Cuando los electores
paraguayos ejerzan su derecho democrático el próximo 21 de abril, además de elegir a su Presidente,
parlamentarios y gobernadores estarán liberándose del estigma impuesto por los demás gobiernos del MERCOSUR —hasta
entonces Brasil, Argentina y Uruguay— y secundado por los de
UNASUR tras la destitución
congresal del expresidente Lugo Méndez y que el mandatario uruguayo Mujica
Cordano claramente definió en la que “lo político superaba largamente lo
jurídico”. Con esta elección y a pesar de augurios negativos de algunos gobiernos y la
ambivalencia del mismo Lugo Méndez —su permanente crítico pero postulado
al Senado—, se reafirmará el status democrático del país.
Uno de los dos países menos poblados de la Sudamérica latina,
Paraguay en 2008 —año de la elección del exobispo católico Lugo Méndez a la
Presidencia con la Alianza Patriótica para el Cambio (APC), asociación de 34
partidos y organizaciones, entre ellos los Partidos Liberal Radical Auténtico (PRLA)
y sectores importantes del Patria Querida (PPQ), segundo y tercero en votación
en 2003— cerró 61 años ininterrumpidos de gobierno por la Asociación Nacional
Republicana (Partido Colorado); como los Colorados ya también habían gobernado
el país entre 1887
y 1904,
con sus 78 años en el Poder eran el partido más longevo gobernando, superando
al Revolucionario Institucional (PRI) mexicano y el Comunista Cubano. Esta
victoria creó el mito del aporte decisivo a la victoria de Lugo y sectores de izquierda —aunque la APC iba de
centroderecha a izquierda radical cuando,
en realidad, en 2003 el PRLA y PPQ habían alcanzado, sumados sus votos
separados, 4,2% de votos más que APC en 2008.
Ahora participarán 11 candidaturas
presidenciales, pero las únicas con opción de victoria son las del Partido
Colorado con Horacio Cartes Jara —rico empresario muy cuestionado por
contrabando, entre otras acusaciones— y la Alianza Paraguay Alegre
—del PRLA y el Democrático Progresista, entre otros—
con Efraín Alegre Sasiain. Del resto de las listas, sólo Concertación
Avanza País, UNACE —muy reducida por la muerte accidental de su
fundador y candidato, Lino Oviedo
Silva—, PPQ y Concertación Nacional Frente Guasú (FG)
—de Lugo Méndez— podrán superar 1% de sufragios.
Todos los pronósticos —con
escasas encuestas, algunas tendenciosas— dan la victoria a los
Colorados, que regresarán más rápido al poder que el PRI —que
en 2012 lo logró luego de dos sexenios.
Un dato curioso: FG obtendría
poco más de 1% de votos pero sus candidatos parlamentarios tendrían resultados
importantes.
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