domingo, 3 de marzo de 2013

Las tareas del Sucesor de Pedro


Cuando la fumata bianca escape de la Capilla Sixtina y el cardenal protodiácono Jean-Louis Tauran proclame el Habemus Papam!, deberá agregar: Et labore multum!

Porque al nuevo Vicario de Cristo —264 de la historia de la Iglesia, descontando antipapas, y Papado 266 (Benedicto IX lo fue 3 veces, luego excomulgado)— le esperan ingentes tareas para las que el renunciado Papa Emérito no se consideró apto para encarar.

El carisma del nuevo Santo Padre las priorizará pero el Sucesor de Pedro tendrá que ejercer su poder para combatir los problemas que los Vatileaks empezaron a desnudar; además, el Santo Padre deberá profundizar la labor de Benedicto XVI para romper el silencio —y complicidad por omisión— sobre los casos de pedofilia cometidos por eclesiásticos; con ambos, el Sumo Pontífice deberá recuperar la percepción comprometida de la Iglesia en el mundo para —en el Año de la Fe— frenar el drenaje de fieles hacia las denominaciones evangélicas y el ateísmo.

También el Obispo de Roma deberá mejorar las relaciones con los musulmanes —afectadas por su antecesor—, avanzar en el ecumenismo de Juan Pablo II y recuperar el espíritu de Vaticano II, sin excluir las discusiones sobre el celibato y la ordenación femenina ni silenciar voces “disidentes”.

Con todo ello y más, el Siervo de los siervos de Dios será, realmente, el Patriarca de la Iglesia Universal.



Referencias



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