domingo, 24 de julio de 2011

Fin del Edén

Cuando este viernes 23 pasado, la explosión de un coche bomba destruyó buena parte del centro ejecutivo de Oslo, causando la muerte de 7 personas, a lo que siguió el asesinato de cerca de 90 –directamente o ahogadas escapando– en un campamento juvenil socialdemócrata en la cercana isla de Utøya 2 horas más tarde, para Noruega significó el fin de su Edén.

Este país del extremo noreste Europeo ha sido considerado un  ejemplo de democracia, transparencia, apertura y bienestar en las últimas décadas. Monarquía constitucional gobernada en la actualidad por el Partido de los Trabajadores Noruegos, a nivel mundial el país tiene el mejor Índice de Desarrollo Humano y el segundo mejor Producto Interno Bruto nominal per cápita (gracias a ser el tercer exportador mundial de petróleo y el segundo de pesca marítima) y es considerado, por Global Peace 2007,  el más pacífico del mundo. También era considerado uno de los países más seguros por su falta de violencia; ya no lo es.

Un asesino –presuntamente hasta ahora, en solitario, aunque se están deteniendo posibles cómplices– se encargó de romper este paradigma de seguridad. Anders Behring Breivik, un noruego de 32 años, nórdico –en un país que apoya la multiplicidad de orígenes, como se podía ver en las imágenes de los jóvenes escapados de Utøya–, fundamentalista cristiano, xenófobo neo nazi, que se consideraba Caballero de  “una nueva Cruzada Templaria en contra del Islamismo y del marxismo cultural que fomenta el multiculturalismo en Europa” como mencionaba recientemente en el manifiesto que fue difundido por él en YouTube y medios noruegos, fue quien reconoció haber puesto el coche-bomba y haber asesinado a sangre fría a los indefensos adolescentes y jóvenes en Utøya durante los 20 minutos que duró la masacre en la isla.

En los primeros momentos, diferentes medios –entre ellos The New York Times– difundieron la presunta autoría de los atentados al grupo yihadista Ansar Al Jihad Al Alami, “reclamada” por su miembro Abu Suleiman Al Nasir en venganza de la participación de Noruega en Afganistán y Libia (en este país ya Noruega había anunciado el cese de su participación), lo que fue desmentido por la misma organización. Después, sobre todo por los relatos de los escapados de Utøya y el apresamiento de Breivik, fue aclarándose la realidad y el mundo conoció que un extremista de derecha local había sido el múltiple asesino en atentados presuntamente dirigidos contra el Primer Ministro socialdemócrata Jen Stoltenberg.

Admirador del terrorista estadounidense Ted Kaczynski (conocido como el "Unabomber") y comparado en estos días con Timothy McVeigh, el terrorista (también ultraderechista) de la masacre de Oklahoma, los crímenes de Breivik han remecido todo el pensamiento y la confianza en su seguridad del pueblo noruego y han dado alerta –una vez más– de cómo sociedades democráticas y opulentas pueden tener en su interior el germen del odio más brutal.

Una oración por el alma de los muertos inocentes de este viernes luctuoso.


Referencias:
http://www.channelnewsasia.com/stories/afp_world/view/1142546/1/.html
http://thehill.com/blogs/blog-briefing-room/news/173049-obama-extends-condolences-to-victims-of-norway-attacks

martes, 12 de julio de 2011

México, desunión sin victoria

México va camino de elecciones generales sexenales en 2012 y en ese proceso se van realizando elecciones para Gobernador en sus Estados.

El fin de semana anterior hubo en 3: Estado de México, Coahuila y Nayarit. El año anterior, para elecciones estatales en juego, se dio un fenómeno inusual en la política mexicana: la alianza de contrarios ideológicos, extremos. Por primera vez, el partido de gobierno (Acción Nacional, PAN, de centro derecha) y su rival ideológico (De la Revolución Mexicana, PRD, de izquierda) se unían en una alianza electoral que les permitió arrebatarle tres importantes Estados al Partido Revolucionario Institucional (PRI): Sinaloa, Oaxaca y Puebla, bastiones del PRI y con fuerte importancia.

Con la alianza entre ambos partidos (más otros 2, significativamente menores: Del Trabajo y Convergencia, y algunos de alcance estadual) se abría una opción de frenar al PRI y lograr que en 2012 volviera a ser derrotado en las nacionales. Esta alianza, que surgió circunstancial en ese momento pero que se proveyó proyectarla, al menos hasta 2012 (de acuerdo con los resultados, y ya el Presidente Calderón Hinojosa había advertido que el PAN podía ir con candidato ajeno… ¿acaso Marcelo Ebrard Casaubon?, el Jefe de Gobierno del Distrito Federal por el PRD y confrontante de Andrés Manuel López Obrador, “líder” del PRD y derrotado en 2006 por Calderón Hinojosa), resultó ser la mejor manera de avanzar en un frente antiPRI para las elecciones mexicanas, dándole todo el apoyo al candidato con mejores opciones, fuera del PRD o del PAN. Desprovista de armonía ideológica, esta alianza –más práctica que estratégica (¿recuerda ADN+MIR+FRI en Bolivia?)– fue un claro ejemplo –otro más, como tantos en la historia– de que los opuestos pueden unirse, eficientemente, frente a un  enemigo común, aunque no conculquen ideologías –en 2011, El País español mencionaba que “El perro y el gato vencieron al dinosaurio”.

Regresando a las elecciones de hace pocos días, esta alianza no pudo repetirse porque López Obrador desautorizó a los militantes de su partido de participar en ella y, además, impuso a sus candidatos contra los propuestos por sus organizaciones locales. ¿La consecuencia? Victoria aplastante del PRI en el Estado de México y significativa en Coahuila y Nayarit –en éste último, al menos, la alianza hubiera ganado.

Esto es una importante señal, sobre todo para el PRD (en el PAN, las disonancias con la alianza y lo anunciado por el presidente son muchísimo menores): En primer lugar,  está muy lejos de la fuerza con la que nació en 1989 con Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano (hijo del Presidente Lázaro Cárdenas del Río) y otros exmiembros de la izquierda del PRI; segundo, López Obrador ha dejado de ser el referente de sectores de centroizquierda en México y su propio liderazgo partidario está muy disminuido y confrontado; tercero y final, el PRD –en alianzas que no incluyan al PAN– será barrido a un tercer lugar distante en 2012.

Estas reflexiones, sin dudas, son también muy buenas para una Bolivia futura.