Jose Rafael Vilar - 13 Ago 2025
Tic tac… tic toc… tic tac… tic toc… El próximo domingo 17, Bolivia se abocará a sus primeras elecciones generales con la muy alta probabilidad de una segunda vuelta. Se cerrarán con ella dos ciclos: uno económico que inició en 1985 y se desequilibró desde 2018 y otro polÃtico con dos partes: el de la democracia pactada desde 1982 a 2003 —con vaivenes, éxitos y fiascos— y el neomarxista-indianista entre 2003 y 2025. Pese a que algunos “comentaristas” que no quiere etiquetarse por diestros lo llaman erróneamente “nacionalismo-indigenista”, de nacionalista ni de indigenista tuvo un pelo… en la cabeza de Morales y su banda, con sus puentes fracasados durante transiciones constitucionales (que trine la Ministra de InJusticia con su “golpe”) de 2002 a 2005 y de post fraude de 2019 a 2020.
El fin de semana pasado cerró el bombardeo de encuestas de intención de voto: Desde mediados de junio once encuestas nos han intentado informar de las intenciones de los electores bolivianos: De Unitel el 1° de junio, el 13 y el 30 de julio y el 10 de agosto, trabajando con CIES Mori; del Grupo El Deber el 17 de junio, el 16 de julio y el 1° y el 8 de agosto con estudios por SPIE Consulting (no encontré su página web ni referencias de otros clientes ni estudios), y de la Red UNO el 27 de junio y el 10 de agosto con las investigaciones por CAPTURA Consulting. Es muy positivo (estadÃsticamente hablando) que para dichos estudios sus muestras estuvieran entre 1.500 y 2.500 (esto la última de CIES Mori) y el error muestral entre ± 2,2 % (levemente menor con ± 2,1 % la última mencionada); lo que es negativo es que algunos trabajadores de medios (virtuales y no virtuales) no sepan interpretar la estadÃstica (una falencia formativa usual entre nosotros) y que algún que otro opinador se insulte (por las mismas razones) porque un candidato de su preferencia bajó el (digamos) 1,5 % y el de su no-preferencia subió (supuestamente) lo mismo, obviando a) que esas subidas y bajadas estaban dentro del margen de error (± 2,2 o ± 2,1 % anunciados) y b) que las encuestas deben ser viabilizadas, antes de su realización y después de ella —antes de difundirse— por el Órgano Electoral Plurinacional y cualquier denuncia de pretendida manipulación es, a fin de cuentas, un cuestionamiento de credibilidad a ese Órgano Electoral. En fin, cuestiones de formación y herencia de la des-democratización que hemos vivido.
(El registro explÃcito de las encuestas en esta larga noche… perdón, perÃodo precomicial en Bolivia se prohÃbe en los dÃas del silencio electoral —14 al 17— pero no es óbice en un medio internacional como E-lecciones. Sigamos adelante).
De seguir este proceso electoral sin sucesos inesperados catastróficos —más de agoreros—, la noche del 17 tendremos dos ganadores para competir en segunda vuelta, el ballotage que inauguramos estas elecciones. Un análisis de tendencias puede verse en el gráfico a continuación.
(Acá nuevamente hago un paréntesis para una observación a un comentario hecho en uno de los paneles de la noche del domingo y que es muy común confundir en medios: Democracia directa no es la segunda vuelta, sino queda aclarado en el ArtÃculo 11.II.1 de la actual Constitución que el ejercicio de la democracia en Bolivia se ejerce «Directa y participativa, por medio del referendo, la iniciativa legislativa ciudadana, la revocatoria de mandato, la asamblea, el cabildo y la consulta previa. Las asambleas y cabildos tendrán carácter deliberativo conforme a Ley» y el ballotage es parte de lo que el numeral 2 del mismo ArtÃculo e inciso menciona como «Representativa, por medio de la elección de representantes por voto universal, directo y secreto, conforme a Ley», mención que hago para subsanar el gafe del panelista).
Por otro lado, existe ya una importante bolsa de apuestas sobre la elección, que solo en Polymarket supera los 7,5 millones de dólares. El mercado de apuestas coincide bis a bis con lo que van contándonos las encuestas.
Los mercados de apuestas como Polymarket, PredictIt o Betfair pueden ofrecer indicadores útiles. Son una fuente interesante de información y termómetro del “sentimiento del momento”, pero deben interpretarse con cautela y siempre en combinación con encuestas y análisis estructurados pues no son infalibles como predictores. Como elementos positivos tienen a su favor que agregan información dispersa y reflejan la percepción colectiva de muchos participantes, ofrecen gran sensibilidad en tiempo real y reaccionan rápido a eventos o noticias polÃticas. Sin embargo pueden estar sesgados por la composición del mercado (por ejemplo, mayorÃa de usuarios con una inclinación polÃtica pueden tener más capacidad de apostar en mercados sofisticados) y por ello mismo son susceptibles a manipulación (grandes apostadores pueden alterar precios).
La elección del domingo 17 nos deberÃa dejar cuatro grupos de resultados: uno de dos primeros, aptos para segunda vuelta, con el mayor peso perspectivo en senadores y plurinacionales (y probablemente en uninominales); otro de dos segundos con espacios previstos en ambas cámaras; uno de tercerones (utilizando desde acá la terminologÃa de las descendencias familiares al uso del Lazarillo de Tormes y demás de la Edad de Oro española) en orfandad en la espera de algunos pocos espacios legislativos, y otro grupo, cuarterones desheredados (a pesar de la trapisonderÃa y chicanerÃa populistas del más conocido de ellos).
Por último, coincido con uno de los panelistas, Fernando Hurtado, el sprint final de uno de los dos sólo se los puede dar la clarificación y “aterrizaje” de sus propuestas: qué y cómo beneficiarán al elector. Los demás temas —judiciales, constitucionales, de Estado de Derecho, de transparencia y contra la corrupción, de Pacto Fiscal, autonomÃas y cuál tipo de ellas— y el camino a las alianzas —renacimiento de la democracia pactada que deberÃa contar con primogénitos y, muy probable, el segundón más coincidente y propositivo— podrán ser explicados mucho mejor en el camino a la segunda vuelta.
Tic tac… tic toc… tic tac… tic toc… NO HAY MAS…
No hay comentarios:
Publicar un comentario