sábado, 25 de mayo de 2019

Águila vs. Dragón: la batalla por la IA



Tengo un amigo que recién obtuvo un flamante Huawei P20 Mate Pro pero, en medio del entusiasmo, acaba de enterarse que Google será la primera baja significativa para el gigante chino dentro de las sanciones trumpistas contra la empresa de la flor y el sol naciente.   

En lo inmediato, la medida se inscribiría en la guerra comercial entre China y EEUU pero, en un plano más global, es la guerra por la tecnología 5G y, aun más, por la llamada Inteligencia Artificial (IA): aquella inteligencia que logra que máquinas “inteligentes” imiten funciones humanas: “razonar”, “aprender” y “resolver problemas”.

En nuestro mundo interconectado preTrump, la globalización permitió la asimetría de que China ensamblaba productos norteamericanos —simplificando por el caso actual, pero China fue, años atrás, la maquila global— mientras EEUU vendía a China productos terminados, muchas veces los mismos maquilados en China. Pero la asimetría se fue estabilizando cuando las empresas tecnológicas chinas —con fuerte apoyo gubernamental— empezaron a producir y competir con sus propios productos y marcas, aprovechando —legalmente o no tanto— muchas patentes estadounidenses con desarrollos propios.

Más que el espionaje de telefonía e Internet aducido —posible también—, el que logre dominar el mercado 5G —con su tecnología unificada— obtendrá un mercado de muchos billones de dólares. Y podrá implantar sus desarrollos IA y guiará la economía de las próximas décadas. (Según la Universidad de Oxford, hoy ya el 47% de la fuerza laboral de EEUU podría ser sustituida por máquinas con IA; en China, el 77%. El dueño de la tecnología dominará el futuro… y el mundo.) ?


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jueves, 23 de mayo de 2019

El ocaso de la Señora



Hace cuatro años, la Señora parecía todo poderosa e imbatible. Un “simple detalle” —no poder reformar la Constitución como hizo su amigo Hugo y sin poder “saltársela” como después haría otro de sus amigos— le frustró el tercer mandato para ser Ella la que, después, le entregara a Máximo la banda albiceleste; al final, no le quedó más remedio que ver la pateadura —maquillada pero real— que le dieron a Scioli.

¿Cómo iba a imaginar que esos malagradecidos —¡los peronistas!— la iban a dejar con tantas causas en los juzgados: la de los Cuadernos de las Coimas, la de "Dólar Futuro" —administración infiel en perjuicio de la administración pública—, el Memorándum de Entendimiento entre Argentina e Irán —encubrimiento del atentado a la AMIA—, la de “la Obra Pública” o “Vialidad” —por asociación ilícita y fraude—, la de Los Sauces —presunto enriquecimiento y asociación ilícitos y lavado, con sus hijos—, Hotesur —supuesto lavado de dinero junto a su marido—, la “Ruta del dinero K” —otra de lavado?

Ahora, CFK enfrenta el inicio de su primer juicio. Ella, que hasta aceptó ser segundona de otro peronista, ¿llegará hasta el final o, como su amigo Lula, mirará desde la celda?


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martes, 21 de mayo de 2019

Larga semana



La semana que ha pasado fue “movida”: fuera de Bolivia, los nuevos aranceles estadounidenses a productos chinos, agudizando el enfrentamiento comercial; el avance ineludible de un Brexit “a las malas”, sin acuerdos; las muy discretas conversaciones —aún no negociaciones— en Oslo entre oposición y madurismo con apoyo del GIC para acabar el “empate catastrófico”; la renovada “crisis nuclear” con Irán y consecuente suba de los precios de petróleo —que no beneficia a nuestro gas, ya desindexado del petróleo—, entre otros. Y por acá, los tambores electorales y la visita de Luis Almagro. De yapa, la encuesta de Tal Cual.

De lo nuestro, acá hemos vivido un largo año para decidir y elegir que se inició el 19 de octubre de 2018 con el lanzamiento de convocatoria para las primarias y que terminará el 20 de octubre de 2019 —si no hay ballotage— con las elecciones generales, adelantadas una semana: Una larga mala decisión porque aumenta el potencial desgaste para oficialismo y opositores y el trasvase de votos. Súmesele otros factores poco beneficiosos para la confianza pública: los continuados cambios dentro del Poder Electoral, generadores de prevenciones; una economía que —al margen de falsos exitismos— decliva después del crecimiento extraordinario de los años 2008-2015 —por el boom excepcional de los commodities, indulgencias ajenas—, con déficits fiscales desde 2014 (proyectado el acumulado para fines de 2019 a -40,1%) (datos MEFP), deuda pública consolidada (externa e interna) de Bs 147,8 MM (MEFP), Reservas Internacionales Netas al 05 de abril de este año de USD 7,92 MM después de haber alcanzado 15,12 MM en 2014 (BCB) y déficit comercial de casi USD 1 MM (IBCE-BCB), sin analizar éxitos o fracasos del modelo empresarial de Estado vigente ni el contexto regional desfavorable ni la pérdida oficialista de su último Relato de Éxito luego de La Haya.

