Tres meses, noventa días no más (no cien
días aún) y la Revolución Milei avanza.
Sé que para algunos seré un exagerado. Como
para muchos antes de las PASO —sobre todo en la misma Argentina— fue motivo de estruendosa
carcajada y burla que alguien dijera que “el Loco que grita en la tele” iba a
llegar a la final electoral. Y luego ese “alguien” dijo la víspera del 10 de
diciembre que ese día —o los siguientes— las manifestaciones lo voltearían. O
que el ametrallamiento de medidas —recortes, devaluación… DNU, ley Ómnibus (o “ley tren” como un político
la llamó)…— sublevarían al país. Peor cuando retiró del Congreso —desde Roma
con Francisco dijo “retiro” pero
nunca “descarto”— la Ley de Bases y
Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos (la Ómnibus) las carcajadas inundaron La
Boca.
Sindicatos —siempre felices con el
kirchnerismo, que con “Obras Sociales” promovía el enriquecimiento de los
paniaguados dirigentes—; medios —los kirchneristas, los prokirchneristas, los
“independientes” y también muchos “serios” que no le perdonaron a Milei que les
quitara a todos la pauta oficial (subvenciones prebendales manejadas más o
menos disimuladamente, en realidad), de la que algunos no más vivían—; artistas
—de los buenos algunos pero muchos de los mediocres, todos acostumbrados a las
subvenciones para sobrevivir porque su arte no “levantaba”—, y los de la
“casta”, entre congresistas —los mismos que se subieron el 30% de salario ahora
(a ver hasta cuándo lo pueden mantener)—, gobernadores y políticos, le han
estado augurando permanente y rotundo fracaso. Ninguno aprendió la lección que
dio Francisco.
Milei o es un suertudo o es un iluminado
que hace gambetas a lo Messi, y no
peco de exagerado; demos un recuento. Ganó con casi el 56% de los votos y, en
medio de los mayores ajustes fiscales y sociales —muy restrictivos para los
bolsillos de todos los argentinos—, las encuestas a fines de febrero le daban
el 52% de imagen (aunque el apoyo a las medidas era menor y la imagen positiva
había caído desde el 59% en diciembre, la expectativa de que “la situación iba a mejorar” era
positiva en porcentaje, contando sobre todo con el apoyo de hombres y jóvenes);
claro que el manejo de esos datos hacen los medios de la progresía (Página12, recalcitrantemente progre y uno de los que más debió perder
subvención, lo presentaba el 08 de marzo “en
una franca caída libre”, “interpretando” datos encuestales).
La verdad es que diciembre cerró con los
fuertes ajustes urgentes del nuevo Gobierno y el 25,5% de inflación (parte de
eso heredada, como lo es el 211,4% interanual) pero en enero la inflación bajó
al 20,6% (la interanual, con la herencia anterior, estuvo en el 254,2%) y en
febrero la inflación en Buenos Aires ciudad —la nacional se sabrá la semana
próxima— desaceleró al 14,1% (dentro de lo augurado por el Ministro de
Economía), dejando pronosticar lo que se le ha etiquetado como un descenso escalonado. ¿Será posible
ese descenso escalonado hasta llegar
a mediados de año a una inflación de un único (significativamente bajo)
dígito?, sobre todo porque en lo próximo se esperan anunciados incrementos a
las tarifas de los servicios en el proceso de sinceramiento de costos; para
muchos analistas económicos, la bajada de los precios de los alimentos de la
canasta podría compensar la subida de servicios, sumado a que el precio del
dólar no-oficial —el blue— respecto
del oficial se ha achicado rápidamente este mes (de casi más de 400 pesos/dólar
a menos de 140), descartando prácticamente una nueva devaluación augurada por alarmistas —o K, que
andan de la mano— y permitiendo el prometido final del cepo cambiario. Pero la
mayor noticia —en consonancia con la frase favorita de Milei: «que el país deje de gastar más de lo que
tiene», bandera para el déficit cero como bandera alcanzable— fue que en
enero se logró el primer superávit financiero desde agosto de 2012 y el más
alto para el mes de enero desde 2011, gracias a que los ingresos totales
subieron el 256,7% contra enero de 2023, por un lado y, por el otro, el
Gobierno ajustó el gasto público en el 40% gracias a que redujo el 70% en las
partidas presupuestarias en para la obra pública —fuente permanente de
corrupción, como fue en la época K— no prioritaria y el 60% de las
transferencias a provincias.
Regresando al retiro de la ley Ómnibus, lo que parecía un grave
descalabro se convirtió en un fuerte argumento publicitario —«la culpa es de la casta»— y uno bueno
de presión a los gobernadores —al retirar la ley, quedaban anulados los
acuerdos de compensaciones, transferencias y beneficios negociados con las
diferentes provincias y sus parlamentarios.
