domingo, 3 de diciembre de 2017

ARA San Juan: Muchas preguntas sin respuestas|


Este 30 de noviembre, la Armada de la República Argentina dio por finalizada la búsqueda de su desaparecido submarino ARA San Juan, del que se terminaron los contactos desde el 15 de noviembre pasado frente a la costa de la Patagonia argentina con 44 personas a bordo.
Esperanzas, expectativas y solidaridad internacional representada por 18 países apoyando en la búsqueda del ARA San Juan S-42, el más “nuevo” —a pesar de haber sido botado hace 24 años, en 1983— de los tres que estaban activos en la Armada, que terminaron el jueves al final de la tarde cuando el vocero naval, capitán de navío Enrique Balbi —también submarinista—, anunció que “se declaró finalizado [la] búsqueda y rescate”. Dolor y desgarros de familiares, amigos y colegas y la consolidación de muchas preguntas —aún sin respuestas— en la opinión pública.

Preguntas que cuestionan, primero, por qué los mandos de la Armada demoraron dos días en iniciar la búsqueda del San Juan y cinco, en total, en brindar información —la explosión hidroacústica en la zona de última comunicación— que estaba en su poder desde el primer momento. Preguntas que incluyen por qué iban 44 personas a bordo del submarino aunque 37 marinos —8 oficiales y 29 suboficiales— era su tripulación oficial —y hubieran sido más si dos tripulantes no hubieran quedado en tierra; los demás a bordo fueron identificados como buzos tácticos, aunque —oficialmente, al menos— el S-42 no estaba en misión especial.  Preguntas que indagan cómo fue que la Reparación de Media Vida —un upgrade a fondo que le hubiera permitido extender su vida útil por 30 años más— que debía durar dos años se extendió en astilleros locales por siete —2007 a 2014—, bajo tres ministros de Defensa kirchneristas: Nilda Garré —2005-2010, hoy diputada—, Arturo Puricelli —2010-2013— y Agustín Rossi —2010-2015, hoy parlamentario— y costó treinta millones de pesos más que los setenta presupuestados y, a pesar de eso, arrastrar las denuncias de que las reparaciones fueron significativamente menores que las programadas —entre ellas, el cambio completo de las baterías, presunta causa del accidente por incendiarse, que en realidad no fue más que el de su carcaza.

Aunque la corrupción en mandos militares no es excepcional en la región —con casos recientes en Chile, Perú, Bolivia y Uruguay, éste que involucró a tres diferentes cabezas de su Armada—, el actual en la Argentina se une a la multiplicidad de procesos actuales y denuncias de corrupción en la era K y arrastra los escándalos similares en sus fuerzas armadas desde los gobiernos de Carlos Ménem, el más mediatizado el de los cohetes desviados a Croacia y Ecuador.

En enero de 201, Macri declaró que “la corrupción se instaló en la sociedad argentina”. En los tribunales se debatirá la de la Armada, que le costará el cargo a la cúpula de las FFAA y, posible, al ministro actual.

Información consultada

https://www.youtube.com/watch?v=eZRjypPBt5A

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