El jueves pasado, al ir a comprar
entradas para las funciones del IX Festival Internacional de Música
Renacentista y Barroca Americana “Misiones de Chiquitos”, me encontré –exhausta
pero feliz porque ya empezaba– a Cecilia Kenning de Mansilla, la presidente de
la Asociación Pro Arte y Cultura (APAC), el voluntariado cruceño que creó y ha
hecho posible la realización de estos Festivales (y de los Internacionales de
Teatro Santa Cruz de la Sierra, los de Temporada de Música Misional y Teatro de
Chiquitos y los Encuentros Musicales Navideños, además de mantener su Fondo
Editorial que ha rescatado la música y cultura de Chiquitos y Moxos, de patrocinar
grupos musicales –como el Coro y Orquesta Arakaéndar, entre otros– y de desarrollar
un amplio programa de capacitación e investigación) y sólo tuve tiempo para
desearle, como todos y es seguro, éxitos. Paralelo a todo lo anterior, se han recuperado
de los templos jesuíticos muchas miles de hojas de música sacra en Chiquitos y en
Moxos, compuestas por músicos europeos e indígenas de las Misiones entre los
siglos XVII y XVIII, en un permanente trabajo de investigación protagonizado
por el musicólogo y sacerdote Piotr Nawrot, Director Artístico del Festival.
Porque este IX Festival será,
como los anteriores, un seguro éxito. Once días de música en templos de Santa
Cruz de la Sierra (Los Huérfanos y San Roque), las Misiones Jesuíticas de San
Xavier, Concepción, San Ignacio, Santa Ana, San Miguel y San Rafael de Velasco
(ésta la más lejana, a 544 kilómetros de la capital departamental), San José y
Santiago de Chiquitos y Buena Vista (Santos Desposorios de José y María), la
Misión Mercedaria de Porongo y la Franciscana de Villamontes, lugares donde este
año más de 50 grupos de 17 países
brindarán un centenar de conciertos (excepto los de la ciudad, todos gratuitos),
junto con el Simposio Internacional de Musicología y clases magistrales.
El
Festival Internacional de Música Renacentista y Barroca Americana “Misiones de
Chiquitos” ha sido calificado como el evento de música antigua más grande del
mundo y uno de los más importantes en su especialidad. Realizado desde 1996, ha
logrado el rescate de la música misional –tan importante parte de la cultura
boliviana y que la vincula con otras Misiones en Paraguay, Brasil y Argentina–
y efectuado presentaciones en múltiples y muy apartados lugares de los
Departamentos de Santa Cruz y Beni (aunque el factor económico ha conspirado
muchas veces contra las aspiraciones de sus creadores).
Mi
homenaje a Cecilia, a Piotr, a Marcelo Araúz (Director General del Festival) y
a todos los miembros de la APAC que trabajan desinteresada y esforzadamente por
la Cultura. También a los que hacen posible con su aporte este Festival:
gobiernos departamental y municipales, embajadas, organismos multilaterales, empresas
y personas particulares, a los que se ha unido recién el Ministerio de Culturas
nacional, un apoyo importante que deberá mantenerse a futuro.
Éste es
mi sentir y mi alegría.
Referencias:
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