Pero el sello fue el primero de marzo
durante el discurso presidencial de inauguración de la 142ª sesión ordinaria de
Congreso convocando para el 25 de Mayo —fiesta nacional argentina— a los gobernadores,
expresidentes (imaginemos a CFK y Alberto Fernández “tragando sapos” en ese
encuentro ineludible) y líderes de partidos políticos a una gran reunión —por
sus expresiones ese momento, posiblemente ni algunos de sus ministros estaban prevenidos
del anuncio— para firmar un consenso de 10 puntos que, en palabras del
Presidente, establecerían «los Principios
del Nuevo Orden Económico Argentino»: el Pacto de Mayo, una revolución
programática para la Argentina. Una lectura rápida de los puntos del Pacto —desde
ya no-negociables y necesitados de ser precedido por la aprobación de un nuevo Pacto Fiscal y la
Ley de Bases— llevan la marca de su carácter
fundacional: la inviolabilidad de la propiedad privada; el equilibrio fiscal
innegociable; la reducción del gasto público en torno del 25% del PIB; una
reforma tributaria que reduzca la presión impositiva, la simplifique y promueva
el comercio; la redistribución de la coparticipación federal de impuestos para
terminar con el “modelo extorsivo actual”; el compromiso de las provincias de
avanzar en la explotación de los recursos naturales del país; una reforma
laboral moderna que promueva el trabajo formal; una reforma previsional que dé
sustentabilidad al sistema, respete a quienes aportaron y permita, a quienes
prefieran, suscribirse a un sistema privado de jubilación; una reforma política
estructural que modifique el sistema actual y “vuelva a alinear los intereses
de los representantes y los representados”, y la apertura al comercio
internacional. Todas coyundas para la casta, quitándole —con mucho— la preeminencia del Congreso en las discusiones con el
Gobierno y traspasándosela, sobre todo, a los gobernadores.
Previo
a ello —y continuando el cambio de rumbo del Presidente
de pasar del discurso confrontacional al de la conciliación, discusión y “mano
extendida”—,
ayer la Presidencia convocó a los gobernadores a una
reunión con carácter preparatorio porque la decisión de un nuevo Pacto Fiscal conlleva el debate sobre qué hacer con el dinero de los impuestos de los
contribuyentes, cuánto recaudar y cómo distribuirlos entre los distintos
estamentos del Estado nacional y provinciales, lo que
lo convierte en eje de las conversaciones con los gobernadores dado la
influencia decisiva de cuánto dinero público administrarían (por la hora que
escribo, no puedo reseñar aún la reunión). Al comienzo hubo “gallitos”, como
Kicillof, el gobernador de la provincia de Buenos Aires y expectante de ser el
nuevo líder peronista —ya fue el causante de la multa
de USD 16 mil millones impuesta al Estado argentino por la expropiación de YPF—,
que anunció no ir pero, a fin de cuentas, se desdijo e irá como todos —hasta
los más confrontados, como el de Chubut— van a asistir o estar representados en
alto nivel —en casos justificados; posiblemente el apoyo importante logrado por
el Presidente de todos los poderosos gremios agrícolas en la reciente EXPOAGRO
contribuyó a las decisiones de asistir de algunos.
¿Se logrará el Pacto de Mayo —con la posible
extensión para asistir de los sectores industriales y productivos? Yo auguro
que sí, principalmente porque es una conveniencia para la supervivencia de las
provincias y porque todo lo que se debata estará magnificado en los focos
mediáticos, con lo que se le concluirá el tiempo al golpe K de sindicatos
camorreros, movimientos K y parlamentarios UP.
La
otra trascendencia es internacional. El éxito de la Revolución Milei (perdónenme
los amigos neokeynesianos y socialdemócratas, que muchos y respetables tengo)
esculcará muchos postulados fundacionales del quehacer de la política, sobre
todo regional. Peor para los “bendecidos” liderazgos del populismo socialista
21, comenzando por el vecino norteño de Argentina: nosotros.
Lo
que en palabras de Acel Kaiser sería «la última revolución
latinoamericana»: la Revolución Milei, será una bala de plata para
todos los populismos demagógicos que empobrecen —y han
empobrecido— nuestra Región.
Información consultada
https://cnnespanol.cnn.com/2024/03/06/pacto-de-mayo-milei-apuesta-gobierno-orix/
https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_presidenciales_de_Argentina_de_2023
https://panampost.com/editor/2024/01/28/la-bala-de-plata-para-el-futuro-de-argentina/
https://publico.bo/opinion/la-filosofia-de-la-libertad/
https://publico.bo/opinion/la-ultima-revolucion-latinoamericana/
https://publico.bo/opinion/milei-puso-el-dedo-en-la-llaga/
https://tn.com.ar/opinion/2024/03/05/al-kirchnerismo-se-le-acaba-el-tiempo-para-ejecutar-el-golpe/
https://www.ambito.com/politica/pacto-mayo-que-gobernadores-asistiran-hoy-casa-rosada-n5961876
https://www.bloomberglinea.com/2024/02/23/por-el-bien-de-argentina-el-peronismo-debe-cambiar/
https://www.clarin.com/opinion/revancha-espero-cristina_0_MIp6tddFTd.html
https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/ipc_01_24DBD5D8158C.pdf
https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/ipc_02_24DC34E376E0.pdf
https://www.lanacion.com.ar/opinion/el-pacto-de-mayo-un-giro-pragmatico-de-milei-nid08032024/
https://www.pagina12.com.ar/715371-javier-milei-perdio-15-puntos-de-aprobacion-caida-inedita
https://www.pagina12.com.ar/718125-que-es-el-pacto-de-mayo-propuesto-por-milei-los-10-puntos-cl
https://www.perfil.com/noticias/columnistas/las-instituciones-liberales-por-jaime-duran-barba.phtml
https://www.perfil.com/noticias/columnistas/libertarios-en-la-red-por-jaime-duran-barba.phtml
https://www.perfil.com/noticias/columnistas/san-javier-por-carlos-fara.phtml
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