viernes, 23 de mayo de 2014

El Frente Amplio del Uruguay: ¿Un modelo a seguir?

(Originalmente: "Frente Amplio del Uruguay - Experiencia en democracia")

«El mundo no es en blanco y negro […] y que nadie, por poderoso que sea, es el único propietario de la verdad. En el mundo actual, tener fuerza no implica tener razón, ser rico no implica ser próspero, y ser diferentes no implica tener que ser desiguales.» [Tabaré Vázquez Rosas, 39º Presidente Constitucional de la República Oriental del Uruguay]

Cuando The Economist en 2013 eligió a Uruguay como su primer “país del año”, reconocía la trayectoria histórica de una sociedad que —con el interregno dictatorial de 1973-1985— ha sabido fomentar su civilidad y cultura democrática en los últimos dos siglos, instruyendo su población como prioridad. Desde este principio se puede entender la convivencia respetuosa dentro de la política uruguaya entre todas las tendencias políticas y, en específico, del espectro desde el centro-centroizquierda hasta la izquierda radical en el Frente Amplio.[1]

Nace el Frente Amplio

El Frente Amplio fue fundado en 1971, dos años antes de la dictadura cívico militar, como constatación que diferentes ideologías —comunismo, socialismo, socialdemocracia, democracia cristiana e, incluso, liberalismo— podían unirse para defender intereses comunes, respectando sus diferencias, haciendo oposición efectiva y alcanzar el poder.[2] En su fundación, lo integraron organizaciones con larga trayectoria de centro, centroizquierda e izquierda —los partidos Demócrata Cristiano, Socialista y Comunista—, otros partidos y movimientos de izquierda —Frente Socialista, Patria Grande, Unión Popular, Partido Obrero Revolucionario, Movimiento Independiente 7 de Octubre, entre otros—, grupos disidentes de los Partidos Nacional[3] —Movimientos Popular Frenteamplista y Patria Grande— y Colorado —Movimientos Pregón y Por el Gobierno del Pueblo—, así como personalidades independientes, como el general en retiro Líber Seregni Mosquera, ex Colorado. Seregni Mosquera —quien renunció a su estado militar activo por razones atribuidas con su desacuerdo con las represiones del entonces gobierno colorado de Jorge Pacheco Areco— fue elegido primer presidente del Frente y su candidato a la Presidencia de la República en las elecciones de ese año, donde logró el tercer lugar[4] con 18,3% de los votos válidos y 5 senadores (de 30) y 18 diputados (de 99).

Tras el golpe de estado de 1973, el Frente Amplio fue proscrito y reprimido junto con todas las fuerzas políticas y partidos que la formaban y su líder, Seregni Mosquera, fue encarcelado; recién en 1984 se levantaron las proscripciones.[5] El Frente Amplio continuó operando desde la clandestinidad, como parte de la Resistencia a la dictadura y muchos de sus integrantes fueron detenidos, torturados y encarcelados por años.[6]

En las elecciones previas al regreso a la democracia, en 1984, el Frente Amplio —con Seregni Mosquera aún proscrito políticamente— quedó en tercer lugar, tras los Partidos Colorado —su candidato, Julio María Sanguinetti Coirolo, fue el nuevo presidente— y Nacional; obtuvo 20,77% de los votos y 21 diputados y 6 senadores.

En las elecciones nacionales de 1989, ya con el general Seregni Mosquera como candidato presidencial, el Frente Amplio ascendió en votación a 21,23% de los válidos —nuevamente tercero por detrás del candidato blanco electo, Luis Alberto Lacalle de Herrera, y del Partido Colorado— y aumentó sus legisladores en 1 senador.[7]

Pero ese mismo año, en las elecciones departamentales, su candidato Tabaré Vázquez Rosas fue electo Intendente de Montevideo con 36,8% de los votos válidos. Esta victoria —la primera que rompería la hegemonía blanco-colorada (sobre todo colorada) desde 1909 y que la coalición no perdería en las sucesivas hasta la actualidad— en el gobierno del departamento de Montevideo —el más poblado del país: 40,14% de los uruguayos (2011)— le permitiría a Vázquez Rosas convertirse en el líder del Frente Amplio y, como tal, el candidato presidencial para las elecciones de 1994, 1999 y 2004.

