En 2008, la masacre de Porvenir en Pando —nunca completamente aclarada: lo reconoce el mismo informe de UNASUR, a pesar de su clara filiación— inició la crisis de la Media Luna opositora del régimen masista; el asalto y masacre del Hotel Las Américas en abril de 2009 y la Nueva Constitución aprobada y vigente, cerraron bruscamente el ciclo de la Media Luna. Sin ya oposición política beligerante —circunscrita a la Asamblea Legislativa Plurinacional y a pocos gobiernos subnacionales y sin voz en muchos medios de comunicación para no perder pauta gubernamental— y con los cuatro Poderes cooptados, en 2011 el Gobierno de Morales Ayma-García Linera pasó a la ofensiva de afianzar el Poder incluso contra su discurso “indigenista reivindicador”: la violenta represión —de nuevo masacre— en Chaparina contra indígenas de tierras bajas so pretexto de desarrollo económico, viabilidad, acuerdo entre sectores de la burguesía beniana aliada al MAS y “productores” del Chapare.
Los ocho días transcurridos entre los últimos viernes
marcaron lo que vivirá el país en los próximos meses: las quebradas relaciones
entre niveles de gobierno y la cada vez mayor desencontrada ilación Oposición-Oficialismo,
junto el golpeteo acompasado de tam tams
y taikos anunciando una cada vez más
lejana conciliación.
La inauguración de la EXPOCRUZ marcó el intento de la cúpula
empresarial cruceña para abrir puentes con el Presidente Arce y éste, en
respuesta —machaqueo incluido de “golpe” cada vez más descreído—, vengó el
desaire que ese gran empresariado le hizo al baipasearlo yendo directamente a
pedir apoyo y comprensión a Morales Ayma —como gran factótum del Poder
masista—, lo que dejó a Arce Catacora en un a modo de “presidente delegado”
como fue Cámpora para Perón; amerita mejor estrategia corporativa. Arce anunció
importantes obras e inversiones en Santa Cruz, las mismas que horas antes había
comunicado a las autoridades masistas electas en el departamento —forma de
recordar lo que había sostenido desde antes: “trabajaremos con nuestras autoridades”. La ausencia del
gobernador —días luego la explicó porque lo silenció el protocolo palaciego— le
dejó mala percepción.
Lo de la Plaza el 24 tuvo muchas explicaciones posteriores
—creíbles como no creíbles, incluyendo la bandera whipala (tamaño para flamear
en mástil) guardada en un bolsillo ministerial— pero demostró fehacientemente
que “diálogo” se entiende sólo con
desarme de posiciones: lo dijo Morales, lo matizó Choquehuanca y, a su modo, lo
reafirmó Camacho. Cada vez más, se cumple que los acuerdos de paz
centroamericanos sólo fueron posibles —“aceptables” a regañadientes pero
imprescindibles— cuando quienes jalaban para sí los extremos de la cuerda
entendieron que ambos caerían para no levantarse.
Hoy no hay Media Luna ni hay fuerzas externas poderosas para
atornillar en la Plaza Murillo; el Poder ya no es macizo; lo “indígena” no es
monolítico ni sigue en la inocencia de los discursos; también el país está en
crisis, más allá de anuncios almibarados y, de ambas partes, exhibiciones de
supuestas potencias gonadales. Bastaría empezar a entenderlo.
Para cerrar, tres comentarios bonus. El primero, triste por amigos que fallecieron estos días:
Juan Carlos Costas Salmón, gran comunicador veraz, formador de medios y, siempre,
buen amigo. El otro fue Pablo Ramos Sánchez, mi Rector a quien le agradezco me
convenciera no irme de Bolivia en los lejanos 90s; nos separaban posiciones
ideológicas distantes pero el mutuo respeto mantuvo el afecto. Descansen en
Paz, amigos míos.
El segundo (pendiente de la semana anterior: la CELAC. Lo
que López Obrador concibió como una loa a su pretendido “liderazgo” regional —como
si el padrinazgo del vapuleado Grupo de Puebla fuera su catapulta—, el
relanzamiento del CELAC —tan moribundo como UNASUR— y su mazazo a la OEA, se le
escapó cuando varios presidentes utilizaron el evento para defender la
democracia y criticar, en su frente, a las antidemocracias de la Región.
El último es la despedida de la Era Merkel, por voluntad
propia y no por las urnas. Con su retiro se cierran 16 años de gobierno
interrumpido, tantos como Helmut Kohl —reunificador de Alemania— y sólo tres
menos que el Canciller de Hierro,
Otto von Bismarck, que formó Alemania en el siglo xix. Con el tiempo se verá su legado pero, sin dudas, Merkel
—como Margaret Thatcher en el xx—
marcó nuestra época, más allá de los afectos o desafectos que se le pudieran
tener.
Información consultada
http://www.diputados.gob.mx/sedia/sia/spe/SPE-ISS-04-09.pdf
https://anteriorportal.erbol.com.bo/tags/masacre_chaparina
https://correodelsur.com/politica/20210919_molestia-en-santa-cruz-por-dichos-de-arce.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Angela_Merkel
https://es.wikipedia.org/wiki/Asalto_al_Hotel_Las_Américas
https://es.wikipedia.org/wiki/Helmut_Kohl
https://es.wikipedia.org/wiki/Masacre_de_Porvenir
https://es.wikipedia.org/wiki/Otto_von_Bismarck
https://es.wikipedia.org/wiki/Referéndum_constitucional_de_Bolivia_de_2009
https://www.comunicacion.gob.bo/?q=20170922/24206
https://www.facebook.com/CentaRekSenadora/photos/a.1009079345835880/4299804026763379/
https://www.facebook.com/watch/?v=906558893275683
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