En 2002, el líder sindicalista Luiz Inácio Lula da
Silva, su Partido de los Trabajadores (PT) y sus aliados ganaban las elecciones
presidenciales en Brasil. Con un nuevo programa de centroizquierda, ganaron con
tres banderas: hacer un país más igual, convertir a Brasil en potencia
emergente (ambas siguiendo y mejorando políticas de su antecesor Fernando
Henrique Cardoso) y la honestidad.
Sin embargo, este triunfo era pírrico si no tenían
apoyo en el Congreso, donde eran minoría. Y así empezó el mayor esquema de
corrupción política en Brasil: el ‘mensalão’, la compra de votos de
legisladores opositores. El dinero, según las investigaciones, salió de
contratos fantasmas entre una empresa estatal y agencias de publicidad de
Marcos Valério de Souza, importante consultor político cercano al PT; la
operación rondó (hasta ahora) la cifra de 143 millones de reales entre 2003 y
2005. Las condenas dictadas por el Supremo Tribunal Federal han sido
ejemplares.
Hasta el momento, Lula quedó fuera de este esquema, pero el pedido
de Marcos Valério de acogerse en régimen de protección de testigos para ofrecer
nuevas declaraciones puede variar esa situación.
Por lo pronto, la presidenta Dilma Rousseff instruyó a
su gabinete que no dejen de trabajar por seguir el proceso. Con mucho, ella es
una gran beneficiada en imagen.
Referencias
http://oglobo.globo.com/infograficos/mensalao-julgamento/
http://es.wikipedia.org/wiki/Partido_de_los_Trabajadores_(Brasil)
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