A partir de 1994, el Frente Amplio amplió sus miembros y crece electoralmente; ese año obtuvo 30,61% de los votos efectivos y Vázquez Rosas queda en tercer lugar, a escaso 1,74% —35.202 votos— del nuevamente ganador colorado Sanguinetti Coirolo, obteniendo 31 diputados y 9 senadores, que unidos a los 5 diputados y 1 senador nuevoespacistas[8] le hicieron primera mayoría en el Poder Legislativo, la que repetirían sucesivamente en 1999,[9] 2004[10] y 2009.[11]

En 1999 se aplicó por vez primera el sistema de elecciones internas. En ellas, Vázquez Rosas venció a su contrincante por más de 5 a 1 y en el ballotage de las generales de ese año —primera vez que se implementaba—quedó en segundo lugar, con 45,87% de los votos válidos.[12] Es importante destacar que Vázquez Rosas había ganado la primera vuelta electoral con 157.287 (7,3%) más que su oponente, Jorge Batlle Ibáñez; sin embargo, en la segunda vuelta electoral, Batlle Ibáñez obtuvo apoyo de los votos del candidato perdedor del Partido Nacional.[13] En estas elecciones, la coalición por primera vez se convierte en la principal fuerza electoral del país y logra 40% de parlamentarios.

Con este panorama previo, el Frente Amplio llega a las elecciones generales de 2004 en coalición con Nuevo Espacio bajo la denominación Encuentro Progresista-Frente Amplio-Nueva Mayoría. En estas elecciones, la coalición triunfaría en primera vuelta con 50,45% de los votos (1.124.761), arriba del candidato blanco (34.30%) y mucho más del colorado (10,36%), convirtiéndose Tabaré Vázquez Rosas en el primer presidente democrático de la República Oriental del Uruguay proveniente de la izquierda, desde que en 1825 fuera elegido como primer Presidente constitucional del país José Fructuoso Rivera y Toscana, fundador del Partido Colorado.

El Frente Amplio gobierna[14]

Luego de estas elecciones y de la recomposición de Encuentro Progresista y Nuevo Espacio dentro del Frente Amplio, éste inicia su transformación de agrupación opositora —creada para dar supervivencia y voz al amplio espectro de organizaciones políticas fuera de los dos partidos tradicionales— a gobernante, estableciendo el nuevo Presidente como estilo pragmático de gestión  el escuchar posiciones —tanto de aliados como de opositores—, debatir y conciliar, desproveyéndolo de sectarismos; esta forma de política le permitiría al Frente Amplio afianzarse y proyectarse en otra nueva gestión.[15]

Entre sus programas de gobierno más conocidos —y exitosos— estuvieron: Plan de Emergencia Social —para enfrentar la pobreza y atender necesidades básicas en alimentación y salud: 80.000 hogares ingresaron al Plan y 335.000 mil recibieron el Ingreso Ciudadano—; Plan de Equidad —su continuación: servicios sociales universales, trabajo digno y prestaciones sociales básicas—; Reforma de Salud —creación del Fondo Nacional de Salud y el Sistema Nacional Integrado de Salud y descentralización de la Administración de los Servicios de Salud del Estado—; Decreto antitabaquismo "Un millón de gracias" —prohibición total de consumo de tabaco en lugares públicos cerrados y de toda su publicidad mediática—,celebrado internacionalmente; aclaración de delitos de lesa humanidad —documentándolos y excluyendo de la Ley de Caducidad las "cabezas", incluidos los dos ex presidentes de facto vivos, Bordaberry Arocena y Gregorio Álvarez Armelino—; Programa "Uruguay Trabaja"; reducción del desempleo —de 17% en 2002 a 7,7% en 2007—; Plan Ceiba —una computadora portátil para cada maestro y alumno de todas las escuelas públicas—, otro de los más reconocidos; Plan Cardales —democratizar la tecnología (televisión por cable, telefonía móvil y fija e Internet) en forma simultánea y muy económica—; "Gol al Futuro" —obligando a estudiar a los jóvenes futbolistas—; Programa de alfabetización —para personas en contexto crítico: mayores de 18 años con educación primaria inconclusa—; Reforma tributaria "Uruguay Avanza" —nuevo sistema de impuestos que incluía la renta de las personas físicas. En su política internacional, se destacó por reanudar relaciones con Cuba; amistad entre los gobiernos uruguayo y venezolano; enfrentamientos con Argentina; duras críticas al MERCOSUR; negativa a firmar un TLC con EEUU; mejora de las relaciones con Bolivia, Chile, Brasil y Ecuador, y apertura comercial con Nueva Zelanda, Rusia, China, India y Emiratos Árabes Unidos.

