sábado, 1 de noviembre de 2025

Mandato para todos: Los Valores

 

Nos hemos pasado desde febrero de 2020 —¿recuerdan el del silletazo en Betanzos?— hablando de partidos y candidatos; desde septiembre del año pasado de precandidatos presidenciales (la mayoría de la larga veintena que apareció, sin posibilidad de forzar candidaturas) y desde diciembre oyendo de una Unidad desunida; luego, en mayo y junio, de diez candidaturas que terminaron en agosto en una boleta de ocho —con seis perdedores, dos (casi tres) para desastre y olvido— y, de cierre con estreno, en dos para octubre. Y el 19, al filo de las 20:00, en un ganador.

En fin: alea iacta est para un latinófilo… o sena quina para un jugador de cacho (y para mi amigo Agazzi). La gran ventaja es que, cuando bajamos el ruido, la angustia y la expectación del juego de la política, empezamos a revisar otras graves falencias.

Días atrás, me invitaron en un prestigioso centro de estudios cruceño para hablar con estudiantes “de lo que nos viene ahora”, forma muy genérica y ambigua para decir “por dónde sacaremos la nariz del agua antes que nos ahogue”. Pero como siempre he cuestionado cuán democráticos somos, empecé por ahí: preguntando a la cincuentena de jóvenes ¿qué es para ustedes la democracia?

La primera impresión fue la habitual en un encuentro entre jóvenes y alguien que no les es conocido que va a hablarles: la mayoría (la gran mayoría) quedó en silencio, sólo algunos levantaron sus manos para argumentar que “surgió en las guerras de independencia”, “fueron los franceses”, “fue en los EEUU”. Entiendo que nadie dijera sobre las asambleas de los griegos en el Areópago y el origen de la Democracia ateniense (no eran mis alumnos de filosofía política) pero nadie, en esa primera pregunta, respondió “libertad” y “poder decidir”.

La segunda pregunta fue ¿para qué TE sirve la democracia? y la respondieron dos valientes arriesgados: ella para “vivir en libertad”, él para “votar”, abriendo el paso a la tercera impulsión ¿cuántos votaron de ustedes? Realmente lo primero fue para satisfacción: todos habían votado (en realidad, sólo uno, que recién cumpliría la mayoría legal, no votó) pero las respuestas a la cuarta interrogación —¿por qué (aclaré que era no por quién) votaron?— me llevaron a un paradigma que, como muchos que ejercemos la opinión, he criticado: la mayoría de los que respondieron —que eran los más aunque tampoco eran todos— declararon “para que se vaya el MAS”… el voto castigo más que el voto consciencial.

(No dudo que algunos de los callados no quisieran responder porque la candidatura de su preferencia fracasó).

Casi todos habían nacido y todos vivido y estudiado en el período del masismo —del culto al evismo y su pseudo democracia. Para ellos, lo que empezó con el pendón de una Revolución Democrática y Cultural se fue transformando (gas por medio) en un descontrol y despilfarro disfrazado de “desarrollo”, en una corrupción galopante y visible, en un aislamiento frente muchos de nuestros vecinos y una ruptura interna y regional dentro de la perversa lógica amigo-enemigo tras la dependencia ideológica al socialismo del siglo 21 y el narcocomercio, en un centralismo reforzado luego por la falta de ingresos, en un racismo intragrupos indígenas y en el indianismo disfrazado de indigenismo… Respuestas entonces entendibles.

Como entendible es que no conocieran a cabalidad cómo funcionan y se interrelacionan los Poderes del Estado (tras tantos años de cooptación y clientelismo) y hasta podría entenderlos mejor incluso tras décadas sin meritocracia en el país.

Fue más de su lenguaje de conocimiento luego el intercambiar sobre el origen y presencia de la crisis multifactorial socioeconómica que vivimos y las urgencias para atender y los peligros de no solucionarla prestamente ni prevenir para los más afectados: sus respuestas entonces fuero una mezcla de conocimientos de economía y de solidaridad social. (Me fue muy curioso que no supieran de la crisis de 1982-1985 más allá de haber oído un cual “código maldito”:  21060).

Al final, entre motivación y más segura inhibición, les brotó una pregunta repetida: ¿y por qué no tenemos gobernantes cruceños? Mi respuesta: “Porque ustedes tienen que formarse políticamente para ser los próximos líderes”. Les fue fácil de entender a los (y las) más inquietos esa tarde.

Una moraleja: Nuestra educación —desde la enseñanza primaria— ha retrocedido en diversos aspectos (diría muchos) pero los que más afloraron ese día fueron la carencia en transmitir valores —morales, sociales—, democracia y liderazgo, tan importantes (o más para ejercer la ciudadanía consciente) como los conocimientos que se adquieran. Familia y escuela (en todo nivel, incluso universitario) de la mano formarán así las nuevas generaciones: hombres y mujeres que piensen y lideren.

