martes, 5 de febrero de 2013

Año de Epifanías

Recién fue la Fiesta de la Epifanía, cristiana Revelación del Hijo de Dios pero, también y desde tiempos inmemoriales, día de celebrar el renacer del Sol. Y el 2013 latinoamericano, ante la llegada de la Luz, estará con luces y, aunque no queramos, sombras.

Recientemente (http://e-lecciones.net/opinion/?numero=994&p=d&show=1) revisaba que se nos manifestará este año; veamos hitos.

México estrenó gobierno y necesita frenar la violencia del narcotráfico, a la vez que ahuyentar los fantasmas priistas de corrupción y autoritarismo.

Guatemala —y toda Centroamérica— urge acabar con el narcotráfico. La iniciativa de Pérez Molina —con otros líderes regionales— para despenalizar el consumo pudiera ser una opción, aún primigenia.

Honduras, con sus nuevas elecciones acabará la etiqueta antidemocrática: La reinserción política de Zelaya Rosales —con la candidatura de su esposa Xiomara Castro Sarmiento por su nuevo partido LIBRE— lo avala.

Nicaragua —país bolivariano— deberá superar el estigma de continuismo sin dejar de beneficiar a los pobres y con menor apoyo económico venezolano.

Cuba tiene que salir de su permanente crisis arriesgándose a profundizar las medidas empezadas aunque el costo político es previsible y el social, más.

Haití seguirá sus eternas agonías, mientras República Dominicana deberá parar su crisis y —con CARICOM— prever los cambios en PetroCaribe. El vecino Puerto Rico avanzará a la estatidad.

Colombia tiene 3 retos fundamentales: seguir creciendo económicamente, definir su proyecto de Paz y romper el círculo de la droga —omnipresente sobre el segundo.

Ecuador, con oposición atomizada, reelegirá a Correa Delgado; para él, su reto será el liderazgo de la ALBA, como ya ha iniciado.

Perú y Chile, a pesar de sus diferencias, avanzan sin etiquetas políticas en la beneficiosa integración del Pacífico, con México y Colombia. En Chile, con independencia de quien gane en noviembre, los cambios serán de matiz.

Bolivia tiene que seguir creciendo su economía pero independizarse de exportaciones primarias y escapar de tantas consignas y divisiones.

Argentina yerra en economía doméstica —los “cacerolazos” no son victoria de “la derecha”—, en macroeconomía y en enemigos irreconciliables. Octubre demostrará cuánto le afectó (antes, en marzo, Las Malvinas realizará un referendo sobre su estatus político).

Las elecciones democráticas de abril en Paraguay romperán el aislamiento impuesto —consigna política.

Para MERCOSUR, será año definitorio. Uruguay transitará a sus elecciones en 2014.

En Brasil, el poslulismo de la Presidente Roussef se consolidará combatiendo la corrupción; sus retos serán reflotar su ralentizada economía —pero no en crisis—, combatir el narcotráfico y cumplir sus metas mundialistas para 2014. Deberá líderar UNASUR.

Venezuela está en su hora difícil: Con una oposición hoy debilitada y desmoralizada tras perder 2 elecciones consecutivas, sino consolida un chavismo sin Chávez Frías puede caer en anarquías sectarias: La enfermedad del Presidente relecto —objeto de penosos sensacionalismos y muy mal comunicada por el Gobierno— es su desencadenante.