Como
hasta el 18 de abril se registrarán las alianzas electorales y para ello la
veintena larga —y creciente aún— de precandidatos presidenciales se prepara
para el Convite (mi amigo querido y patricio recordado Luis Ramiro Beltrán me
hubiera rectificado como “Fiesta Democrática” pero yo, siempre desconfiado de
cómo se comportan algunos, prefiero pensar en Lázaro y el rico olvidado y
sediento después de su convite que Lucas describe magistral y ríspidamente) con
ideas y, quizás, hasta programas ya, me atreveré a decir alguna sugerencia que
no sobrará. Que se emplee o no, ya no es mi menester.
Empezaré
por recordar que Bolivia es un país con 11.312.620 de habitantes (me guío en el
cuestionado Censo pasado pero de algo oficializado hay que referir); no me voy
a preocupar de los 7.131.075 de habilitados en el Padrón Electoral porque…
va a ser revisado. En 2024 (año de ese cálculo poblacional), oficialmente
tuvimos un Producto Interno Bruto a Precios de Mercado (o con Paridad de Poder Adquisitivo: PPA) de
USD 45.468 millones; eso quiere decir que el ingreso para cada boliviano (PIB
per cápita o PIBpc) fue de USD 4.019 (DATOSMACRO y el Banco Mundial calcularon
menos porque utilizaron las proyecciones previas del Censo, que ya sabemos cuán
distorsionadas —¿o sinceras?— fueron). Para cerrar este párrafo me referiré a
la deuda pública total (del Estado: interna + externa) que en febrero 2025 era
de USD 43.173 millones (FMI); por ende, sin calcular la deuda privada que
podemos tener los bolivianos, cada uno de nosotros —ciudadanos o no, incluyendo
cada niño que en este momento está dando su primer grito en cualquier rincón
del país— debemos USD 3.816,23… y subiendo.
Así
debemos casi casi tanto como nos toca de alícuota de la riqueza nacional
(la deuda pública cerró en 2024 en el 86,7 % del PIB). Con una inflación anual
el 2024 del 10,66 % (INE), una escasez de dólares y combustibles desde
2024 hasta hoy y una economía estancada —que
sigue el método del mal cirujano que corta el pie por una uña
enterrada cuando cierra las exportaciones que paliarían la crisis—, estamos
(y estaremos) bien fundidos (sustituya usted el sinónimo).
Como ya
sabemos que somos pobres (en un país rico), voy a poner un ejemplo de los que
nos gastamos: Bolivia elegirá en agosto (o cuando sea) 36 escaños al
Senado (con sus suplentes), 130 escaños a la Cámara de Diputados (con
sus suplentes) y 9 parlamentarios supraestatales (con sus suplentes);
eso suma 350 elegidos —me
quedaré con 175 titulares y no contaré sus sueldos. (A fines de
la posterior comparación, descartaré los 9 supraestatales titulares + sus 9
suplentes que, en realidad, nada hacen y recordaré que antes de la constitución masista de 2019, no
había esa categoría, que era llenada por diputados titulares). La conclusión es
que, por cada 64.644
habitantes de este país, habrá un asambleísta nacional/plurinacional.
¿Le
parece bien? Veamos.
Olvidemos
su productividad (acá ser levantamanos o consignero no lo
convierte en eficiente), una comparación con algunos vecinos del entorno de Las
Américas puede ser útil: Argentina tiene 257 Diputados y
72 Senadores = 329 congresistas; su población total calculada (2024) fue
de 45.538.401; por
ende, hay un congresista titular cada 113.561 argentinos (o lo
que es lo mismo: 176 % más argentinos representados por un congresista que
en Bolivia); en 2023 el PIB PPA de nuestro vecino fue de USD 1.239.515 millones (FMI).
México tiene 500 Diputados y 128 Senadores = 628 congresistas;
su población total calculada (2024) es de 137.554.383; por lo que hay un
congresista titular cada 219.036 mexicanos (o lo que es lo mismo: 339 % más
mexicanos representados por un congresista que en Bolivia); en 2023 el PIB
PPA de México fue de
USD 3.420.000 millones (FMI). Brasil tiene 513
Diputados y 81 Senadores = 594 congresistas; la población total
calculada de Brasil en 2025 es de 211.695.000; entonces, en Brasil hay un congresista
titular cada 356.389 brasileños (o lo que es lo mismo: 551 % más brasileños
representados por un congresista que en Bolivia); en 2023 el PIB PPA de
Brasil fue de USD 4.260.000
millones (FMI). Para cerrar estas comparaciones, EE.UU.
tiene 435
Representantes y 100 Senadores = 535 congresistas mientras
que su población total calculada (2025) es de 335.135.000; eso significa que en EE.UU. hay
un congresista titular cada 626.421 estadounidenses (o lo que es lo mismo: 969
% más estadounidenses representados por un congresista que en Bolivia). en
2023 el PIB PPA de EE.UU. fue
de USD 27.970.000 millones (FMI).
