como recordamos muchos, el 10 de marzo del año pasado con la detección de dos pacientes de contagio exógeno: había llegado una de España y la otra de Italia.

A pesar del precario estado de la sanidad pública —y, en muy gran medida, de la privada también— tras décadas de pobre inversión en recursos humanos y tecnológicos —con los últimos 14 años de boom de ingresos extraordinarios ajenos a gestión propia que, en el mejor de los casos, se tradujo en mero ladrillo vacío— y, precisamente por ello, se buscó diferir el colapso sanitario con una meseta de nuevos contagios detectados que se alargó hasta finales de junio, es cierto que diluida la realidad por las escasas pruebas: entre el 9 de mayo (primera información que obtengo de cantidad de pruebas de detección realizadas por día) hasta el 19 (víspera de la fecha con el primer reporte superior a mil nuevos contagiados detectados en un día) el promedio de pruebas realizadas bordeó las 1.167/día. Coincido con el exministro Edgar Pozo Valdivia en que a más pruebas aumenta la cantidad de casos detectados y, aunque estos dos incrementos paralelos no siguen una correlación directamente proporcional (es decir: a qX pruebas no tendremos igual qY nuevos detectados siendo q la proporción de incremento), menos pruebas llevan a un subregistro de nuevos contagiados detectados.

Eso nuevamente sucedió en febrero, que tomaremos como ejemplo: aunque el promedio fue de 5.619 pruebas realizadas y 5.639 procesadas, los picos estuvieron entre 10.286 realizadas y 9.377 procesadas (24/2) y 2.316 y 2.273 respectivamente (16/2) que, “casualmente”, coincide algunos de los valores máximos y mínimos de nuevos casos en el mes: 1.339 nuevos casos el 24/2 (positividad: 14,3%) y 562 el 16/2 (24,7%). ¿Casualidad? No: causalidad.

La que denominaremos Primera Ola duró del 10 de marzo hasta inicios de diciembre, con picos de 2.036 nuevos contagios detectados el 18 de julio y de 102 nuevos fallecidos el 2 de septiembre, siendo su característica una sinusoide poco abrupta. Los problemas señalados de graves carencias heredadas en la sanidad pública, la inexperiencia —local pero también mundial— en el manejo de una crisis epidemiológica de este tipo desde la llamada “gripe española” a inicios del siglo 20, la inestabilidad política y social del período de transición, la improvisación mayoritaria de la gestión transicional y la corrupción de funcionarios públicos —heredados de la anterior gestión y propios también— concomitaron en la negatividad de la pandemia pero, incluso con todo este panorama, los picos de crecimiento de la morbilidad (contagios por 100 mil habitantes) no fueron mayores al 6% en los peores momentos —junio a agosto— y los niveles más altos de letalidad (fallecidos versus contagiados total) estuvieron en el 6,2% entre el 28 de octubre y el 10 de diciembre, esto ya en pleno final de la Primera Ola.

(Para comparar morbilidad y letalidad, se calcula que el VIH-SIDA —la epidemia más mediatizada— en los 40 años desde su inicio ha provocado 78 millones de contagios (morbilidad menor del 1,1%) y 39 millones de fallecidos (letalidad del 50%, muchísimo mayor entre 1980-2000 y significativamente menor ahora gracias a los nuevos retrovirales) versus los más de 115 millones de contagiados y 2,5 millones de fallecidos en 14 meses de expansión.)

La Segunda Ola podemos considerarla iniciada alrededor del 23 de diciembre, cuando los nuevos casos detectados “saltan” de entre 30 (29/11) y poco más de 600 (19 y 22 de diciembre) a más de un mil ese día, con pico el 27 de enero de 2.866 detecciones y que avanza en una relativamente lenta reducción; aunque el descenso de nuevos casos (promedio diario de 877 en las dos últimas semanas de febrero versus 2.223 en las dos anteriores) también esté influenciado por la menor cantidad de pruebas, como ya mencionamos. Como dato extra importante para saber el estado de la pandemia en el país, la mayor Incidencia Acumulada en 14 días (IA14) a nivel nacional (233) fue entre el 11 y el 24 de enero; al 4 de marzo, la IA14 es de 117, correspondiente a una incidencia media. La letalidad está al 4,7%.

Elecciones: el COVID19 también vota

La gran preocupación con las elecciones generales de Bolivia para el 3 de mayo —aplazadas primero para el 17 de mayo, luego para el 6 de septiembre y, finalmente, realizadas el 18 de octubre— era el aumento de contagios, como sucedió tras las elecciones generales de República Dominicana del 5 de julio, que en dos semanas pasó de 37.425 casos a 66.182.

