viernes, 29 de julio de 2016

PPK, Perú y Bolivia


Ayer, PPK planteó sus líneas de gobierno para una política económica liberal—formalización, infraestructura, promoción de la inversión, transparencia y eticidad, refuerzo del estado de derecho— con compromiso social —agua y saneamiento, salud pública de calidad, lucha contra la discriminación e inseguridad— que deberá negociar en el Congreso con el Frente Popular (mayoría congresal) y el Frente Amplio (segunda mayoría), a los que pidió colaboración.

En lo interno, Perú tiene buenas credenciales económicas: entre 2001 y 2013 creció 6,1% promedio anual; la pobreza moderada cayó del 55% al 24% y la extrema bajó del 5%; este año se prevé buen crecimiento (3,4% según CEPAL, 3,6% FMI y 3,5% BM). En lo político, PPK deberá mejorar la baja confianza en los políticos mientras en lo internacional reforzará su membresía en la Alianza del Pacífico y su relación con sus vecinos Chile y Ecuador.

Para Bolivia, las relaciones son de suma importancia, tanto por lo económico —el pendiente tren bioceánico y la alternativa de Ilo, que el Congreso no ha aprobado— como en la salida de Bolivia al mar. Máxime cuando las actuales —con un gobierno saliente asaz más cercano y en un contexto ideológico favorable— no eran promisorias.

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domingo, 24 de julio de 2016

¿Quién es PPK y qué le espera al Perú?


Pedro Pablo Kuczynski Godard asumirá la Presidencia del Perú el próximo 28. Pero, ¿quién es PPK y cuáles sus intenciones?

Hijo de emigrantes (padre alemán de ascendencia judío-polaca, madre franco-suiza), no es extraño que ocupe la presidencia en un país con gran emigración multipolar, que tuvo recientemente de presidente a un nikkei (Fujimori) y que en sus inicios la gobernó un argentino, San Martín, y poco después un ecuatoriano (La Mar) y otro argentino (Alvarado). El Perú siempre ha sido país amable e integrador con el emigrante.

Credenciales impecables empresariales (EEUU, África y Perú) y tecnocráticas (gerente del Banco Central de Reserva, ministro de Energía y Minas y de Economía y Finanzas y Presidente del Consejo de Ministros), fue fundamental en el reciente boom peruano. Por ello, PPK aplicará una política económica liberal ortodoxa.

Pero a su gestión le jalarán inversamente: el populismo de Frente Popular y el izquierdismo y regionalismos de Frente Amplio. Aunque las diferencias económicas de fondo con FP no son insalvables, le gravitarán sus populismos. Con FA, PPK necesitará cumplir, al menos moderadamente, sus reclamos sociales y las expectativas del sur peruano. Por ahí irán sus decisiones.

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martes, 19 de julio de 2016

Mercosur vs. Alianza del Pacífico

 Desde el nacimiento de la Alianza del Pacífico en 2011, medios y políticos han comparado principios y resultados entre este nuevo bloque y el veterano Mercado Común del Sur (Mercosur). Y como muchos de los argumentos a favor o en contra no sustentan sus fundamentos (incluso se le denominó “proceso de disolución latinoamericana”), aprovecharé mi columna para dar información.

La Alianza tiene 4 miembros (Chile, Colombia, México y Perú), dos postulantes que buscan adherirse (Costa Rica y Panamá) y 49 Observadores, entre ellos Paraguay, Uruguay y Argentina, miembros del Mercosur. Sus objetivos están centrados en la libre circulación de bienes, servicios, capitales, personas y economía, el impulso del crecimiento y desarrollo económicos y la competitividad y la integración económica y comercial, con énfasis hacia la región Asia-Pacífico. 

A su vez, el Mercosur integró desde 1991 a Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, a los que se adicionaron Venezuela (2012) y Bolivia (en proceso de ratificación), con Ecuador (Observador en la Alianza), Perú, Chile, Colombia (los tres miembros de la Alianza), Guyana y Surinam como Asociados; sus objetivos constitutivos fueron “la libre circulación de bienes, servicios y factores productivos” (muy similar a lo que 20 años después decidieron los miembros constitutivos de la Alianza), el “[…] establecimiento de un arancel externo común y la adopción de una política comercial común con relación a terceros” y “la adopción de políticas macroeconómicas y sectoriales entre los Estados Partes […] a fin de asegurar condiciones adecuadas de competencia”. En principio, muy similares objetivos, muy diferentes resultados.

