En su peculiar estilo desenfadado, el presidente uruguayo José Mujica Cordano fijó su posición sobre el debate de la despenalización de las drogas y respondió con la frase del título a los críticos de la legalización de la marihuana en Uruguay.
Este debate desnuda el
fracaso de las políticas de combate a las drogas en Latinoamérica —principalmente
cocaína y, en segundo lugar, marihuana y heroína— frente al crecimiento
exponencial de su producción y comercio en casi toda la Región, generando cada
vez mayor drogodependencia de variados sectores de la sociedad, una poderosa
economía subterránea vinculada con el narcotráfico que genera corrupción política y policial y la reducción de la violencia, que en
México y el Triángulo Norte centroamericano —Guatemala, Honduras y El
Salvador—, así como en Venezuela, Colombia y Brasil, por
sólo citar los más manifiestos, ha tenido niveles altísimos.
Para sus defensores,
la despenalización desfinanciaría a los cárteles de la droga y reduciría sus actividades ilícitas, por
ende la violencia. En este sentido, el presidente de Guatemala Otto Pérez
Molina desde su asunción en 2012 ha defendido la legalización de la marihuana y
de la amapola —base para la heroína—
con fines terapéuticos.
La Comisión Global de
Políticas sobre Drogas —integrada por el exsecretario general de NNUU
Kofi Annan, expresidentes como Fernando
Henrique Cardoso (Brasil), Ernesto Zedillo (México), César Gaviria (Colombia),
Ricardo Lagos (Chile), Aleksander Kwasniewski (Polonia), Ruth Dreifuss (Suiza)
y Jorge Sampaio (Portugal) y otras
personalidades como el escritor y
Premio Nobel Mario Vargas Llosa— recomienda
el cambio radical ante el fracaso
de las medidas prohibitivas y punitivas en todo el mundo, incluyendo
despenalizar el consumo y posesión de drogas y la regulación responsable de las
sustancias psicoactivas.
Un largo camino polémico.
Y tu posición es...?
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