martes, 8 de diciembre de 2015

Tres hitos de esta semana


«Si la Asamblea Nacional cayera en manos de la MUD, […] nuestro pueblo va a luchar en las calles, […] yo sería el primero.» [Nicolás Maduro Moros, 22/06/2015.]

Y la Asamblea Nacional “cayó” en manos de la oposición porque el pueblo eligió a sus representantes para iniciar un cambio imprescindible en el país y no hubo la violencia anunciada en la campaña de terror que Maduro Moros y el PSUV auguraban. Dos horas y media más tarde de la que ella antes pronosticó, la presidente del CNE Tibisay Lucena Ramírez ofreció los resultados irreversibles: 74,25% del padrón votó el domingo (11,7% más que en 2010, cuando votó 66,45% del padrón) y eligió 99 diputados de la oposición agrupada en la Mesa de Unidad Democrática (34 más que en 2010) y 46 del Partido Socialista Unido de Venezuela y sus aliados (52 menos) faltando por definirse 22 diputaciones (17 uninominales, 2 de lista y 3 indígenas); considerando la tendencia, es probable que la oposición alcance entre 11 y 15 diputados más, con lo que tendría finalmente entre 110 y 114 diputados. ¿Cuáles son las consecuencias de esta elección? Definitivamente, el cambio está en lo legislativo y no en lo ejecutivo: el gobierno sigue en manos del PSUV y de Maduro Moros. Sin embargo, el oficialismo perdió la mayoría de la Asamblea Nacional que durante muchos años mantuvo cómodamente; con los resultados irreversibles de anoche, la MUD tiene 59% de los escaños asegurados y detenta la mayoría simple y tiene la posibilidad de alcanzar la mayoría de 3/5 (101 diputados) o, incluso, calificada de 2/3 (112), con las que el gobierno perdería la capacidad de imponer sus decisiones y parte importante de su autonomía. Pero lo fundamental es la señal que se ha dado al país y al mundo: el chavismo implosionó porque gran parte de los venezolanos votaron por un cambio en el rumbo del país. Las palabras del presidente tras el anuncio de los resultados fueron bipolares: positivas en el sentido de la necesidad de trabajar por Venezuela, negativas en seguir achacando los errores de su gobierno a una “conspiración imperialista”.

Ayer lunes en Brasil se inició el segundo hito: Los partidos políticos en el Congreso eligieron la comisión especial de 65 diputados que decidirá sobre la apertura de un juicio político (impeachment) para destituir a la presidente Dilma Rousseff, que en octubre estaba sólo con 8% de aprobación popular. En un país en crisis (la peor desde 1930), con recesión de -3% del PIB, inflación de 10,39%, déficit público esperado de 9% del PIB y desempleo de 8%, con macroescándalos de corrupción (Lava Jato, mensalão, entre otros) que involucran a la gran mayoría de la clase política (sobre todo el PT en el gobierno, incluido al expresidente Lula da Silva) y con cada vez mayor deserción del principal aliado de gobierno, el PMDB, la situación no es positivamente auguriosa para la actual gobernante ni su administración, en un país necesitado de cambios para remontar sus indicadores críticos.

El tercer hito será el jueves 10 cuando el presidente electo de Argentina, Mauricio Macri Blanco, asuma oficialmente la Primera Magistratura. Más allá del folclor kirchnerista en la puja por el lugar de entrega de los símbolos de mando, lo importante estará en el inicio de cambios imprescindibles en la economía y la forma de gobernar el país.

En resumen, tres procesos de cambio necesarios y, con seguridad, irreversibles en Latinoamérica.

Información consultada

http://www.telesurtv.net/news/CNE-entrega-resultados-de-elecciones-legislativas-en-Venezuela-20151205-0030.html

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