«Muchas veces la palabra cambio puede sonar muy atractiva pero tenemos que darnos una discusión muy profunda sobre qué tipo de
cambios queremos los argentinos.» [Scioli
Méndez tras la primera vuelta.]
El domingo Argentina apostó por un cambio,
pero no el de “La continuidad con cambio” (mantener el modelo kirchnerista
pero con algunos cambios
graduales) que propugnaba el oficialista Daniel Osvaldo Scioli Méndez si
no un cambio real: Por eso votó 51,40% (sobre 99,17% escrutado) por el liberal Mauricio Macri Blanco, un ferviente opositor
permanente al kirchnerismo, en un balotaje en el que votó 80,89% de los
electores habilitados, según datos oficiales. La vicepresidente será Marta Gabriela Michetti,
parapléjica y descendiente del ex presidente Arturo Illia Francesconi.
Doce años de la Era
Kirchner llegan a su fin. Casta “ideológica” iniciada con Néstor Carlos
Kirchner Ostoić al ascender a la presidencia en 2003 y seguida en 2007 y 2011
por su esposa Cristina Elisabet Fernández Wilhelm de Kirchner, su
continuidad quedó frustrada cuando en 2013 su Frente para la Victoria, a pesar
de ganar las legislativas de medio término, no alcanzó la mayoría calificada
para reformar la constitución y poder ir a la re-re para que en 2019 pudiera
sucederle su hijo Máximo con el poder de La Cámpora (el núcleo duro del
kirchnerismo, bastante disminuida ahora).
La nueva
administración será un cambio radical (pero imprescindible) desde un modelo
populista, aislacionista, confrontador y prebendalista a otro desarrollista e
integrador. Para los defensores del kirchnerismo, la alternabilidad sólo
producirá más miseria y desigualdad social; sin embargo, ocultan engañosamente
(o autoengañados por la bruma de la ideología) que, a pesar de que en 2014 el
gobierno aumentó la cantidad de hogares beneficiarios con planes sociales de
transferencias de ingreso del 20,2% en 2010 al 28,6% (8,3% más), los pobres
aumentaron a 28,7% (“casualmente”), alrededor de 11 millones de argentinos
según el censo de 2010, según el estudio permanente de la Universidad Católica
Argentina (desde fines de 2013, cuando informó un 4,7%, el gobierno no difunde
los datos oficiales de pobreza ni de inflación, aunque en junio pasado CFK
estimó que era de menos del 5%); el mismo estudio de la UCA estimó que en 2014
la indigencia también se incrementó al 6,4%. Las causas de estos deterioros fueron alta inflación, recesión y falta de
empleo porque el fracasado clientelismo político K ha condenado a los argentinos
a ser cada vez más pobres sustituyendo el trabajo de calidad por bonos tras la
crisis de su sistema productivo por las malas políticas gubernamentales: La
tercera economía de Latinoamérica y 25va. mundial, con PIB de USD 540,2 MM en 2014
(datos Banco Mundial), ese mismo año tuvo un crecimiento del 0,5% y para este año y 2016 el pronóstico es de 0,1
y -0,7%, respectivamente (FMI).
El domingo, en un
comentario publicado antes de las elecciones, auguré que la victoria de Macri
iniciaría el fin del populismo en Latinoamérica y daría un impulso simbólico a la
oposición venezolana en las legislativas del 6D (para las que se le pronostica
un amplio margen favorable, lo que ha provocado nerviosas amenazas golpistas
por parte de Maduro Moros), a la vez que contribuiría a fracasar el ya debilitado
afán releccionista en Ecuador (recién Rafael Correa Delgado dijo que no se
presentará a un nuevo período).
Información consultada
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/11/151118_elecciones_mauricio_macri_balotaje_perfil_irm.shtml
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