Mañana
22 de enero es el Día del Estado Plurinacional de Bolivia, nacimiento de la
“Revolución Democrática Cultural” (sic)
que nos insuflaron como panacea para los pueblos originarios y métrica unificadora,
cuando sólo empoderó a los indígenas sin realmente darles verdadera calidad
—salvo algunos “avispados” colgados de las barbas del Poder y de sus mieses— y,
a todos más, con éxito en verdad nos disgregó y dispersó sin integrarnos.
Este
22, como todos los del cuatroceno, se debería cumplir un rito: el Presidente
—que ya no es el dizque Jefazo aunque muchos aún lo crean (también él)— atendería
pedidos de sus movimientos afines y realizaría cambios en su gabinete. Pero pareciera
que la pulseta va a ser mucho más sudada porque este año —primero de Arce
Catacora, bateador emergente en 2020—, al margen de las sempiternas ambiciones
e intereses de los que dirigen esos movimientos, los jalones y serruchadas nada
solapadas tienen una meta más larga: fijar quién discutirá el Poder para 2025 y
quiénes serán sus corifeos.
Cábalas
y quinielas sacan y meten autoridades cual cuoteo de democracia pactada: que si
Del Castillo —campeón de lo “duro” ahora acusado de ser (no se ría) pitita por
otro “más duro”— se va; que no se quedará Lima —ambivalente como Jano (Patulsio+Clusivio)—; que si sobran Prada, Mendoza, Montaño, Villavicencio y hasta Auza —el
Ilusionista bloqueado claudicante— para que entren nuevos que sí son “fieles”
porque son de ñeque ñeque —aunque
sean de puro ñeke como el Jefazo. Algunos —elucubradores virtuales— auguran que
Quintana desbancaría a Del Castillo; que Richter o Michel reemplazarían a
la Prada; que un empresario sería ministro de Obras Públicas, y que
Chávez —el Gran Fabulador— sería el Justiciero Mayor. ¿Sucederán? En fin, cosa
de homúnculos de propia epigénesis.
Por
lo pronto, Arce Catacora desoye al Jefazo y —se comenta mediáticamente— le dice
a la dirigencia cocalera chapareña —con el Jefazo de viaje— «no habrá cambios. Esa es la decisión del
Presidente»; luego se lo repetirá al Pacto de Unidad. ¿Entendió que ser débil
y parecer amarraguatos —culipandeos al margen— lo saca del 2025?
Los
silletazos de 2021 fueron un desnude de que “algo” no “cuadraba” dentro del
MAS. Hoy descarnadamente se habla de “evistas”, “arcistas” y
“choquehuanquistas” como grandes “familias” que coexisten con “familias”
menores —como los “coxistas”—, lo que no es nuevo dentro del MAS —¿recuerdan el
gang de la Achacollo?— pero que ahora, a diferencia del clientelismo y
corrupción del cuatroceno, es una lucha por quién logra el Poder en 2025 —o
antes, esperanza de evistas— entre un Morales progresivamente diluido y
reducido a sus cuarteles chapareños, un Arce manifiestamente débil y un Choquehuanca
militante ambivalente de la leyenda rosa precolombina: el “Paraíso del Inca”.
En fin: un panorama ni fu ni fa.
Para
entender el momento —más allá del fraude de 2019, que no fue golpe— propongo
analizar tres verdades: la primera preguntarnos ¿qué se ha hecho con el mandato
de 2020: recuperar economía y pacificar el país? Y la respuesta es nada (o casi
nada); de la economía (la real, no la de publicidad o propaganda) el PIB creció
entre el 4,8% (BCB) y 5,1% (MINEF) pero como la caída en 2020 fue del 8,8% y el
crecimiento de 2019 —Arce Mago entonces— fue del 2,2% quedaría un spread del 6%
faltante para igualar 2019; es decir, fue rebote (además, ayudado con nuevo boom de precios de commodities).
Otra
verdad es que esas pugnas y acomodos de espacios a la fuerza conllevan ineptocracia:
el Poder de ineptos que postuló D’Ormesson y que calza con el síndrome de hubris
—el hibris o hýbris griego— que Bobaryn López mencionaba en Ahora el Pueblo (19/01/22) y que ciega
cualquier vía de conciliación. La última verdad es cómo la desinstitucionalización
ha erosionado la legitimidad del Poder, el crecimiento sostenible y la
convivencia entre bolivianos; una herencia de 200 años de egoísmos y
mezquindades mitómanas, que Ortiz Antelo desnuda como «nuestra […] incapacidad de
construir un estado institucionalizado en los ya casi 200 años de historia
republicana» (Página Siete,
18/01/22) y que Matthews (MISES
Institute reproducido por PanamPost,
18/01/22) resume la Región como «una
panoplia de Estados divididos [sin] la
capacidad de legitimar la autoridad institucional, lo que [disminuye el] crecimiento».
¿Y
la gobernabilidad? Ah, mientras tanto una piltrafa.
(pd: De las oposiciones, “bien gracias”. Quedan en el tintero… por ahora)
Información consultada
http://etimologias.dechile.net/?n.eque
http://luisantoniodevillena.es/web/articulos/jean-dormesson-la-ineptocracia-ahora/
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1029-30192016000900017
https://arqueologiamexicana.mx/mexico-antiguo/deidades-ambivalentes
https://datos.bancomundial.org/indicator/NY.GDP.MKTP.KD.ZG?locations=BO
https://datosmacro.expansion.com/paises/bolivia
https://eldeber.com.bo/opinion/a-quien-representan-los-parlamentarios_263727
https://es.wikipedia.org/wiki/Epigénesis
https://es.wikipedia.org/wiki/Hibris
https://es.wikipedia.org/wiki/Homúnculo
https://es.wikipedia.org/wiki/Jano
https://es.wikipedia.org/wiki/Kali
https://hmong.es/wiki/Pinch_hitter
https://panampost.com/imises/2022/01/18/colonialismo-desigualdad/
https://spectrummagazine.org/article/caf%25C3%25A9-hispano/2012/03/22/el-dios-ambivalente
https://urgente.bo/noticia/arce-informa-los-cocaleros-que-no-habrá-cambio-de-ministros
https://www.ahoraelpueblo.bo/el-sindrome-de-hubris-y-la-lucha-por-el-poder/
https://www.bancomundial.org/es/country/bolivia/overview#1
https://www.bcb.gob.bo/webdocs/11_comunicados/CP_14PACTOFISCAL2021_0.pdf
https://www.la-razon.com/economia/2022/01/12/bolivia-entre-los-3-paises-con-mayor-crecimiento/
https://www.paginasiete.bo/ideas/2022/1/16/luis-arce-retroceder-para-gobernar-320660.html
https://www.paginasiete.bo/opinion/2022/1/18/el-fracaso-de-un-estado-sin-instituciones-321013.html
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