miércoles, 18 de marzo de 2015

Cuando la tempestad crece, los políticos tienen que tragar sapos


Un millón de personas en São Paulo en la más multitudinaria protesta de la democracia brasileña —decenas de miles en otras ciudades— rechazaron el creciente desgaste de la situación socioeconómica del país, la corrupción de una buena parte de la clase política y la actitud de su mandataria.

Muchos de los manifestantes del domingo eran de la clase media emergente, beneficiados por los años recientes de bonanza tras las profundas reformas de Fernando Henrique Cardoso y ampliadas después por Luiz Inácio da Silva —quien negado ese antecedente. A todos les afecta la recesión —real— de la economía y la inflación, junto con la subida de los impuestos, la gasolina y la energía eléctrica y los recortes a los programas socioeconómicos de las medidas de ajuste del nuevo ministro de Economía, el liberal Joaquím Levy—, a lo que se suma el escándalo Petrobras que, además de descubrir un esquema de corrupción mayor que el mensalão —con el que el PT institucionalizó la corrupción política durante el primer gobierno de Lula da Silva—, ha desplomado a menos de la mitad su valor bursátil en un escándalo que mancha directamente a la Presidente Rousseff —por negligencia o por aceptación. 

Recién reelecta apretadamente —3%—, Rousseff afronta el peor escenario posible en un país muy preocupado. Sin la fuerza del PT de años atrás —sólo pudieron congregar 40.000 personas en São Paulo en su apoyo—, la presidente tuvo que aplicar duras medidas restrictivas, las mismas que durante la campaña acusó a la oposición.

Para Neves lo mejor fue no ganar. Rousseff está haciendo el trabajo sucio que socaba sus consignas y que,  junto con transparentarse la corrupción, anula las posibilidades futuras de regreso al poder de su mentor, un cada vez más disminuido Lula da Silva y peligra la libertad en la cúpula petista.

A tempestade perfeita.

Información consultada


http://spanish.irib.ir/análisis/artículos/item/136420-el-crecimiento-económico-de-brasil-durante-los-últimos-10-años

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