Sólo así entraremos en un siglo 21.

sábado, 25 de octubre de 2025

Mandato para noviembre: Reconstruir Las Bolivias

 

El 19 de octubre el pueblo decidió: ganó Paz Pereira y aunque algunos aún desubicados no quieran aceptar su transparencia, su adversario Quiroga Ramírez reconoció su victoria y tendió la mano para trabajar juntos por la gobernabilidad del país. Con ello, Tuto dio una muestra de democraticidad y de compromiso por el país, más allá de apetencias y entusiasmo personales (tales como la angurria del perdedor en primera vuelta Reyes Villa, “vendiéndose” como “la mejor opción de alianza” con matemáticas garcialinerianas, sin entender que el apoyo de LIBRE es “sin retribución”).

El Paz Pereira que ha aflorado desde la noche del 19 de octubre me está en consonancia con el de antes del 17 de agosto: conciliador y aperturista en política, modernizador y liberal en economía, no con el confuso y a la defensiva en el intermedio. Quizás fue el síndrome Lara, espero ya subsanado el descontrol entre ambos y alineados para los retos del próximo quinquenio.

El gobierno de Paz Pereira tendrá muchos retos, pero dos grupos de ellos serán principales: sanear la economía y promover desarrollo en todo el país; eliminar la corrupción, acabar con la narcoeconomía y dignificar la justicia. Eso se logra reinsertando a Bolivia en el mundo democrático —uno sin dictaduras ni dogmatismos totalitarios—, abriendo el país a todos los mercados sin compromisos ideológicos y recuperando la inversión extranjera para las áreas donde sea necesaria: ni “nacionalizaciones” por veleidosidades wokistas bajo discursos pseudonacionalistas que rompieron el ciclo virtuoso del crecimiento de nuestra industria gasífera (de la que, sin rubor, se ocuparon en dilapidar los capos masistas a la vez que la castraban sin inversión —las muy anunciadas de Pdvsa y Gazprom fueron eso sólo: anuncios y nada más) ni negociados disfrazados de “inversiones” inútiles (Bulo Bulo, Plantas Separadoras de Líquidos, San Buenaventura…) ni repartir el Estado entre conmilitones sin méritos mientras se ahogaba a las regiones. El otro gran reto del nuevo gobierno será la reconciliación nacional: entre regiones; entre Las Bolivias urbanas y Las Bolivias rurales; entre criollos, mestizos —invisibilizados desde el censo de 1950— e indígenas; el recuperar la nacionalidad boliviana, la de las provincias del Alto Perú —Las Bolivias que por vocación crearon nuestro país— que lucharon por sus independencias hasta 1825 (Charcas, La Paz, Cochabamba, Potosí y Santa Cruz y las que posteriormente surgieran de ellas) y fueron a la Asamblea Deliberante a crear una República federal —ése era el mandato— que Bolívar frustró, en su ímpetu unitario de la Gran Colombia; potenciar las regiones a través de verdaderas autonomías con pactos fiscales que distribuyan lo poco o lo muchos entre todos; el dignificar realmente los pueblos indígenas más allá de discursos que no confirmaron ejercicios de sus derechos (más allá de los vivos corruptos que aprovechaban su llunkherío al Poder) e integrarlos en la nación: una y no muchas supuestas existentes sólo en papel (y ni en él, que ya en el censo de 2012, a pesar de todos sus desaciertos, sirvió para no encontrar una media docena de las 36 “constitucionalizadas” por los asesores neomarxistas españoles). Y también recuperar la República de Bolivia, surgida el 18 de octubre de 1825 y refrendada en el artículo 11 de la Constitución de 2009 y cambiada por un Decreto Supremo (de menor prelación constitucional): el 0048/2009.

Habrá muchas más tareas, sin dudas, y requerirán el consuno de todos los que realmente quieran impulsar el país. Pero hay otras dos que deben ser abordadas: institucionalizar el ejercicio democrático de la política a través de organizaciones tales y educar en democracia, valores, derechos y deberes a la juventud —nuestro bono demográfico de futuro—, urgida de ello tras el embargo de tales nociones durante casi tres decenios de peleas políticas y de un dicenio bajo el sistema de partido único… aunque dejara que pensáramos de pluralidad.

Sólo así, todos los hombres y mujeres de buena voluntad de cualquier edad —hombros juntos e iguales, hoy, con Paz Pereira— reconstruiremos la Bolivia: Las Bolivias que esperamos todos.

sábado, 18 de octubre de 2025

Lección 4 para mañana: Del Buen Gobierno

 