Las elecciones generales bolivianas del 18 de octubre, realizadas en declive de la Primera Ola y con medidas adecuadas y posibles de bioseguridad, no produjeron desborde de nuevos contagios, manteniéndose baja la tasa de morbilidad. Para estas elecciones del domingo 7 de marzo, con similar disminución de la Segunda Ola e incluyéndose las medidas de bioseguridad para el proceso comicial —además del pronóstico del Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME) de la Universidad de Washington (Seattle), referencia para la OMS, que estamos en la sima de la sinusoide de esta Ola—, la asistencia a la fiesta electoral será adecuadamente viable.

Panorama

Finalmente, si el entusiasmo —moderado— a corto plazo es válido, eso no quiere decir que nos despreocupemos de una Tercera Ola.

Las condiciones climáticas del próximo invierno —el clímax de 2020—, la cantidad de pruebas que se realicen (incluyo mi interrogación de por qué no se incluyen en las cifras de nuevos contagios detectados en Santa Cruz, las mayores del país, los hisopados nasales del Cambódromo y sí los que el SEDES realiza en provincias) pero, sobre todo, la relajación de la prevención y las medidas individuales de bioseguridad pueden acelerar una Tercera Ola que el IHME pronostica crítica al inicio de mayo.

Depende de nosotros.


 

Información consultada

http://eju.tv/2020/04/cronologia-del-coronavirus-en-bolivia/

https://covid19.healthdata.org/bolivia-(plurinational-state-of)

https://eldeber.com.bo/santa-cruz/mas-de-42800-personas-ya-se-realizaron-la-prueba-de-antigeno-nasal-para-detectar-covid-19_222478      

https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Bolivia_de_2020

https://gisanddata.maps.arcgis.com/apps/opsdashboard/index.html#/bda7594740fd40299423467b48e9ecf6

https://twitter.com/SaludDeportesBo/status/1367452049932251142      

https://www.coronavirusecuador.com/

https://www.irsicaixa.es/es/sobre-nosotros/vihsida-en-el-mundo#:~:text=Desde%20que%20a%20principios%20de,en%20el%20mundo%2C%20seg%C3%BAn%20ONUSIDA.

https://www.larepublica.co/especial-covid-19/republica-dominicana

https://www.minsalud.gob.bo/5339-alerta-temprana-covid-19-indice-registra-incremento-de-municipios-con-riesgo-de-contagio

https://www.minsalud.gob.bo/5340-epidemiologia-reporta-834-nuevos-contagios-6-026-casos-descartados-y-729-pacientes-recuperados

https://www.paginasiete.bo/gente/2020/7/1/tres-escenarios-marcan-el-ritmo-de-la-pandemia-hasta-el-dia-de-las-elecciones-259981.html        

https://www.paginasiete.bo/sociedad/2020/10/16/estudio-de-auge-descenso-de-covid-considera-seguro-ir-votar-protegido-271691.html

https://www.salud.gob.ec/wp-content/uploads/2021/03/INFOGRAFIA-NACIONALCOVID19-COE-NACIONAL-08h00-03032021.pdf

martes, 2 de marzo de 2021

Mitomanía y desesperación electoral

 

He dedicado mis últimas columnas [Encuestas hoy aún sin ‘encuestitis’”, 02/02/2021, y “De encuestas y elecciones subnacionales”, 16/02] para la pedagogía de entender las encuestas, lo que en cada período electoral reitero y que motivó varios de mis libros [Cómo ganar elecciones, Plural 2019; Manual para ganar elecciones, Palibrio 2013; De encuestas y elecciones en Bolivia 2009, KAS 2010; Encuestas, medios y elecciones, KAS 2003, y Manual para campañas electorales, UCB 2002]. Pareciera que, más que “no entenderlas” el quid es “no querer entenderlas”, lo que hace pensar en pobres entendederas o graves despechos —sobre todo de políticos que parecen los “aprendices de brujo” de Goethe y Dukas y no de Nilsson.