En rápido
resumen, Argentina tiene el 88 % más de congresistas titulares que nosotros a
pesar que nuestro PIB PPA es el 3,67 % del argentino; México un 258 % más
congresistas titulares que nosotros pero su PIB PPA es 75 veces más que el
nuestro. Brasil tiene el 239 % más de congresistas titulares pero su PIB PPA es
casi 94 veces el de Bolivia. Por último, EE.UU. tiene el 206 % más de
congresistas titulares que Bolivia pero su PIB es más de 615 veces el
boliviano.
¿Acaso no
somos unos pobres (de solemnidad) creyéndonos (muy) ricos?
Una
apostilla electoral para cerrar: Ayer viernes se anunció que dos precandidatos
presidenciales (Samuel Doria Medina y Vicente Cuéllar, éste sin posibilidad
propia) firmaron un acuerdo electoral, al que anunciaron se firmarán otros con
Juan del Granado y el prefecto y senador Carlos Börth, ambos sin posibilidades
personales pero con espacios políticos propios aunque de menor importancia (que
cuando hay hambre, no hay pan chico ni duro). Al margen que este
acuerdo desahucie prácticamente el Bloque de Unidad —al que hace rato, por los
encontrones entre Doria Medina y Jorge Quiroga y sus actividades individuales,
he llamado el Bloque de Des-Unidad— formado por Quiroga, Carlos
Mesa, Luis Fernando Camacho, Amparo Ballivián y los antes mencionados Doria
Medina y Cuéllar.
Sin
embargo, estos acuerdos son más inteligibles si recordamos que Doria Medina,
Cuéllar, Del Granado y Börth provienen originalmente de corrientes
socialdemócratas (MIR) y derivadas (MBL). ¿Se rehace la centroizquierda de los
80-90 desapareció que el MAS?
Espero la
próxima encuesta de Panterra y el siguiente Informe Delphi para ubicar esas
expectantes conciliaciones y entonar el Réquiem (prefiero el de Verdi
por su Sanctus).
Información consultada
http://sil.gobernacion.gob.mx/Congreso/congreso2.php.
https://countrymeters.info/es/Mexico.
https://cvc.cervantes.es/lengua/refranero/ficha.aspx?Par=59364&Lng=0.
https://datos.bancomundial.org/indicator/NY.GDP.PCAP.PP.CD?locations=BO.
https://datosmacro.expansion.com/paises/argentina.
https://datosmacro.expansion.com/paises/bolivia
https://datosmacro.expansion.com/paises/Brasil.
https://datosmacro.expansion.com/pib/argentina
https://datosmacro.expansion.com/pib/usa.
https://eldeber.com.bo/pais/tse-hara-una-revision-del-padron-y-piden-medidas-de-seguridad/
https://es.tradingeconomics.com/bolivia/gdp-per-capita-ppp.
https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Países_por_PIB_(PPA).
https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Países_por_PIB_(PPA)_per_cápita.
https://es.wikipedia.org/wiki/Asamblea_General_de_Diputados_de_las_Provincias_del_Alto_Perú.
https://es.wikipedia.org/wiki/Economía_de_Bolivia.
https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Bolivia_de_2025.
https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Bolivia_de_2002.
https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Bolivia_de_2020.
https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Bolivia_de_2005.
https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Bolivia_de_2009.
https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Bolivia_de_2014.
https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Bolivia_de_2019.
https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Brasil_de_2022.
https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_legislativas_de_Argentina_de_2025.
https://www.bcb.gob.bo/?q=noticias/administración-de-las-reservas-internacionales-gestión-2014.
https://www.la-razon.com/nacional/2024/08/23/ngp/.
https://www.oas.org/dil/esp/constitucion_bolivia.pdf
https://www.oep.org.bo/wp-content/uploads/2021/02/Dossier_Estadistico_PEB-2021.pdf.
https://www.youtube.com/watch?v=eaebqmzm0RA
LATINDADD:
Impacto de la iniciativa HIPC en Bolivia.
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