Una vez más tengo que empezar con «Mañana es el tan esperado…» pero mañana no es el día de ningún debate, ni de paneles, ni de discursos: Mañana es la conclusión de ¡trece meses de continuos anuncios electorales!, desde las primeras precandidaturas —incluidos los intentos continuos y forzados de Morales para poder postular, rechazados socialmente— en inicios de septiembre del 2024 hasta el ejercicio mañana del derecho a elegir presidente (y vice, que de yapa casi pegatina pasó a ser personaje imprevisto de candelero). Veintitantos precandidatos de todos los tonos del panorama (aclaro que me refiero a política, no a género, raza ni preferencia); una Unidad Des-Unida con unas “primarias sotto voce” de las que no conozco a nadie que votara; un montón de encuestas (las de Claure primero; por suerte para algún que otro candidato no habló más), de las que las últimas de julio-agosto dejaron ansias insatisfechas; diez candidatos que se convirtieron en ocho y acabaron en dos; un cuarto que desplaza al primero hasta el tercero (¿o el cuarto? si creyéramos “las matemáticas nulas” de Morales y sus tan condescendientes cálculos con él mismo); un vice que se convierte en el súperjefe; dos partidos que mueren y dos candidatos que también tienen que guardar los cachos; un partido hegemónico (partido ya partido) al que no lo salvó dos insuflaciones de sangre joven en la cara ni otras comidillas. En fin, dos candidaturas que —vez primera en Bolivia, invento de la Constitución del 2009— irán a una segunda vuelta electoral “de estreno”: léase, con segundas campañas, segundos baños de multitud en cierres de campaña y segundo ejercicio democrático, aunque ya el Legislativo está cuadriculado (con mayorías simples pero sin mayorías absolutas sino se llega a un Gran Pacto, con todo lo de malapalabra que a pacto le asignan algunos fracasados).

Pero la Bolivia de 2025 no es la de 2009, a pesar de que el viejo tango diga lo contrario: En 2009 había una “alebrestía” (permítaseme el neologismo barbárico) de socialismo 21 en Latinoamérica (petrodólares por medio) y la Constitución boliviana —como antes la venezolana y después la ecuatoriana— fue digitada por los neomarxistas valencianos de CEPS (luego devenidos en podemitas, como años más fracasó estrepitosamente por el pueblo el proyecto in-constitucional de la borrachera woke chilena, a pesar de la complicidad del centro y de la dizque “democracia cristiana”).

Como muchos opinadores, he repetido que mañana no se enfrentan dos candidaturas sino dos modelos de enfrentar la crisis: el del gradualismo (como el del macrismo años atrás en el vecino del sur) y el de la cirugía radical. Los dos tienen similares diagnósticos de esa crisis (multipolar, que a ésta sí “le pega” realmente lo de multi); hay algunas soluciones anunciadas parecidas pero, en el fondo, son radicalmente diferentes las visiones estratégicas: se enfrentarán mañana el liberalismo con el populismo socialdemócrata de izquierda.

¿Quién ganará? Lo sabremos mañana domingo en la noche, magia del SIREPRE que, a diferencia del TREP de 2019, tiene muchos ojos sobre él y más auditaciones que su anterior para que sepamos quién ganó en democracia.

Pero gane quién gane tendrá que aplicar su plan (como tal o modificarlo según sea la realidad con la que se enfrente, como acá hizo Paz Estenssoro en 1985 o Fujimori en 1990 en Perú) y atenerse a frenar consecuencias: Un plan radical conllevará prontas oposiciones y protestas; un plan gradual demorará el hervidero popular pero la potencial falta de soluciones ciertas llevará a la explosión de ese hervidero a la vuelta de la esquina. Quizás la radicalidad de la intervención sobre la crisis pueda dar soluciones más antes que la gradualidad; el fracaso de cualquiera de ellas es no lograr soluciones.

Una de las propuestas, bastantes similares en ambos candidatos, que se ha repetido aunque con diferencias y en algún caso sin mucha profundización, es la que retoma —sin copyright— el concepto de capitalismo popular que el economista y político peruano Hernando de Soto presentó en su libro El otro Sendero y que marcó un hito en su país desde la década de los años 80, propuesta que describía la potencialidad exitosa de una economía de pequeños propietarios y cuentapropistas a partir de la integración de la informalidad y la economía sumergida a la bancarización y el derecho propietario. (No hace falta ser muy astuto para comparar la flotabilidad actual de la economía del Perú a pesar de que sólo dos presidentes —Paniagua Corazao y Sagasti Hochhausler— de los diez mandatarios después de la huida de Fujimori se hayan librado de la justicia).

En Bolivia el voto es obligatorio. Mañana lo es doblemente: Es un voto por el futuro de todos nosotros.

sábado, 11 de octubre de 2025

Lección 3 para mañana: ¡Debate, no chacota!

 

Mañana es el tan esperado Debate entre Candidatos Presidenciales con vistas a la segunda vuelta electoral. Ya no están en lid senadurías ni diputaciones (se “parieron” tres bloques principales pero ninguno obtuvo mayoría per se; en otra columna las expliqué); todo el arco del masismo (AP, MAS-IPSP y FP) implosionó; el “mentado” éxito de Morales con el voto nulo se desinfla cuando del total de votos nulos (19,87 %) se le resta el 4 a 5 % que hubo en votos similares en todas las elecciones desde 1985 (peor disparate cuando evistas quisieron sumar votos en blanco); de los dos punteros en las encuestas, uno terminó tercero (19,69 %), lejos del 26,8 % de ponderados que le dieron las últimas encuestas (lo que demuestra cuán venenosas son algunas adhesiones y alianzas); el cuarto en las encuestas (9,6 % ponderado) quedó primero con el 32,06 % de los votos válidos.

Y se va el país para la segunda vuelta. Si la primera tuvo de todo: alianzas fracasadas, insultos, fake news, procesos irreales, combinaciones y recombinaciones y un resultado que, aparentemente, redibujó el país en dos bloques —sin el MAS pero con lo que parecía una Nueva Media Luna— y redimió los apoyos: del tercero al primero, cumpliendo una promesa que hasta entonces pudo parecer más eslogan de campaña.