Sin entrar en números, sólo un estudio autorizado y verificado por el Tribunal Supremo Electoral (CIESMORI, 24/01) tuvo un alcance cuasi nacional con las intenciones de voto para las candidaturas habilitadas en las nueve Gobernaciones y en las Alcaldías de las ciudades capitales del Eje Central y El Alto; otras tres siguientes (CIESMORI 11/02 y 25/02 y FOCALIZA 21/02) se centraron en las tres gobernaciones del Eje Central y en las alcaldías de sus ciudades capitales más El Alto, priorizando el criterio de que en los tres Departamentos está el 73,2% de los electores habilitados (5.217.985 de los 7.131.075 habilitados en todo el país) y, a su vez, en las ciudades investigadas está el 41,5% de todos el padrón nacional habilitado (2.957.523, encabezados por Santa Cruz de la Sierra con el 15,2% y El Alto con el 9,9%). Los dos estudios de intenciones de voto de CAPTURA CONSULTING (05/02 y 25/02) se centraron en el departamento de Santa Cruz y su ciudad capital; lamentablemente, hasta hoy a dos días inclusive de iniciar el silencio electoral, no hay otras investigaciones autorizadas por el TSE o los TDEs que hayan sido difundidas, como puede encontrarse en el Blog www.encuestaseleccionesbolivia.bo.

La falta de otras investigaciones autorizadas se entiende por la dificultad de financiarlas, tanto tras dos procesos nacionales seguidos (2019 y 2020) y la reducción de financiamientos por la pandemia, lo que ha provocado que estemos en nebulosas respecto a los probables comportamientos electorales en seis de los departamentos del país, con casi el 27% de los electores habilitados.

Me referiré ahora a otra faceta de la “desinformación”: Un interesante artículo de Iván Bustillos [“La incomodidad de las encuestas”, 24/02] insiste claramente en lo que señalé al inicio de esta columna: la «incredulidad [sobre todo en los políticos si no les favorecen, apostillo yo] sobre las encuestas», cuestionamiento y suspicacia que en este período parte de declaraciones del expresidente Morales acusando «a las encuestadoras de “instalar en 2020 la idea de una inevitable segunda vuelta” [sic] entre Luis Arce y Carlos Mesa», incurriendo en el común error de obviar los llamados “votos residuales” que aparecen en las intenciones de voto totales —prorrateados y proyectados todos estos “residuales” a votos válidos, aunque funcionan con casi nula moderación cuando los residuales son altos, como sucedió al proyectar las 34,0% intenciones totales para un candidato a gobernador de Cochabamba con el 42,4% de residuales para dar un poco creíble 59,0% de intenciones “válidas”.

La lectura de requisitos y salvaguardas que la Ley N° 026/2010 “Del Régimen Electoral” define en su Sección VI “Estudios de Opinión en Material Electoral” evitaría a políticos angustiados incurrir en festinadas recomendaciones de “auditorías” y propuestas de algún «proyecto de ley que busca regular la labor de las encuestadoras, para que no generen “desinformación”» (Bustillos) porque lo único que hacen —amén del ridículo por desconocimiento— es cuestionar al ya vapuleado Órgano Electoral.

 

Información consultada

http://150.185.9.18/fondo_editorial/images/PDF/CSF/El%20Aprendiz%20del%20Mago%2002.pdf.pdf

http://www.diputados.bo/leyes/ley-n°-026

https://books.google.com.bo/books/about/El_aprendiz_de_mago.html?id=HzF9QwAACAAJ&redir_esc=y

https://es.wikipedia.org/wiki/El_aprendiz_de_brujo_(Dukas)

https://www.ine.gob.bo/index.php/estadisticas-sociales/participacion-politica-registro-administrativos/

https://www.la-razon.com/lr-article/un-concejal-del-mas-presenta-un-recurso-contra-la-encuestadora-ciesmori/

https://www.la-razon.com/politico/2021/02/24/la-incomodidad-de-las-encuestas/

https://www.la-razon.com/voces/2021/02/02/encuestas-hoy-aun-sin-encuestitis/

https://www.la-razon.com/voces/2021/02/16/de-encuestas-y-elecciones-subnacionales/         

https://www.lexivox.org/norms/BO-L-N1160.html

https://www.lexivox.org/norms/BO-L-N1353.xhtml

https://www.noticiaselectorales.com/bolivia-tse-aprobo-un-reglamento-para-los-comicios-subnacionales-de-2021/

https://www.oep.org.bo/elecciones-subnacionales-2021/

https://www.oep.org.bo/wp-content/uploads/2019/07/LEY_026.pdf

https://www.oep.org.bo/wp-content/uploads/2020/12/Elaboracion_Estudios_Opinion_Subnacionales_2021.pdf

https://www.paginasiete.bo/ideas/2021/2/28/el-mas-apuesta-perder-los-votantes-del-centro-285770.html