«Cuando
un amigo se va / queda un tizón encendido / que no se puede apagar / ni con las
aguas de un río».
Alberto Cortez me ha dado las palabras para
describir el cierre de un amigo. Porque eso era Página Siete: un buen amigo, un medio amigo, no el único medio
amigo —otros hay sin dudas: El Deber,
Correo del Sur, eju! (medios éstos que muchas veces me han cobijado) o El Día desde donde hoy escribo— pero sí
donde tenía más amigos de muchos años, en sus columnas y en su redacción.
Página
Siete no era un diario opositor —aunque para un oficialista así lo sintiera y lo temiera—:
era un medio independiente y, parodiando la frase que se atribuye al
expresidente mexicano Luis Echeverría Álvarez, de Página Siete pudo decirse «no
era de izquierdas ni de derechas sino todo lo contrario» porque ése es el
secreto de un medio independiente —como los que antes mencioné y seguro podría
mencionar algunos otros (ya pocos lamentablemente)—: no ser partidario (tienen todo el derecho
quienes lo sean por convicciones pero no por ingresos) sino político, en el más correcto sentido
semántico de polis: comunidad y de politeia: ciudadanía. Porque ejercer el
derecho de ser político, de expresar sus opiniones propias —y, a la vez, de
muchos— siempre es algo que irrita a quienes no quisieran oír verdades.
Página
Siete no cerró porque era un diario de élite, de
clases medias aburguesadas y neoliberales, de empresarios ni de políticos
desplazados, como apareció en una nota publicada en El País madrileño: cerró porque era un medio libre, que leían
muchos —para disgusto de quienes no lo querían— porque era un periódico
transversal: lo era en lo vertical —desde el obrero, el estudiante, la ama de
casa y el gremialista hasta el empresario y el académico (y el militar también)—
y lo era en lo horizontal porque expresaba las inquietudes y pensamientos de
muchos, de la mayoría muchas veces silenciosa y silenciada. Ése es el real
“secreto del éxito” de un medio masivo que Página
Siete y otros, ahora y antes —recuerdo Presencia—,
han aplicado…un “secreto” muy fácil de entender aunque para algunos muy difícil
de aplicar.
Es muy maniqueo y fútil aplicarle a un
medio masivo el concepto de liderazgo de
masas ni de disponedor y deponedor de gobiernos porque cualquier medio —si
es independiente sobre todo pero uno dependiente tampoco— no tiene ni la
voluntad —sólo llegaría a los convencidos, como Pravda lo hacía— ni la estructura partidaria ni los medios para
hacerlo —y aun si los tuviera no se lograría, basta preguntarle antes a Cambio o, más cerca, Ahora el Pueblo. Sobre todo porque, en el medio desaparecido, sus
páginas pluralistas —con las que, en información y columnas, discrepé algunas
veces— nunca estaban reducidas para bien de unos supuestos —para los corifeos
del Poder— consignatarios inexistentes.
Página
Siete cerró, simplemente, porque al Poder no le
convenía que existiera… y en Bolivia eso no es novedad: basta recordar como el
MNR en su primera época cerró La Razón original
y Los Tiempos y años después El Diario en 1970 y 2013. Hay muchas
formas de cerrar un medio: a la fuerza (como en los 50), a través de las deudas
o cortándole la publicidad oficial —mayoritaria donde el Estado es el Gran
Hermano y el Primer Empresario— (Dinatale y Gallo describen esa guillotina con
minuciosidad en Luz, cámara… ¡gobiernen!) o coaccionando la inversión privada (la
publicitaria y la posible nueva societaria también). Así desde el Poder incluso
se puede —sin sonrojo visible— luego decir que «desde el primer momento se solidarizó con el medio de
comunicación».
Y es muy entendible que para el Poder “era
el momento urgido”: oposiciones fragmentadas y desestructuradas, muchas veces
enfrentadas entre sí y dentro de ellas y sin que se creen como perspectivas
potenciales para el mediano plazo; la economía con el Estado como el Hans
Brinker de la leyenda neerlandesa: tapando las continuadas fugas del dique; un
oficialismo bicéfalo y cainita que —a pesar del reciente sana sana habanero (al menos para imprescindibles poses ante las
cámaras) y muy urgente ahora que el esfuerzo demoledor social realizado desde
2019 (camuflado falazmente dentro de justas protestas sociales) “hace aguas” en
Ecuador, en Chile, en Bolivia, en Colombia y en Perú, mientras Argentina marca
su cambio y Lula no logra achuntarla— forcejea y pugna cada vez más por tener
el espacio para 2025.
Retomando la canción de Cortez con la que
habría esta columna, siempre sé que, al igual que «queda un tizón encendido / que no se puede apagar / ni con las aguas
de un río», otro buen amigo siempre
habrá.
Información consultada
CORTEZ, Alberto: “Cuando Un Amigo Se Va”. https://www.letras.com/alberto-cortez/413067/.
DINATALE, Martín y GALLO, Alejandra: LUZ, CÁMARA… ¡GOBIERNEN! Nuevos paradigmas
de la comunicación presidencial en América Latina. Konrad-Adenauer-Stiftung, Buenos Aires, 2010.
MOLINA, Fernando: “‘Página
Siete’, el principal periódico opositor de Bolivia, anuncia su cierre por falta
de recursos”. El País, 29/06/2023. https://elpais.com/internacional/2023-06-29/pagina-siete-el-principal-periodico-opositor-de-bolivia-anuncia-su-cierre-por-falta-de-recursos.html.
s/a: “El Diario: Seguiremos velando por Bolivia; tras embargo exige
legalidad y libertad de prensa”. Eju!, 07/06/2013.
https://eju.tv/2013/06/el-diario-seguiremos-velando-por-bolivia-tras-embargo-exige-legalidad-y-libertad-de-prensa/.
s/a: “Luego del cierre de
Página Siete, Alcón describe al Gobierno como "defensor" de la
libertad de expresión”. El Deber,
05/07/2023. https://eldeber.com.bo/pais/luego-del-cierre-de-pagina-siete-alcon-describe-al-gobierno-como-defensor-de-la-libertad-de-expresio_331325.
s/a: “Luis Echeverría Álvarez”. https://es.wikipedia.org/wiki/Luis_Echeverría_Álvarez.
s/a: “SIP Bot: preocupa el cierre de un medio en Bolivia”. SIP, 07/07/2023. https://www.sipiapa.org/notas/1216012-sip-bot-preocupa-el-cierre-un-medio-bolivia.
VACA, Mery; MERCADO, Isabel; SALAZAR, Juan Carlos y PEÑARANDA, Raúl: “A propósito del cierre del periódico boliviano ‘Página siete’”. El País, 04/07/2023. https://elpais.com/opinion/2023-07-04/a-proposito-del-cierre-del-periodico-boliviano-pagina-siete.html.
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