Hasta ahí, bien. Uno era heredero de una familia ducha en política (el padre vicepresidente y presidente, en su momento cabeza del tercer partido del país; el hermano, munícipe en La Paz; él mismo, Paz Pereira, fue diputado, munícipe, alcalde y aún ahora es senador), de ideología aparentemente socialdemócrata (el nombre del partido que le dio su sigla es lo de menos; se las dio, antes, a otros de filiaciones muy diferentes) pero en el período inmediato a las elecciones estaba abriéndose a ideas liberales de mercado al incorporar elementos importantes (y elogios) del economista Dunn, candidato bloqueado; por demás, poco conocido fuera de Bolivia y tampoco dentro, lo que lo llevó a una tenaz campaña de acercamientos en todo el país. El otro fue ministro, vicepresidente y presidente, vinculado antes al nacionalismo militar de derecha y hoy campeón liberal; es, en planos diferentes a los de Morales, el político boliviano más reconocido internacionalmente. Paz aventajaba en el imaginario del votante a Quiroga, cumpliendo (con dificultad pero reforzado por su campaña) con las demandas previas a las elecciones de candidato nuevo (a pesar de su apellido histórico en la política boliviana y sus 23 años en esas lides desde que en 2002 fue electo diputado pero le ayudó que, hasta 2020, estuvo circunscrito en la política de Tarija) y candidato joven (no obstante sus 58 años, más edad que otros jóvenes candidatos con 37, como Del Castillo y Rodríguez pero que cargaban con el sambenito del MAS).

Hasta la primera vuelta, creo que todos (o los más) habíamos identificado al vice de Quiroga: emprendedor tecnológico exitoso, joven, cruceño, clase media-alta, del que en ocasiones se prefería que no hablara. Pero la noche del 17 de agosto, Bolivia conoció mediáticamente (posiblemente muchos lo habían conocido antes “en directo” por la campaña territorial que hizo) al candidato a vice de Paz: joven, abogado, capitán dado de baja de lo policía, cochabambino, aparentemente clase popular, irreverente y espontáneo que desde ese momento tomó el protagonismo real del binomio, con muy probable desesperación de los asesores de la campaña. (Digo “muy probable desesperación” porque han tenido que “explicarlo” en más de una ocasión, como Espinoza, el gurú económico del equipo de Paz, tras el debate vicepresidencial y el anuncio del candidato de que “los subsidios a los hidrocarburos no se quitarían…”).

El debate vicepresidencial terminó en chacota, incumpliendo el reglamento que habían acordado los partidos para desesperación de los moderadores, sobre todo de los dos que “embarcaron” en última hora a pedido del PDC: desde el inicio los insultos permanentes, la irreverencia de su actitud y la desubicación en su aspecto, a veces más mitin patriotero y sin presentar propuestas algunas, demostraron que el vicepresidencial del PDC entendió perfectamente cuál es el “juego” que lo hace atractivo para un sector del electorado, mientras que el otro candidato de LIBRE estuvo permanentemente a la defensiva, nervioso —su comunicación gestual era de victimismo—, sin poder decir su libreto de propuestas y dando continuas muestras de conciliar, quedó anonadado.

(Voy a obviar el racismo de los tweets de uno y las declaraciones públicas del otro, que son aspectos que deberían aclararse antes del 19 de octubre, que bastante palabras han jalado a muchos; también los juicios de uno y los cobros supuestamente irregulares del otro).

Como mencionó en su homilía del pasado domingo el Arzobispo de Santa Cruz, Monseñor René Leigue Cesari, los políticos tienen que interpelarse a ellos mismos por el dolor de los pobres engañados por promesas que nunca se cumplen: Tal cual advierte la parábola del rico y Lázaro (Lucas 16:19-31), no puede vivirse de manera individual y egoísta y falseando ilusiones: «Lo más doloroso, y sobre todo el pecado más grande, es ilusionar a un pobre y después no hacer nada por él, mellando su respeto y dignidad».

Regresando al inicio, mañana será el debate (único) de los dos candidatos presidenciales. Tras 43 años de haber recuperado la democracia y casi veinte de manoseada ésta a voluntad del Poder de turno, el país espera oír propuestas y explicaciones: de soluciones a la crisis económica, el subsidio a los hidrocarburos, el crecimiento económico —esto en el país que más se reducirá económicamente hasta 2026, según el Banco Mundial—, el ajuste fiscal, la normalización cambiaria y la política monetaria, éstas todas circunscritas hasta ahora a la participación de sus equipos económicos en foros especializados; también cuáles serían sus propuestas y objetivos para la salud, la educación, la sostenibilidad del sistema de pensiones, la seguridad, el narcotráfico… en fin, todos los temas urgentes y urgidos de aclarar.

Quiroga es un experimentado debatista; Paz demostró ser un hábil expositor en debates de la primera vuelta (en otra posición y con otras urgencias atrás); confluyen en muchas ideas pero no sabemos cuál será su idea de gobernabilidad. Confiemos en la calidad del debate.