Varias diferencias entre ambos bloques. Una es la simetría en sus PIBs en la Alianza (en 2015, según FMI: sus miembros ocupaban entre el 2do. y 7mo. lugares regionales) y asimetría en Mercosur (Brasil y Argentina 1ro. y 3ro., mientras Uruguay y Paraguay 14vo. y 15vo., manteniéndose en las adhesiones: Venezuela 5to. y Bolivia 13ro.). El crecimiento del PIB es otra diferencia. Según datos del FMI a octubre 2015, se registró un crecimiento promedio positivo en la Alianza (2,4% en 2015 y un 2,9% esperado para 2016). En cambio, tasas menores para el Mercosur: 0,7%en 2015 y 1,1% proyectado para 2016, esto debido al crecimiento negativo de Argentina y Brasil (más Venezuela). Entre las diferencias también figuran la baja productividad y el cumplimiento/ incumplimiento de objetivos. Mientras en el Mercosur se avanzó la formalización estructural (Parlasur, Secretaría Permanente, Sedes), se incumplió en lo sustancial al no levantarse las barreras arancelarias e, incluso, crearse nuevas paraarancelarias, con los dos mayores socios continuamente divergiendo entre ellos, y también entre Uruguay y Argentina. En cambio, la Alianza en sus dos primeros años eliminó la mayoría de los aranceles intersocios y, sin crear estructuras formales (sin sede permanente ni burocracia propia), se avanzó a establecer esfuerzos comunes, ya sea abriendo embajadas conjuntas o uniendo misiones comerciales.

Pero hay diferencias más profundas: en lo comercial, mientras la visión de la Alianza es exógena con múltiples TLCs, el Mercosur es endógeno y proteccionista. También en lo político porque en el Mercosur se tomaban decisiones afines al socialismo del siglo 21 (como la exclusión temporal de Paraguay tras el impeachment a Lugo que permitió incorporar a Venezuela); en contraparte, excepto declaraciones de principios democráticos, la Alianza no ha actuado como organismo político.

El reto hoy para el Mercosur es sortear la demagogia ideológica y desanquilosarse. De lo contrario, corre el riesgo de desaparecer.


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sábado, 9 de julio de 2016

Los tristes signos de la violencia


El peor ataque contra la Policía de EEUU desde el 11-S” “Pánico en las calles de Dallas” “Protesta termina en tragedia”.

Éstos han sido algunos de los titulares que medios de todo el mundo dedicaron a la matanza de policías el jueves en Dallas, Texas. Lo que era una protesta pacífica contra la violencia policial que esta semana volvió a ser acusada de uso excesivo de fuerza en contra de su población negra —no utilizo el eufemismo “políticamente correcto” de afroamericana porque es una falsedad y una discriminación adicional— tras las muertes de Alton Sterling (Luisiana) y Philando Castile (Minnesota) en menos de 24 horas por actuaciones policiales muy confusas, devino en la acción de, al menos, un francotirador, veterano condecorado de Afganistán que buscaba “matar policías blancos” y no era terrorista ni musulmán pero sí admirador de los Black Panthers —la organización negra radical de los años 60 a los 80.

Las muertes de Sterling y Castile y las de los policías de Dallas —donde en 1963 fue asesinado John F. Kennedy— tienen muchas causas: el odio racial irresoluto, la violencia policial —que este año mató a 123 afroamericanos y 73 hispanos— y el libre acceso a la compra de armas, a lo que se une el crecimiento de la inseguridad en la ciudad, conforman un cóctel explosivo azuzado por la violencia verbal electoral.

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https://noticiasdeabajo.wordpress.com/2012/09/30/el-partido-de-las-panteras-negras/

jueves, 7 de julio de 2016

El tobogán de Cristina Fernández


El año pasado, CFK dio un paso arriesgadísimo cuando decidió no postular algún cargo electivo por primera vez desde 1989 porque con esa decisión perdía la inmunidad de arresto frente a todas las investigaciones por irregularidades que seguro le vendrían —por corrupción activa y pasiva, por decisiones de sus gestiones… Quizás confiaba en el campo minado que dejaba a su sucesor: la economía en desastre, el poder judicial atemorizado —a veces cómplice—, su Frente para la Victoria dominando Congreso y provincias… La receta para su regreso triunfal.

