Siempre que voy a Costa Rica redescubro singularidades del
país que han contribuido a su estabilidad social y política (y económica por
ende) desde 1948, cuando 44 días y dos mil muertos marcaron el inicio de su
Segunda República y una de las estabilidades democráticas más largas de
Latinoamérica (y la menos conflictiva). Mencionaré algunos de los aspectos de
esta estabilidad.
Suprimió sus fuerzas armadas en 1948. Uno de los pocos
países del mundo que no cuenta con fuerzas armadas, Costa Rica ha podido evitar
conflictos externos y ha logrado la estabilidad internas sin necesitarlos,
dedicando a otros rubros (educación y salud pública en lugar destacado) los
recursos que corresponderían a esta área, sin necesidad de sufrir agresiones,
con una fuerza policial que contribuye a la seguridad de la población. Como
símbolo, el principal cuartel militar, el Bellavista en San José, se convirtió
en el Museo Nacional, que abre sus exposiciones con un inmenso mariposario,
ejemplo de su protección a la naturaleza.
Democracia al alcance de todos. Durante muchos años, el
gobierno del país se alternó entre dos partidos: Liberación Nacional y Unidad
Social Cristiana, pero la pluralidad de la Asamblea Legislativa (hoy con 8
partidos distintos e independientes, con 57 diputados sin suplentes elegidos
por 3 millones de electores) impidió el dominio de ninguno. Hasta 2003, el
presidente no podía ser reelegido pero después de esa fecha lo puede ser sin
inmediatez (sólo Óscar Arias Sánchez, Premio Nobel de la Paz, lo ha sido hasta
ahora).
Espíritu democrático. La conciencia democrática de los
costarricenses está tan posicionada que ante la posibilidad de que un partido
obtenga en las elecciones de 2014 por tercera vez consecutiva la Presidencia
del país ha despertado un debate nacional, no contra el candidato ni el partido
sino sobre su hecho en sí. Otro ejemplo, fue el uso por su actual Presidente de
aviones particulares para sus viajes que abrió críticas a todos los estratos de
la población en varias semanas. Ah, y las discusiones no llegan a planos
ofensivos; como me dijo un amigo: “Discutimos todo, pelamos pero no nos
insultamos.”
Economía verde. Costa Rica es abanderado de la defensa de la
naturaleza. Sin estridencias, la defensa del medio ambiente es elemento
fundamental de las políticas de Estado del país, concienciando a la población y
promoviendo el desarrollo del país sin afectarlo (ejemplo de ello, es que quien
se ocupa de los temas energéticos es el Ministerio de Medio Ambiente). Por esa
razón, las dos principales industrias del país son el turismo (extensiva en
recursos humanos) y las de tecnología.
La sociedad costarricense no es perfecta. Hay pobreza y
desempleo pero la desigualdad entre los más ricos y los más pobres es menos
aguda que en la mayoría de la Región. Sus instituciones son susceptibles de
mejorar pero la lucha contra la corrupción es importante (dos expresidentes han
sido condenados por ello).
En conclusión: aunque falta aún, tiene avances importantes
en hacer un buen país.
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