Bolivia lo necesita para salir del hueco. Dios lo provea y nos bendiga.

 

No quiero dejar, en dos cortas líneas, lo que en épocas menos electoralizadas hubiera ameritado una y más columnas: María Corina Machado Parisca, la voz de la dignidad venezolana y la gran luchadora por la Libertad recibió el Premio Nobel de la Paz 2025 otorgado por el Comité Noruego del Nobel.

¡Orgullo y satisfacción de todos los demócratas del mundo!

Información consultada

https://brujuladigital.net/politica/2025/10/08/debate-vicepresidencial-de-rtp-y-radio-deseo-se-suspende-por-ausencia-de-candidatos-52076.

https://computo.oep.org.bo/.

https://eldeber.com.bo/mundo/2025-10-10-7-36-10-la-lider-opositora-de-venezuela-maria-corina-machado-premio-nobel-de-la-paz-2025.         

https://eldeber.com.bo/opinion/2025-10-6-21-54-48-la-bolivia-del-8-de-noviembre.     

https://eldeber.com.bo/opinion/2025-10-6-22-42-7-la-vuelta-al-debate-dos-decadas-despues.

https://eldeber.com.bo/opinion/2025-10-7-21-27-12-cuando-el-candidato-pierde-la-sonrisa-edman-lara-en-un-debate-historico..

https://eldeber.com.bo/opinion/2025-10-7-21-32-6-un-plan-economico-de-esloganes-la-peligrosa-improvisacion-de-rodrigo-paz.

https://eldeber.com.bo/opinion/2025-10-9-0-0-28-a-los-equipos-no-estan-solos.         

https://eldeber.com.bo/opinion/2025-10-9-23-24-38-democracia-en-crisis-a-43-anos-de-su-retorno.  

https://eldeber.com.bo/pais/2025-10-10-10-5-5-paz-y-tuto-confirman-ante-el-tse-su-participacion-en-el-debate-presidencial.

https://eldeber.com.bo/pais/2025-10-3-21-32-43-fiscalia-tse-y-luis-arce-fijan-posicion-contra-la-denuncia-de-supuesto-fraude,

https://eldeber.com.bo/pais/2025-10-9-7-53-46-el-debate-presidencial-amplia-el-tiempo-para-las-respuestas-y-cambia-de-moderadores.

https://eldeber.com.bo/santa-cruz/la-iglesia-pide-no-ilusionar-con-falsas-promesas-las-personas-de-bajos-recursos-economicos_531576/.      

https://es.wikipedia.org/wiki/Andrónico_Rodróguez.

https://es.wikipedia.org/wiki/Edmand_Lara.

https://es.wikipedia.org/wiki/Eduardo_Del_Castillo.

https://es.wikipedia.org/wiki/Jorge_Quiroga_Ramírez.

https://es.wikipedia.org/wiki/María_Corina_Machado,   

https://es.wikipedia.org/wiki/Rodrigo_Paz_Pereira.

https://larazon.bo/la-razon-plus/2025/10/09/juristas-advierten-que-candidatos-confunden-leyes-con-la-constitucion/.

https://publico.bo/opinion/una-eleccion-dos-caminos/.

https://www.bbc.com/mundo/articles/cdjz1nn9mvro.

https://www.bibliaon.com/es/parabola_rico_lazaro_explicacion_ensenanzas/.

https://www.facebook.com/juancarlos.rocha.     

https://www.infobae.com/estados-unidos/2025/10/10/la-reaccion-de-la-casa-blanca-tras-el-anuncio-del-premio-nobel-de-la-paz-para-maria-corina-machado/.     

https://www.urgente.bo/noticia/este-es-perfil-de-juan-pablo-velasco-el-empresario-digital-que-quiere-conectar-bolivia-con.

sábado, 4 de octubre de 2025

Lecciones 2 para octubre: Urgencia de entendernos

 

Yo también, como leí en más de un columnista, quisiera que el 19 de octubre fuera mañana y acabemos toda la sarta de insultos, denostaciones y calumnias que nos alcanzan cada día en los medios más “formales”, ya sean impresos, televisivos y virtuales —no digo “serios” porque lo serio es lo que está sucediendo— y no comento más de todo lo que se bombardea en redes sociales y no tan sociales.

Me preocupa que el consenso (mínimo, angustiado pero consenso al fin) de las organizaciones políticas a través del Órgano Electoral devenga en un fracaso.

(Eso sería fatal para la credibilidad del Órgano, para las futuras subnacionales y, de plano, para la gobernabilidad, sin descartar cuánto afectaría desde ya al próximo Órgano que surja de la nueva Asamblea Nacional).

Me alarma que la credibilidad del Órgano Electoral —aunque tuviera seguidas críticas, pero no denuncias— sea desbaratada, como avancé líneas antes, lo que pudiera provocar el cuestionamiento de la fiabilidad de su ejercicio y, por ende, de estas elecciones y demás procesos electorales.