En las elecciones internas de 2009, los ciudadanos afines con el Frente Amplio seleccionaron como candidato presidencial[16] a José Mujica Cordano, ex guerrillero, diputado y senador, ministro durante casi toda la gestión Vázquez Rosas y líder del Movimiento de Participación Popular.[17]

Las elecciones generales de ese año fueron las más confrontadas del actual período democrático, enfrentándose Mujica Cordano con candidatos de los partidos Nacional —nuevamente el expresidente Lacalle de Herrera—, Colorado —Pedro Bordaberry Herrán, hijo del expresidente y dictador Bordaberry Arocena—, Independiente y Asamblea Popular. Aunque Mujica Cordano obtuvo la primera mayoría (203.128 votos más que su siguiente contendor, Lacalle de Herrera), al no obtener la mitad más uno de los sufragios, tuvo que ir a segundas vueltas; en ésta, ganó con 52.39% de los votos, lo que le permitió convertirse en el Presidente electo, jurando su cargo ante su propia esposa, la ex guerrillera Lucía Topolansky Saavedra, primera Senadora de la Nación.

La Administración del actual Presidente —más cercana a los movimientos bolivarianos y afines que la anterior— ha continuado el modelo social de Estado benefactor de la anterior Gestión, apoyada en su mayoría parlamentaria simple en ambas Cámaras, lo que le ha  permitido promover políticas como la de “muerte digna”, derecho al aborto —vetada por Vázquez Rosas—, matrimonio igualitario con derecho de adopción y legalización y regulación de la venta de marihuana. Otras importantes han sido el Plan de Integración Socio-Habitacional «Juntos» —continuación del Plan de Emergencia, para proveer de hogares a familias carenciadas—, proyecto de la Universidad Tecnológica del Uruguay y desbloqueo del conflicto con Argentina por plantas de celulosa.

Sin embargo, magros resultados en 2010 [18] obligaron al Frente Amplio a un proceso de análisis interno.

El Frente Amplio del Uruguay hoy

Quizás los dos problemas principales a los que hoy se enfrenta la coalición son la eventual pérdida de convocatoria electoral y la insatisfacción de militantes originales por el incumplimiento de postulados iniciales. Frente a esto, ya en 2011 el ex presidente Vázquez Rosas propuso actualizarlo ideológicamente y modernizar su estructura organizativa.

Luego que en 2012, por primera vez el Frente Amplio definiera a su nuevo presidente —Mónica Xavier Yelpo— en elecciones abiertas, para las internas de este año se enfrentan el ex presidente Vázquez Rosas —el político más popular de Uruguay: 70% de popularidad y 17% de impopularidad (2010), con el apoyo de los principales sectores de la coalición—[19] y la senadora Constanza Moreira, contestataria de la estructura frenteamplista y apoyada por sectores minoritarios.[20] Entre ambos, saldrá el candidato que representará a la coalición este año.
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El Frente Amplio uruguayo pudo llegar al poder, mantenerlo —y, con probabilidad, reproducirlo— porque, dentro de la lucha política, se rescataron ideas y no protagonistas, se respetó a los adversarios sin claudicar, se debatió sin odios y se concilió sin dobles discursos pero, sobre todo, porque sus integrantes entendieron que la coalición era un fin y no un medio, aceptaron renunciar a premisas propias no fundamentales en pro de alcanzar un Proyecto País. Todo esto dentro del espíritu democrático muy acendrado en Uruguay.

The Economist concluye su elección con una feraz definición: «Modest yet bold, liberal and fun-loving, Uruguay is our country of the year.»[21]


