domingo, 29 de julio de 2012

Payá y la orfandad de la oposición en Cuba


La muerte la semana pasada de Oswaldo Payá Sardiñas dejó a la oposición moderada cubana sin un liderazgo. Católico ferviente, su oposición al Gobierno del Partido Comunista siempre se basó en promover cambios políticos no violentos dentro de los marcos legales del país, presentando a la Asamblea Nacional del Poder Popular en 2002 el Proyecto Varela –para elecciones plurales y libertad de expresión, con miles de firmas de ciudadanos– y en 2010 el Proyecto Heredia para el Reencuentro Nacional. Aunque ambos Proyectos no fueron considerados, lo posicionó en su mensaje no violento.

Firme crítico de las sanciones económicas a su país y de la política republicana para Cuba –discrepando con sectores radicales del exilio–, sus posiciones fueron criticadas tanto por el gobierno cubano como por sectores menos moderados de la oposición cubana, principalmente en el exilio. Vicepresidente de Honor de la Internacional Demócrata de Centro y Premio Andrei Sajarov a los Derechos Humanos del Parlamento Europeo, Payá Sardiñas logró convertirse en un moderador de esa misma oposición en el país y –junto con Laura Pollán Toledo, líder de las Damas de Blanco y recientemente fallecida– tener la preminencia moral no violenta dentro de la oposición cubana.

Su muerte, en un accidente automovilístico cuyas causas están en proceso de investigación, deja en la orfandad a la oposición cubana interna –la que, a pesar de su dispersión y diferentes tendencias, le reconocía su liderazgo moral– y elimina un importante interlocutor moderado –indirecto a través de la jerarquía de la Iglesia Católica cubana, pero efectivo– entre la oposición –interna y externa– y el gobierno cubano, necesitado de afianzar su difícil apertura económica para evitar la crisis.


Referencias

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