(Somos escépticos en Las Bolivias —desde su origen entonces surgidas con expectativas frustradas— por tradición por tantas y tamañas veces que nuestra credibilidad ha sido distorsionada por gobernantes y políticos —no los únicos— que no merecen serlo, pero la necesidad de entendernos y salir de la fosa de la antidemocracia en que las décadas anteriores nos han hundido actualmente que ello debería bastar para entendernos y aceptarnos mínimamente).

Me intranquiliza que lo que se acordó ayer ya hoy sea papel mojado y la palabra empeñada sea ignorada porque sin fiabilidad en lo empeñado, ¿acaso el voto depositado vale?

(«Palabra empeñada, palabra respetada» no sólo es una virtud heredada de los pueblos antiguos; por extensión en fe, en Juan 1:5 también es —entendida así para los creyentes cristianos— «luz que alumbra la oscuridad»).

Me desvela que no entendamos que se puede ganar o perder: que el que primero pareció ganar pudo luego perder, y perder más que el que perdía primero.

(«Derrotas y victorias son caras de una misma moneda. Nadie es un “perdedor” o un “ganador”. Todos ganamos o perdemos, pero […] aquel que no sabe perder tampoco sabe ganar» o como Quino puso en boca de Mafalda siguiendo el pensamiento de John Maxwell: «A veces se gana, a veces se pierde pero siempre se aprende»).

 Me inquieta que la idea de fraude —con el recuerdo cercano de 2019— se mencione como certeza, se desvalore el trabajo de los observadores electorales —tantos garantes nacionales e internacionales que certificaron la primera vuelta—, se promueva convocar otro garante de la fiabilidad electoral (desvalorando u olvidando experiencias anteriores) y así retrocedamos en la recuperación de la democracia que el 17 de agosto empezamos.

(Porque en un fraude no hay “errores”: sólo hay delitos).

Me sorprende que el ejercicio de la política se convierta en chacota y la democracia en espectáculo.

(Y el debate en griterío y las verdades en mentiras y las mentiras en verdades y la Verdad miope y de estrecho túnel y el consenso se sienta cual goma chiclosa).

Me angustia que desde noviembre tampoco logremos entendernos —ni en los partidos ni en las organizaciones políticas o sociales ni en las Asambleas ni en las calles— y vayamos al fracaso democrático.

(Porque lo que todos sí entendemos es que —ya sea uno u otro el ganador, y las medidas a implementar sean graduales o abruptas, “suaves” o “duras”— el futuro inmediato va a ser conflictivo y todos tendremos que arrimarnos el hombro para las soluciones —si éstas como democráticas las queremos, porque para fracasar basta mirar sobre el hombro y culpar al “otro”, al que “no nos gusta”, al “enemigo” como nos enseñó el dicenio).

Pero me horroriza mucho más que, desde el Chapare, se disfrute de lo que se despliega estas jornadas y se sumen expectativas.

(Que el Poder chapareño «no es de izquierdas [aunque de tal se pintara] ni de derechas si no todo lo contrario», como rezaba la definición que comparten Cantinflas y Luis Echeverría Álvarez).

 

Quizás hoy fui alarmista y hasta pude pecar de pesimista o de capcioso o de insidioso pero coincido plenamente con quienes piensan que el 19 de octubre el elector boliviano «dimirá su voto por sus criterios e intereses, [porque] no son las caricaturas que de él se hace la clase política» como acertadamente Pedro Portugal Mollinedo se refirió en “Candidatos a vice y naturaleza del cambio en Bolivia” al maniqueísmo de la visión electoral que tienen muchos políticos locales y sus (supuestos) “pensantes” sobre el indígena boliviano —y que yo extiendo a criollos e, incluso, desclasados.

 

Información consultada

https://brujuladigital.net/opinion/candidatos-a-vice-y-naturaleza-del-cambio-en-bolivia.

https://brujuladigital.net/opinion/la-primera-impresion-de-lara.

https://brujuladigital.net/politica/2025/10/03/-listos-para-el-debate-lo-de-edmand-esta-confirmado-dice-paz-respecto-a-si-lara-asistira-al-evento-organizado-por-el-tse-51878.

https://eldeber.com.bo/pais/aplicaremos-medidas-de-shock-contra-la-corrupcion-no-la-gente_531789/.

https://eldeber.com.bo/pais/el-pdc-plantea-ajuste-fiscal-sin-recorte-de-empleos-y-asegura-provision-de-diesel_530990/.

https://www.bloomberglinea.com/economia/eliminar-abruptamente-los-subsidios-a-hidrocarburos-en-bolivia-dispararia-inflacion-hasta-el-32/.    

https://www.fundacionclinicadelafamilia.org/saber-perder-y-aprender-a-tolerar-la-frustracion/.

https://www.jornada.com.mx/2017/09/19/opinion/032a2pol.

https://www.lampadia.com/analisis/politica/ni-izquierda-ni-derecha-sino-todo-lo-contrario/.

https://www.noticiasfides.com/opinion/candidatos-queremos-saber-el-como-no-solamente-el-que__29-09-2025.

sábado, 27 de septiembre de 2025

Lecciones para octubre 1: Encuesta y… violencias

 

El pasado jueves 25, la Red UNITEL sacó su primera encuesta 39 días después de la primera vuelta electoral. No me voy a ocupar los porqués de las intenciones directas (sin eliminar residuales: blancos, nulos e indecisos) que ofrecen (ni voy a decir el sonsonete de los candidatos poco beneficiados: «la verdadera encuesta es en la urna» que es cierto pero que olvidan decir que estas fotografías electorales les permiten ajustar estrategia): 47,0 % para Quiroga Ramírez y 39,3 % para Paz Pereira (54,5 y 45,5 % de válidos, descartando residuales), que serán muy repetidas hasta la próxima encuesta (aún no anunciada); prefiero ir a algunos de los cruces estadísticos, que son los menos recurridos al analizar.