De la visita del secretario general Almagro, más que un fracaso opositor y un supuesto y correspondiente espaldarazo al oficialismo, es una constatación de que la reelección para el cargo en la OEA no está segura y sí necesitada de votos fuera del Grupo de Lima —y quizás a costa de éstos. Más para el anecdotario que para la efectividad.

El domingo salió publicada la encuesta de intenciones de votos hecha por Tal Cual Comunicación Estratégica. De las publicadas a la fecha, es la primera que llega a 2.250 sujetos, lo que le permitió un error de 2,5% (menor a las anteriores) con su confiabilidad en 95%; la información se abre a zonas rurales, según su ficha técnica.

Siguiendo sus resultados, Morales gana en zonas rurales (51,6%), ciudades intermedias (50%) y sólo pierde en los departamentos de Potosí y Tarija, para una intención de voto nacional de 38,1%. De Mesa gana en las capitales y El Alto (32,6%) y en los dos departamentos que pierde Morales; su intención nacional es de 27,1%. Ortiz tiene un 8,7% nacional y el resto de los candidatos obtienen en conjunto 9,9% (no aparece el porcentaje de Israel Rodríguez del Frente para la Victoria). Por último, indecisos y voto oculto con 16,2% son terceros nacional. 

En percepciones, De Mesa tiene 61% negativas y 18% positivas, versus Morales con 51% negativas y 37% positivas, lo que establece dos paradojas: Los que dicen que votarán por De Mesa son más que lo que lo perciben positivamente según el estudio, mientras que por Morales son menos. ¿Curioso?

La gran pregunta que debemos hacer es, si las principales preocupaciones son corrupción (22,1%), delincuencia (19,0%), costo de la vida y alza de precios (17,9%) y falta de trabajo (15,6%), ¿cuál sería capaz de solucionarlo?


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jueves, 16 de mayo de 2019

Bolsonaro: aprende o fracasa


Cinco meses y varias derrotas. Aunque se auguraba un “matrimonio disfuncional” entre el Ejecutivo Bolsonaro y un Congreso muy dividido —domina la centroderecha-derecha— por la larga experiencia del Presidente como diputado federal: siete períodos, el resultado ha sido peor, dentro del Legislativo y en la calle.

Un primer round fue la Reforma a la Previsión Social —la más onerosa de Latinoamérica y fuente de desequilibrio fiscal—, una de las medidas “estrella” del flamante ministro de Economía GuedesChicago Boy. Agrias discusiones y continuadas modificaciones con una pésima comunicación de todo dieron un resultado parcial de a Reforma.

Lo que fue uno de sus éxitos antes —comunicar—, cada vez es más controversial y deficiente, asumido como método por parte de su entorno. Al margen de la pertinencia de las reformas que se presentaron recién para la educación pública en Brasil, el flamante —el anterior fue despedido tras elogiar a Pablo Escóbar— ministro Weintraub ha tenido que defenderlas ante un Congreso mucho menos “arisco” que las protestas en las calles.

Comunicar: informar, debatir, negociar. El Vicepresidente Halcón Mourão ha resultado más flexible que algunos palomos del gabinete…

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https://www1.folha.uol.com.br/poder/2019/05/insatisfacao-a-bolsonaro-cresce-e-governo-coleciona-derrotas-no-congresso.shtml

martes, 7 de mayo de 2019

Vademécum venezolano


La semana pasada todos nos enteremos “de que algo pasaba en Venezuela”: las imágenes de TV transmitían a un recién liberado Leopoldo López (líder del partido de Gauidó) en las calles junto con el presidente encargado, militares armados y un gran grupo de civiles enardecidos. Luego, se fue diluyendo el intento, López y su familia se alojaron en una embajada… y ahí empezó el guirigay.

