lunes, 26 de enero de 2015

Cuando se vive de la fantasía...

La economía da para mucho pero no para olvidar hasta dónde da. Y eso fue lo que le pasó a los socialdemócratas del PASOK que gobernaron, con distintos nombres, la mayoría de los años democráticos griegos desde la posguerra: populismo en política doméstica —como el PSOE español pero no sólo del PASOK sino también de los conservadores de Nueva Democracia (ND) que falsificaron el verdadero déficit presupuestario con ayuda del banco Goldman Sachs— y la borrachera de entrar en la Unión Europea —presunta panacea para todos los males— hundieron a Grecia en el peor escenario con la crisis de 2007. Pero culpa también tuvo Bruselas por aumentar sin mucho control previo —make up económico aceptado— el territorio de la Unión.

Anoche, Grecia dio un esperado e importante bandazo político: SYRIZA —coalición de euroescépticos con casi todas las izquierdas— de  Alexis Tsipras, contraria a pagar la deuda externa contraída por los gobiernos PASOK y ND y los rescates comunitarios, ganó abrumadoramente las elecciones, relegando a lo que queda del PASOK a un sexto lugar —por detrás de ND, el ultraderechista Amanecer Dorado, el reciente creado centrista To Potami (El Rio) y los comunistas— mientras que los seguidores del ex primer ministro socialista Yorgos Papandréu —estirpe de gobernantes— no alcanzaron el mínimo.

Falta ver si Tsipras cumple sus promesas de campaña. Europa unida puede sobrevivir sin Grecia pero no se sabe si ésta podrá sobrevivir sin Europa. Hacerlo condicionará la España de PODEMOS.




Información consultada


http://www.elperiodico.com/es/noticias/internacional/elecciones-grecia-2015-directo-3877360

miércoles, 21 de enero de 2015

«Je suis», mais ...

"Mi libertad se termina donde empieza la de los demás." [Jean Paul Sartre, filósofo y escritor francés.]

Las recientes masacres en París contra periodistas del semanario satírico francés “Charlie Hebdo” (acusado de blasfemia por islamistas radicales), contra los que estaban en un supermercado kosher y contra policías, levantó varias importantes consecuencias: la solidaridad con las víctimas y la defensa de la libertad de expresión, traducida en la ya conocida “Je suis Charlie Hebdo” que llenó los medios, las redes sociales y las calles de muchos países.

La violencia fanática en nombre de una pretendida fe religiosa (no la religión musulmana misma porque también exterminan creyentes que no adoptan su fanatismo) posee atributos muy marcados de segregación (racial, religiosa) y pretendida superioridad, como los hinduistas que mataron a Gandhi y los inquisidores que torturaron y mataron a todo el que no fuera ferviente creyente (o lo aparentara convincentemente), violencia ésta que llevó a San Juan Pablo II a un mea culpa irrestricto en 2004. Esta “superioridad” lleva al fanático a atribuirse un falso don apologético de la Verdad (la suya) y a despreciar a todos los que no son sus compañeros de fanatismo; sin pensarlo mucho, este desprecio, que se inicia por las opiniones, lleva cada vez más a despreciar por inferiores a “los otros” y continúa más hacia considerar que la vida de ese “otro” es insignificante e inmerecida; de ahí al extermino de un pueblo, de una raza, de los creyentes de una iglesia, es sólo un simple y “natural” paso (¿les recuerda el Holocausto?).

Pero, ¿de dónde son estos jóvenes fanáticos que mataron en París (y los que iban a hacerlo en otros países) y que nutren las filas del fanatismo de ISIS y de Al Qaeda? Muchos nacidos en Francia (como en casi toda Europa occidental), educados y formados en esa sociedad con valores de democracia occidental. ¿Por qué entonces el fanatismo? ¿Será, quizás, porque los recibieron (o a sus padres) sólo como mano de obra y no los asimiló o, peor, los segregó? 
Quizás porque tras una pretendida “corrección política” de las democracias europeas, inmersas en la ilusión de la Europa unida, se ocultaba mucho de lo que hoy proclaman abiertamente los nacionalistas extremos del Frente Nacional francés, Amanecer Dorada griego, la Liga del Norte italiana o los Verdaderos Finlandeses, por mencionar pocos.