El primero que se me ocurrió es para ubicarme en el panorama de definiciones e incertidumbres ahora, a 24 días del ballotage, y en julio, similar período antes de la primera votación. Si tomamos los decididos en ambos momentos, hoy ya el 66 % de los encuestados ha decidido su voto versus el 43 % para la primera vuelta, lo que vale entender que ―con similar antelación de los comicios― ahora hay un 23 % más de decididos que en la anterior; tomando la misma antelación, para la del 17 de agosto hubo un 58 % de indecisos (sumadas las respuestas en primeras de agosto, la semana anterior, al votar) versus 13 % hoy. Un salto muy cualitativo.

En los problemas reconocidos como más acuciantes (falta de dólares, narcotráfico, falta de combustible, situación política e inflación) Quiroga Ramírez es reconocido como el más capaz de solucionarlo, con resultados respectivos del 66 %, 61 y 61 % y 59 y 59 %, todos valores superiores a su obtenida fotografía de votos válidos (ni decir con votos directos); la suposición más cauta es que Quiroga Ramírez no ha tocado techo (a no ser que haya un suceso catastróficamente irruptivo para su campaña), similar a los valores que también se obtienen para Educación, Medioambiente, Salud, Desempleo y Conflictos sociales: 58 y 58 %, 57 y 57 % y 56 %, respectivamente. (En los diez ítems analizados, Paz se queda por debajo de su proyección para votos válidos).

Me queda un cuarto tema a rescatar: los grupos de edades (o etarios), Paz Pereira sobresale entre los votantes de 45 a 60 años (el 44 %) mientras que Quiroga Ramírez lo hace entre 18 a 28 años (el 50 %), 29 a 44 (el 44 %) y más de 60 (el 49 %). Lo interesante es que el percentil de 18 a 28 años es el 19,5 % de la población (por ende, proporcionalmente del padrón actualizado), el de 29 a 44 representa el 23,5 % y el de más de 61 tiene el 10,8 %, mientras que el 45 a 60 años representa el 13,8 %, concluyendo que Quiroga Ramírez ―aclaro: para este estudio― se beneficia del denominado bono demográfico boliviano.

Seguramente habría mucho más que analizar: las migraciones de votos, los votos residuales (ahora, sin consigna de votar Nulo en el estudio esta categoría representa el 4,7 %, que es la cifra similar a entre el 4 y el 5 % que desde el 18 de agosto he defendido como promedio de nulos en las elecciones generales desde 1985, y que ―contra la tropa de opinadores y periodistas que, sin investigar, daban el beneficio del 19,87 % de total votos nulos en la vuelta anterior― insistí que el efecto Evo no estuvo más allá de entre el 14 y el 15 %). ¡Espanto mayor ha sido los que adicionaron a ese efecto Evo los votos blancos para los que no hubo consigna (ni incremento)!

Habrá más encuestas y más enconos. Ojalá no enturbien las urgentes alianzas o pactos democráticos imprescindibles desde noviembre.

No quiero acabar sin celebrar que, en vivo y directo, el expresidente del Senado Ortiz Antelo aclarara en UNITEL que el vicepresidente de Bolivia, como Presidente Nato de la Asamblea, no vota ni participa en los directorios de las Cámaras (sí en las sesiones conjuntas) porque su función es consensuar, dirimir y viabilizar, gafe entendible en Lara pero no en Paz Pereira, que ha sido senador actuante. Quizás lo de Capitán de la Asamblea les vino por ver sesiones del Senado de los EEUU, donde el vicepresidente sí de ese país interviene.

En un artículo difundido días pasados (“La violencia como arma política”), el analista Mateo Rosales Leygue previene de ese fenómeno disruptivo que enturbia muchos procesos electorales (como ejemplo: más de 320 ataques contra políticos en el año electoral 2024 en México, con 37 aspirantes asesinados). Afortunadamente, en Bolivia no hemos pasado de los insultos y la mentiras, magnificadas por los medios virtuales, en los que BoliviaVerifica verificó que «De los casi 900 contenidos sospechosos de desinformación revisados durante este periodo electoral, la mitad pudo ser evaluado por Bolivia Verifica y, de ellos, el 93% resultó falso o engañoso»; ejemplo de ello fue la “denuncia” de unos presuntos “guerreros digitales” trabajando para la candidatura de Quiroga Ramírez pero que, en realidad, las imágenes ni eran actuales ni correspondían a Bolivia, sino a una tienda vietnamita de equipos.