En un comentario que publiqué el 3 de mayo [“¿Derrota o escaramuza no perdida?”, El Deber] tomé posición que, a pesar del manifiesto fracaso en lograr la adhesión militar y dentro del alud de informaciones contradictorias, no había sido una derrota del proceso de redemocratización de Venezuela. Hoy, con información más definida y capacidad para discriminarla, mantengo que no fue una derrota del proceso pero si un fracaso (parcial) de la acción; y escribo “parcial” porque, como el 23F y la fallida entrada de ayuda humanitaria por las fronteras, sí fue un éxito mediático, un vuelta a poner en valor en los medios de comunicación la situación venezolana: las tanquetas de la Guardia Nacional Bolivariana arrollando a manifestantes mostró la violencia inescrupulosa del régimen (José Mujica la intentó justificar sin pudor: «No hay que ponerse delante de las tanquetas»).

La explosión principal estuvo más en las declaraciones posteriores de principales figuras de la Administración Trump (Mike Pompeo, John Bolton y Elliot Abrams) sobre la penetración en sectores muy próximos a Maduro y la elaboración consensuada de un plan de garantías de alrededor de 15 puntos para la salida institucional “digna” de Maduro y su exilio; en ese acuerdo se mencionó a Maikel Moreno (presidente del TSJ gubernamental) y Vladimir Padrino (ministro de la Defensa y jefe del Ejército, contrario a un “cuartelazo”), además de Iván Hernández Dala (comandante de la Guardia Presidencial) y Christopher Figuera (director la policía política: el Servicio Bolivariano de Inteligencia), el único, hasta ahora, destituido y detenido. Otras fuentes agregaban al ministro del Interior, Néstor Reverol.

¿Cuán cierto era esto? A pesar de los desmentidos iniciales de algunos involucrados, la tácita aceptación posterior por Padrino y la detención de Figuera lo corroborarían. Y si puede considerarse un error el que EEUU denunciara a los complotados (coincido con Michael Shifter y Bruno Binetti de que se humilló al estamento), en contracara vale lo que Abrams dijo sobre estos “acuerdos”: «Maduro realmente debe preguntarse hoy si hay alguien en su régimen en quien pueda confiar».

¿Por qué éste fue el tercer fracaso en el proceso de redemocratización? “Posiblemente” (supongo) lo fue el apurar la liberación de López sin un acuerdo entre todos sobre la fecha de actuación; lo que fue más emocional y táctico pudo romper el alineamiento estratégico y demorar la salida de Maduro.

¿Qué sigue? Lo primero, muy claro, es que Diosdado Cabello, al dar la cara por el régimen frente a los sucesos, potenció su liderazgo frente a un Maduro callado durante 16 horas y, por ende, disminuido significativamente. Lo segundo, la urgencia que la oposición (con EEUU y el Grupo de Rio) redefina la estrategia a seguir, la cual (coincido con Andrés Oppenheimer) podría dar un mayor peso de la OEA y de los recursos políticos y diplomáticos del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) para evitar una intervención militar. Tercero, definir claramente la posición de Rusia, pues pareciera que Putin y Trump hablan una cosa mientras Sergéi Lavrov y Pompeo la muy opuesta; quizás, según Vladimir Frolov, «Putin está listo para renunciar a Venezuela por el precio correcto».

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¿Derrota o escaramuza no perdida?



El lunes, Juan Guaidó anunciaba que los militares se iban sublevando mayoritariamente y llamó al pueblo a salir a manifestarse. Poco después se sabía que no había logrado que se le sumaran grandes cantidades.

¿Fue derrota del proceso o una escaramuza perdida? Recapitulemos: Leopoldo López fue liberado (con anuencia de sus custodios) y horas después se asiló en una embajada. Maduro desapareció casi todo el día y Cabello tomó la voz de liderazgo. El gobierno de EEUU denunció que el Ministro de Defensa, el presidente del oficialista Tribunal Supremo y el jefe de la Inteligencia estaban en conversaciones para cambiar de bando y a última hora recularon; también que Maduro se iba con la familia pero no salió por instrucciones de Moscú.

Aunque los tres sindicados lo negaron (Padrino tácitamente lo aceptó luego), el jefe de la Inteligencia fue destituido (López afirma que también conversó con generales). Rusia negó lo de Maduro pero éste no ha dicho nada. Y Guaidó sigue apareciendo en público y la gente está en las calles.

¿Fue derrota? Hoy nadie en la nomenklatura madurista sabe si el que está a su lado lo traicionará (o ya lo traicionó) y Maduro perdió mucho de su aparente poder.

Decida Usted.


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