Pero ahora, con su FpV resquebrajado, sus incondicionales inmersos en procesos, “sus” parlamentarios y gobernadores escabulléndosele, los jueces “desperezados”, la economía empezando a ordenarse —aunque traumático— y los medios, proclives en su mandato, olvidándola —sin la guita selectiva—, CFK añorará su masiva despedida en diciembre y quizás tenga nostalgia de la multitud que la apoyó en abril. Con sus bienes bajo inhibición general e involucrada en más procesos, tras los escándalos de José López y Lázaro Báez y con la diputada Margarita Stolbizer decidida a que los K paguen las culpas que tengan, ella quizás descubra que en 2015 “no la pensó bien”.




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martes, 5 de julio de 2016

Lo «políticamente correcto»


Hace años recibí un relato de humor negro como la pez sobre los sinsentidos de “lo políticamente correcto”: “Navidad en la empresa” contaba las peripecias de Pepita, encargada de RRHH de una empresa, cuando organizaba la Fiesta de Navidad y Fin de Año y continuamente tenía que irla cambiando para acomodarla a las festividades de las distintas religiones (Navidad, Hanukah, Kwanzaa, Ramadán), susceptibilidades (Alcohólicos Anónimos), preferencias (vegetarianos, en dieta, LGBT), necesidades (diabéticos, hipertensos) y demás de los empleados de la empresa y complacerlos a todos, con lo que termina… (No voy a aguarles la lectura: lo reencontré en http://www.forodeseguridad.com/artic/humor/hum_1024.htm.)

Pudiera parece una historia llevaba al absurdo, pero no es. Hace tiempo quería escribir sobre el un absurdo del abuso de falsa “corrección política” en nuestro idioma: el dividir por género (“los niños y las niñas”) cuando en castellano el plural (“los niños”) abarca ambos sexos sin discriminarlos. Porque si utilizar esos giros pudiera dar la falsa sensación de igualdad de sexos (más complicado en idiomas como el inglés donde la diferenciación, incluso en singular, muchas veces sólo es contextual), falacia explicada por los gramáticos, a veces han creado situaciones por lo menos jocosas cuando no discriminatorias o irreales (como “muchos y muchas periodistas” que aparece en un manual del  Instituto Español de Comercio Exterior, ¿o debería ser periodistas y periodistos o, mejor, l@s periodist@s?) que son interdicciones lingüísticas, formas de discriminación devenidas en disfemismos  (“Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer”, Real Academia Española). Quizás la culpa sea de políticos que manipulen populistamente en su provecho las reivindicaciones justas de igualdad de derechos y oportunidades para las mujeres, olvidando que «el lenguaje no es machista, lo es el uso que hacen de él las personas machistas» como señaló el lingüista Fernando Vilches Vivanco, autor de “El menosprecio de la lengua”, entre otros.

Concuerdo plenamente con el frontal enfrentamiento a las discriminaciones de cualquier laya pero cuando la falsedad de “lo políticamente correcto” (usualmente forma y no sustancia) se expresa en la afiliación con alguna ortodoxia política o cultural (no importa desde qué ángulo ideológico, porque se abusa de ello por angas y por mangas), entonces se convierte en una discriminación nueva: una autodiscriminación o una discriminación dominante. George Orwell ya avanzó características de esas neolenguas en The Principles of Newspeak, apéndice de su novela distópica “1984”: la neolengua de INGSOC ((el “socialismo inglés”, sátira del estalinismo) buscaba evitar el deseo de libertad eliminando los significados no deseados de la palabra para que el propio concepto dejara de existir en las mentes de quienes lo hablaban, el falso no-sexismo de la arbitraria división lingüista por géneros en el plural confunde, en el mejor de los casos, la no-discriminación en el lenguaje con los disfemismos y puede convertirse en manipulación, porque al no combatir directamente las expresiones deliberadamente despectivas o insultantes y construir otras con “corrección política” lo que hace es encubrir las agraviantes.

Además, en política y sociedad “lo políticamente correcto” puede devenir cobardía y traición. Pero ése será otro envío, distinto al de “ogros y ogras”.


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