Como Carlos Hugo Molina Saucedo refiriéndose a los nuevos legisladores electos el 17 de agosto pasado: «¿Qué están esperando las mayorías parlamentarias victoriosas para evitar que el gobierno derrotado siga cometiendo atropellos?» (“Que la democracia tome el control de la Democracia”), deberíamos preguntarnos todos cómo podemos salvar Bolivia.

 

 Información consultada

https://brujuladigital.net/opinion/la-violencia-como-arma-politica.

https://brujuladigital.net/politica/2025/09/25/el-93-de-los-contenidos-evaluados-por-bolivia-verifica-resultaron-falsos-o-enganosos-51602,

https://www.youtube.com/watch?v=4ctSUVdaQ_c,

https://boliviaverifica.bo/imagenes-de-una-tienda-vietnamita-se-usan-para-acusar-de-guerra-sucia-a-jorge-quiroga/.

https://brujuladigital.net/politica/2025/09/25/el-93-de-los-contenidos-evaluados-por-bolivia-verifica-resultaron-falsos-o-enganosos-51602.

https://es.wikipedia.org/wiki/Censo_boliviano_de_2024,

https://cpv2024.ine.gob.bo/index.php/resultados/resultados-demografia-demografia/resultados-demografia-poblacion/.

https://brujuladigital.net/opinion/la-violencia-como-arma-politica.

https://publico.bo/opinion/que-la-democracia-tome-el-control-de-la-democracia/.

sábado, 20 de septiembre de 2025

Bolivia en el péndulo sudamericano

 

Últimamente (y lo de último es bastante amplio) la gran mayoría de los análisis tienen un fuerte sabor e inquietud local. El proceso hasta el inédito ballotage del 19 de octubre ha sido suficiente razón para esa común inmersión.

Hoy me quiero detener un momento, aprovechando que en un mes exacto iremos a votar nuevamente y nos daremos un nuevo gobierno: mirémonos primero hacia adentro. Ya nos dimos el 17 de agosto un Legislativo donde ninguna fuerza política con representación en la Asamblea (PDC, LIBRE, UNIDAD, ALIANZA POPULAR, MAS-IPSP, APB) tiene mayoría absoluta ―― en alguna Cámara (24 senadores… 86 diputados), requisito indispensable para modificaciones constitucionales, aunque las tres mayoritarias de ellas (PDC, LIBRE, UNIDAD) por sí solas tampoco tienen la mayoría mínima ―½― en ambas. Eso lleva que, para reformas de fondo que necesiten mayoría absoluta o decisiones importantes con mayoría relativa, tengan que unirse (aliarse) dos o más bancadas.

Ya hay una (aparente hasta ahora) presunta alianza entre UNIDAD y PDC. La suma de las bancadas de ambas entidades en las dos Cámaras les da mayoría relativa en Senado y Diputados (23 senadores y 75 diputados) pero quedan sin alcanzar las mayorías absolutas (a un senador de distancia y 11 diputados). Aunque las asociaciones y acuerdos reales serán a partir de la toma de posesión de la ALP con el nuevo gobierno, no es ocioso revisar posibles acuerdos: PDC + LIBRE lograría 28 senadores (2 más de los ) y 88 diputados (también dos más de los dos tercios) pero una alianza “de segundos + terceros” (UNIDAD + LIBRE) no alcanzaría los baremos de mayoría absoluta porque le faltarían 5 senadores y 21 diputados.

Revisando estos números, cada vez entiendo más el mensaje de Jaime Dunn (el outsider expulsado del “juego”) cuando proponía una Triple Alianza PDC – LIBRE – UNIDAD (que no sería megacoalición al desafortunado estilo del 2002), y así el próximo gobierno enfrentaría los cambios radicales que deberá abocar y los retos críticos con los que lidiará, munido de un “colchón de gobernabilidad” de 35 de los 36 senadores y 114 de los 130 diputados. Pero eso sólo será luego de los resultados del 19 de octubre y despojados de odios y cegueras innecesarias autodestructivas.

Vayamos al tema pendular en Sudamérica. Si las décadas de los 70-80 fueron las del Plan Cóndor, las de los 80-90 las del neoliberalismo y las del 2000 hasta hoy las del socialismo 21, períodos de oscilación pendular de un extremo ideológico a otro, en esta segunda mitad de la tercera década del siglo 21 nos estamos moviendo hacia una posición mucho más liberal: El socialismo 21 (y sus think tanks ideológicos en sus dos etapas: El Foro de São Paulo y el Grupo de Puebla) va en retroceso en Ecuador, Argentina (a pesar de los sueños contrarios de algunos) y, próximamente, en Bolivia; en Paraguay hace años se autofundió mientras en Uruguay su tradición democrática le hace tibio los cambios; en Brasil, Bolsonaro y Lula dividen al país y “ganan” similares descréditos. Quedan Chile y Colombia con gobiernos woke que se autoconsumen, Perú que (a pesar de ser el país de la Región con más presidentes presos) no cambia de fondo el sistema desde Fujimori, Guyana (nuevo actor importante) reafirmado fuera del espacio de las izquierdas y Venezuela, una “dictadura electoral” como fuera catalogada con Chávez o, mejor, hoy una narcodictadura asentada en el fraude.

Da para escribir más próximamente.