En pocos días, el implacable Krónos se llevará
el 2015 y tendremos un nuevo año con algunas certezas desde ya.
2015 “nació” adelantado: El 17 de diciembre de
2014, día de la festividad de San Lázaro (el orisha Babalú ayé en el
sincretismo yoruba), tan caro a la religiosidad cubana, los gobiernos de Cuba y
EEUU iniciaban el desate del nudo gordiano en que se había convertido su
coexistencia, destrabando más de 50 años de enfrentamientos por constatar que
la estrategia de uno (EEUU) había fracasado y que el otro (Cuba) urgía de soluciones
ante la inevitable crisis venezolana. Tan importante hecho que, aunque lento en
avances, dejó la Región sin gran parte del discurso antimperialista, como se
demostró en la Cumbre de Panamá.
El 2015 vio contraer las exportaciones
latinoamericanas de commodities a China producto de la propia contracción de la
economía asiática, uno de los tres factores que han llevado a una creciente
crisis regional (los otros dos han sido la abrupta caída de los precios del
petróleo y, por ende, del gas y la creciente recuperación de la economía
norteamericana, que ha hecho migrar hacia EEUU los capitales inversores y
abandonar Latinoamérica, a la vez que, una vez más, deja sin discurso a los
apocalípticos del final del capitalismo). Con los BRICS y MINT en
desaceleración algunos y crisis otros y Europa sin despegar, paradójicamente el
“más odiado” es el que reflota, para castigo (económico y filosófico) de sus
detractores.
Conjunto de fenómenos económicos negativos
para la mayoría de los países latinoamericanos. Súmele políticas populistas y poco
democráticas (muchas veces aislacionistas) de algunos de ellos y se comprenderán
los estados críticos de algunas economías, empezando por la venezolana, que
unidos a autoritarismos crean tormentas perfectas: inflación, crecimiento cero,
iliquidez, recrecimiento de la pobreza, autoritarismo y mucha, mucha
corrupción. Así se podrá entender que hoy el que fuera exitoso modelo
bolivariano acabe en Venezuela (a pesar de todas las reacciones oficiales, su
poder se desmorona), Argentina (con medidas que hasta ahora han dejado huérfana
de discurso a la nueva oposición), Brasil (populismo más inmensa corrupción
desde el gobierno que hunde al gobierno) y se avizore en Ecuador
(estratégicamente, Correa hace aprobar la reelección indefinida pero se
abstiene de postularse para dejar las correcciones a otro y, pretendidamente,
regresar un ciclo después con el halo de sus dádivas). En otro aspecto,
Colombia dio un avance importante en sus negociaciones de paz, aunque le
faltará convencer a una parte importante de su población para que las apruebe
luego en referendo y Santos concluya exitosamente. También Bolivia decidirá en
referéndum el prorroguismo presidencial.
Del otro lado del Atlántico, España cierra el
año sin bipartidismo y con incertidumbre de nuevas elecciones si no se logra la
gobernabilidad. El PP mantiene primera mayoría pero cayendo 63 escaños congresales
y el PSOE continúa su debacle con 20 menos (79 menos que en 2008) y ninguno
tendría fácil crear una mayoría parlamentaria, irrumpiendo los populistas de
PODEMOS y los centristas de CIUDADANOS. Necesitarán abordar las grandes
reformas pendientes (constitucional, electoral, territorial y también la
económica) y dar solución a los nacionalismos, aunque el único crítico ahora es
el catalán.
Mis mejores votos para todos, amigos lectores.
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