«Lo que tenemos que aprender, lo aprendemos haciendo.» [Aristóteles, filósofo griego]

Para esta columna hay mucho de qué escribir y el espacio no es flexible. Tocaré, escuetamente, 2 temas: elecciones en Beni y la CELAC.

BENI. El domingo pasado se votó para Gobernador del Departamento en lugar del suspendido y después renunciante —para facilitar las elecciones— Suárez Sattori.

No analizaré votos ni campañas —abundan comentarios— sino los aprendizajes que deja esta elección. El primero, para la oposición: Unida y sin personalismos puede ganar reñidas elecciones locales —como también fue en Sucre—, pero que evite un errado triunfalismo prematuro. El segundo, para el MAS: Utilizar ampliamente al Presidente Morales Ayma —su carisma— en campañas locales no les da el triunfo —como tampoco en las municipales 2010— y lo desgasta y aleja de sus funciones. El tercero, para sectores oportunistas —del MNR beniano— y aislacionistas —MSM—: Tienen pocas oportunidades; en el caso del MSM, ha sido precisamente en las dos elecciones locales donde ganó la oposición unida —sin ellos— donde ha tenido muy malos resultados: las enseñanzas de López Obrador y el PRD mexicano deberían estudiarse por Del Granado Cosío y por el MSM.

El ejemplo de Suárez Sattori y Beni debería ser, además, recogido por el también suspendido Gobernador de Tarija Cossío Cortez, negado a renunciar so pretexto de perder su asilo en Paraguay.

CELAC. El 27 y 28 de enero se realizará en Santiago de Chile la I Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños. Creada hace poco más de un año, ya acá en mi columna del 13/12/2011 (“Nihil novum sub sole”) auguraba que su centro iba a ser lo económico, y el tiempo me da la razón: al revisar las informaciones de prensa publicadas desde diciembre en la Región sobre el evento, lo que menos se habla es de la reunión de Jefes de Estado y Gobierno (exceptuando la prensa cubana, país que recibirá de Chile la Presidencia Pro Témpore, y algo poco en la chilena) y sí abundante de la VII Cumbre Unión Europea - América Latina Caribe (ahora denominada I Cumbre UE-CELAC) y de la IV Cumbre Empresarial CELAC-UE (antes América Latina Caribe - Unión Europea), a realizarse entre el 25 y 27 en Santiago.

En mi columna mencionada, de la CELAC —promovida por los países bolivarianos— pronosticaba otras 2 cosas: la primera, que no lograría su objetivo de sustituir a la Organización de Estados Americanos (OEA) porque esto no le interesaba al resto de los 33 países integrantes, y se constituiría en un foro paralelo sin la participación de EEUU ni Canadá y sí con Cuba; y la segunda, que no se distinguiría de otros organismos integradores regionales, o subregionales, existentes: UNASUR, CAN, MERCOSUR, ALADI, SELA, CARICOM, ALBA-TCP, SICA, MCCA... Se cumplieron.

Sin sede ni estructura permanente, la CELAC no pasa de ser otra organización más aunque menos dispendiosa. La Presidencia Pro Témpore de Cuba —aceptada como una democracia diferente— poco podrá hacer más allá de su proyección propia.