Pero (“mais”) queda pendiente la concepción misma de la libertad de expresión: Su derecho (artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos) desde la Ilustración en el siglo 17 fue medio para la libre difusión de las ideas. Y “Charlie Hebdo” (de izquierda, iconoclasta, cáustico, irreverente, asaz grosero, injurioso y ofensivo) se imbrica dentro de una tradición liberal y anticlerical de la prensa satírica francesa que surge alrededor de la Revolución de 1789. Pero, ¿esa irreverencia sin ningún tabú es válida absolutamente o sus extremos contradicen lo que afirma Sartre? Está abierto el debate.


Referencias


martes, 6 de enero de 2015

Latinoamérica de 2014 a 2015

Dos mil catorce fue un año complicado: el declive de la bonanza de los commodities y algunas elecciones —no todas— con nerviosismo para los aspirantes fuertes, pero 2015 lo será más.

Recordando elecciones, en la Región —descarto el Caribe anglo-franco-neerlandés— se eligió presidente en Costa Rica, El Salvador, Colombia, Panamá, Brasil, Bolivia y Uruguay; de ellas, en cinco hubo ballotage —Bolivia no necesitó y Panamá no lo estipula—, lo que es señal de que en esos países no fueron victorias contundentes. En Colombia, Brasil y Bolivia sus gobernantes fueron reelegidos pero en los dos primeros sufrieron para lograrlo. Desde el color político y aunque las etiquetas son frágiles, para clarificar mencionaré que Costa Rica pasó de centro a centro-centroizquierda, en El Salvador se reforzó la izquierda, Colombia se mantuvo en la centroderecha, Panamá se mueve entre derecha y centroderecha —liberales—, mientras que Brasil mantiene su centroizquierda —aunque más al centro—, Bolivia su izquierda y Uruguay su centroizquierda. Una visión simplista diría un giro hacia la centroizquierda-izquierda, lo que reforzaría el capitalismo populista de Estado del socialismo del siglo XXI —con los principales miembros de la ALBA: Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela y sus simpatizantes: El Salvador, Brasil, Uruguay, Argentina y sectores del oficialismo chileno— pero, como veremos a continuación, esa visión maniquea es errada.

El largo estancamiento nipoeuropeo y la progresiva ralentización china producen un continuado descenso de precios en commodities que afecta a casi toda Latinoamérica; además, la recuperación económica de EEUU le regresa los capitales —“golondrina”— que durante su crisis llegaron a Latinoamérica y, sobre todo, a los BRICS+MINT —desacelerándolos y, a su vez, necesitando menos commodities—, a lo que se suma el abrupto descenso de los precios del petróleo —consecuencia de las desaceleraciones pero agudizado interesadamente por las monarquías del Golfo, saudíes sobre todo, y el boom del shale oil— y malas —Brasil— o pésimas —Venezuela y Argentina— conducciones económicas.

De los países hidrocarburíferos y mineros, México —por su apertura actual y su amplio comercio con EEUU en franca recuperación— podrá ser el menos afectado en su economía  entre los exportadores; igual sus socios en apertura, Chile con su FEES, Colombia y Perú. En Brasil ganó Rousseff pero gobernarán las propuestas económicas de Neves —que no tendrá que hacer el trabajo feo como sí le tocará al próximo que sustituya al kirchnerismo. Venezuela, luego del fracaso del diálogo y de la constatación de que una oposición en distintas velocidades no es viable, va hacia su implosión.

En resumen, los ahorradores serán beneficiados y pronto los espejismos económicos de cualquier tendencia se esfumarán, arrastrando populismos, economías ideologizadas y proteccionismos. No son buenos augurios pero confío que se aminore, en general, el trauma para los más pobres y sin otra “década perdida”.


Referencias