[1]     Actualmente pero con posible menos armonía, un fenómeno similar se está dando con la Nueva Mayoría que gobierna en Chile, tras un Proyecto País con varios componentes —educativo, social, económico, constitucional— que son vistos con ópticas no coincidentes por sus integrantes.
[2]     Un ejemplo muy actual de ello es la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) venezolana, donde coinciden movimientos, partidos y organizaciones de disímiles tendencias con un objetivo común: poder hacer oposición efectiva al chavismo.
[3]     O Blanco. Fundado en 1836 a la vez que el Colorado, los dos más tradicionales dentro de la política uruguaya y que han ocupado democráticamente la Presidencia desde el inicio de la República.
[4]    El segundo lugar lo ocupó el Partido Nacional, que denunció las elecciones como fraudulentas, perdiendo por 0,8% de los sufragios frente a Juan María Bordaberry Arocena (Partido Colorado), Presidente constitucional entre 1972 y 1973 y dictador entre 1973 y 1976. Fueron las primeras elecciones uruguayas con voto obligatorio y con derecho al sufragio de los soldados de línea.
[5]     Líber Seregni Mosquera estuvo encarcelado entre julio de 1973 y noviembre de 1974 y entre enero de 1976 y marzo de 1984 y los últimos presos políticos fueron liberados recién en 1985.
[6]     También los integrantes de la Convención Nacional de Trabajadores (CNT). Durante el período dictatorial hubo más de 12.000 detenidos y torturados, entre ellos el actual presidente, José Mujica Cordano, guerrillero urbano.
[7]     21 diputados y 7 senadores.
[8]        Nuevo Espacio fue un grupo político uruguayo fundado en 1994 tras el desgajamiento de algunos sectores del Frente Amplio, al que se reincorporó oficialmente en 2005, aunque ya en las elecciones de 2004 —ganadas por el Frente Amplio— fueron en alianza.
[9]     40 diputados y 12 senadores (4 y 1 de Nuevo Espacio, respectivamente).
[10]    51 diputados y 16 senadores. Ya Nuevo Espacio estaba reintegrado al Frente Amplio.
[11]    50 diputados y 16 senadores.
[12]    El candidato electo, Batlle Ibáñez, alcanzó 176.659 (14,03%) votos válidos más.
[13]    El expresidente Lacalle de Herrera.
[14]    En las elecciones departamentales de 2005, también por primera vez el Frente Amplio logró vencer en ocho intendencias. Sin embargo, en las siguientes elecciones en 2010 perdió cuatro de ellas aunque ganó un departamento que había quedado en poder de la oposición.
[15]    Y que también le desgajaría algunos sectores minoritarios descontentos con esa apertura. Esta oposición de izquierda radical se coaligó en la denominada Unidad Popular que integran los poco significativos Asamblea Popular, Movimiento 26 de Marzo, Partido Comunista Revolucionario, Movimiento de Defensa de los Jubilados, Movimiento Avanzar, Partido Humanista, Agrupación Nacional ProUNIR, Partido Bolchevique del Uruguay, Refundación Comunista, Intransigencia Socialista y Partido Obrero y Campesino del Uruguay.
[16]    En Uruguay no existe reelección inmediata.
[17]    Fundado en 1989 por los integrantes de la guerrilla urbana del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros e integrado al Frente Amplio desde entonces. En una primera época, el Movimiento de Participación Popular estuvo también formado por otros sectores de la izquierda radical: Partido por la Victoria del Pueblo, Movimiento Revolucionario Oriental, Partido Comunista Revolucionario y Partido Socialista de los Trabajadores.
[18]    Además de la pérdida de varias Intendencias, en Montevideo la Intendente electa del Frente Amplio obtuvo 16% menos que lo que ganó el Frente Amplio en 2004, el primer descenso electoral local de la coalición desde 1989.
[19]    Partido Socialista, Partido Obrero Revolucionario, Movimiento de Participación Popular, Frente Líber Seregni (integrado por Asamblea Uruguay, Banderas de Líber, Alianza Progresista y Nuevo Espacio), Frente Unido (integrado por Vertiente Artiguista, Movimiento Alternativa Socialista y Corriente de Integración Frenteamplista de Maldonado), Agrupación 13 de diciembre, Compromiso Frenteamplista, Partido Comunista, Cabildo 1813, PAIS (Participación, Acción, Integración, Social), Frenteamplismo Auténtico, Claveles Rojos, Baluarte Progresista, Grupo Atabaque, CAP- L, Columna Progresista y Espacio Celeste.
[20]    Partido por la Victoria del Pueblo, Partido Socialista de los Trabajadores, Movimiento de Integración Alternativo, Grupo Magnolia, Grupo IR, Alternativa Frenteamplista, Frenteamplistas por el Cambio, Izquierda en Marcha y varias agrupaciones de base.
[21]    «Modesto pero audaz, liberal y amante de la diversión. Uruguay es nuestro país del año.»

Referencias





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