"Los días en que nuestra
agenda en este hemisferio a menudo suponía que Estados Unidos podía interferir
con impunidad están en el pasado." [Barack Obama, en la VII Cumbre de las Américas]
En los últimos años, he
criticado las continuas reuniones “de alto nivel” de sus múltiples organismos
regionales y subregionales superpuestos en objetivos y compitiendo entre sí. Práctica
más política que eficiente —siempre hay excepciones— que perjudica las arcas
gubernamentales. Cumbritis remanente
del siglo XX sin las tecnologías actuales de comunicación.
Bajo estas premisas, empezaba la Séptima
Cumbre de las Américas bajo el lema de «Prosperidad con Equidad» opacada por
dos elementos importantes: El primero, significativamente positivo, la
participación de Cuba por primera vez en estas citas Regionales tras el
descongelamiento de las tensiones entre el país caribeño y EEUU. El segundo, la confrontación entre EEUU
y Venezuela —con el anunciado apoyo de todo UNASUR— por las sanciones
estadounidenses contra funcionarios principales del país bolivariano —acusándolos
de violación de los derechos humanos y corrupción—, trascendidas simbólicamente
a todo el país porque su formato legal condicionaba el etiquetar al país de los
acusados —Venezuela— como una “amenaza a la seguridad de EEUU”, lo que condujo
al rechazo en la Región y facilitaron —bandeja de oro— al gobierno de Nicolás
Maduro Moros la justificación de un enemigo externo, argumento para
contrarrestar la crisis socioeconómica de su país.
Con este segundo panorama, muchos analistas y
diferentes políticos regionales auguraban
una fuerte confrontación en la reunión y su fracaso estrepitoso. Sin embargo,
los agoreros quedaron muy mal parados.
Los encuentros de Raúl Castro Ruz y Barack
Obama reafirmaron el acelerado desmontaje de una confrontación de más de cinco
décadas —que justificó
en Latinoamérica el antinorteamericanismo—, demostrado en las declaraciones de
Castro Ruz: “Obama es una hombre honesto al que admiro.”
Frase que, con otras— Obama: "Los Estados
Unidos miran hacia el futuro, no queremos estar atrapados en
ideologías, al menos yo no lo estoy"; Maduro Moros: “Yo le extiendo
mi mano al presidente Obama” y “Respeto a Obama, aunque haya amenazado a mi
país”— marcaron la Cumbre. Aunque muchos mandatarios criticaron que se
considere a Venezuela una amenaza, sólo confrontaron Ecuador —junto sus
diatribas contra la prensa—, Bolivia y Argentina, a la vez que muchos también
pidieron la liberación de los presos de conciencia en Venezuela —como Uruguay y
Brasil. Venezuela misma bajó su tono.
¿Por qué este “descongelamiento”? A nivel
regional, influenció la Declaración de Panamá de 25 mandatarios
iberoamericanos sobre la situación democrática venezolana y, económicamente,
la reducción de su influencia por su crisis económica. Para Venezuela, lo fue la
visita al presidente Maduro Moros y su canciller Delcy Rodríguez Gómez de un
alto consejero del Departamento de Estado en días previos a la Cumbre.
Información consultada
http://www.cambio.bo/?q=morales-deplora-que-cumbre-de-américas-haya-concluido-sin-declaración-política-por-culpa-de-eeuu
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