Como en el teatro helénico, ahora el viejo actor se pone la
máscara escénica de sufrida e incomprendida víctima y da pie para la oda a los
coreutas que repiten incansables “¡es la derecha!” para no mencionar la frase
maldita: “¡es la DEA!”.
No es nuevo. “¡Es la derecha!” sustituye el manido y gastado
“¡fue golpe, fue golpe!” —aunque algunos coreutas aún lo repitan mientras apuntalan fragmentos que
caen del montaje aristofánico— pero el nuevo choro al viejo actor suena desnutrido —reducido a fieles escolanos—, sin dudas
por un “malvado baldazo” de millones de no-lechugas que a algunos amedrenta y a
otros dubita.
El viejo actor se lamenta, desde su reducida tribuna, que incluso
propios —porque crecen
las huestes infieles que ha poco le silletearon— y no sólo ajenos sean “de la
derecha”. “Infieles” que le abandonan y le olvidan; “desagradecidos” con
él que, apretando la venda de Themis, les fue munificente con lo ajeno porque oyó
la frase “El Estado soy yo” y pensó que era para él.
Pero el viejo actor sabe ahora que, como al Santos Banderas
de Santa Fe de Tierra Firme —entre patriarca y esperpento valleinclano—, no hay
fidelidades sin conveniencias —menos aun si se temen inconveniencias por la presunta
omnipresencia de un vigilante cual cuasi sempiterno (¿regresado?) Ojo de Horus—
y el Edificio de los Nuevos Quinientos Años se resquebraja y se filtra desde
adentro, como el museo de Orinoca.
Porque
cuando más el viejo actor necesita fuerzas centrípetas de cohesión, estallan propias centrífugas
contestatarias que, en la desobediencia o en la crítica —ambas para
propios provechos— socavan
ese Edificio. (Le recomiendo, amigo lector, que no pueda sólo imaginarlo
desde la Casa Grande y alrededores por simple asociación simplificadora sino
amplíe su visión desprejuiciada a lugares más altos, más fríos o muy tropicales.)
Puede que los motivadores no sean los mismos intereses en cada fuerza —desde la
leyenda rosa de los Paraísos Perdidos hasta la convicción de que “es mi hora” y
no “soy calientasillas”, pasando por otros intereses (e interesados) más
apocopados— pero no hay dudas que en esos intereses hay la decisión de nueva (o
nuevas) escenografía propia.
Pero
lo antihistórico es que —amén de esas fuerzas centrífugas propias— no
hay intervención de ajenas. No es nuevo: ya a fines de 2018 los egos
interesados marcaron el camino que viene hasta ahora cuando dinamitaron la
unidad opositora y provocaron urgentes soluciones emergentes, y fueron los
mismos egos interesados que no actuaron —ni forzaron actuar en el mayor consuno
posible— en 2019 ni en 2020 —con otros
que vendieron “fantábulas” (fantasmadas) a incautos— ni, una vez más, en 2021.
Oposiciones que (meras etiquetas interesadamente protectoras)
armaron esos egos liderales y que —sin preparación específica ni estrategia—,
por lo general creó bancadas ancladas mucho tiempo en escándalos reactivos porque
no sabían aprovechar sus potencialidades ni derechos, pareciendo entonces más
alabarderos o voceros de sus (cada vez más) menguados líderes y dando cátedra hasta
de incoherentes inconsistencias (amigos lectores: ¿recuerdan una jefe de
bancada opositora declarando más afinidad por su contrario oficialista —perseguidor
y engañador nato, sobre todo entonces— que por el otro opositor?; de ello les
digo).
Pero, como en todo, mi hegelianismo ayuda a que, como soñó
Martí pero no como animó Guevara, tenga «fe en
el mejoramiento humano, en la vida futura, en la
utilidad de la virtud» (agregaré «y en ti», amigo que me lees —en sustantividad epicena).
Desde el Poder, la misma pestilencia de la (in)Justicia
acelera la urgencia de cambios radicales, siempre postergada desde el Poder con
los peores maquillajes; pero la prostitución de su corrupción y nepotismo
explosionaron con los asesinos seriales feminicidas y la grave indignación de
la sociedad civil reclama la imprescindibilidad de su reforma (piedra muy
caliente que salta quemando hace tiempo de mano en mano del Poder sin hacer
soluciones, como también le salta quemando desde casi un año el secuestro
“legal” de Añez, grosero bullying machista de corifeos del vengativo y
aprensivo viejo actor.
De las oposiciones sin reales liderazgos nacionales que los
cobijen y orienten, surgen voces que, aún escasas, van fijando agenda y creándose
en liderazgos. Aún lenta, parafraseando al evangelista puedo decir que «la mies es abundante, pero los trabajadores
[aún] son pocos». (Mt 9:37)
Información consultada
https://eldeber.com.bo/opinion/la-venganza-contra-jeanine-anez_267347
https://es.wikipedia.org/wiki/Comedia_griega
https://es.wikipedia.org/wiki/Höðr
https://es.wikipedia.org/wiki/Oda
https://es.wikipedia.org/wiki/Ojo_de_Horus
https://es.wikipedia.org/wiki/Temis_(mitología)
https://es.wikipedia.org/wiki/Tirano_Banderas_(novela)
https://www.bibliacatolica.com.br/biblia-latinoamericana/evangelio-segun-san-mateo/9/
https://www.caracteristicas.co/teatro-griego/
https://www.paginasiete.bo/ideas/2022/2/13/la-aversion-los-sinonimos-y-asuntos-afines-323320.html
https://www.paginasiete.bo/ideas/2022/2/13/logros-del-poder-populista-3-323322.html
https://www.paginasiete.bo/opinion/2022/2/16/los-costos-de-reputacion-323561.html
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