sábado, 12 de octubre de 2024

Calma chicha en Las Bolivias

 

Es una sensación más que una impresión: Hay calma chicha en Las Bolivias.

Sin viajar en el tiempo de la memoria muy atrás, entre 1983 y 1985 el país se conmocionaba por reclamos sindicales y marchas permanentes: Las Bolivias (la de Occidente sobre todo por la crisis de  la minería pero igual era para todas) entraban en la peor hiperinflación de su historia. Malos manejos gubernamentales —desde el boom de los años 70—, un país rentista monoproductor (extractivista y “colgado” de las Bolsas ajenas); reclamos populistas y decisiones también populistas —“para salir del paso”— hundían a Las Bolivias… y la gente de a pie lo sabía —los políticos también— y protestaba: ¡vaya cómo protestaban! Pero las soluciones allanaban más el camino al desastre. Guardemos un poco más este recuerdo.

Después, cura “salvaje”: el 21060. Liberal a ultranza —la paradoja es que la hizo un nacionalista de izquierda anticapital de 1952— (no fue neoliberal: eso fue el ciclo después), reencauzó el país con mucho sufrimiento y protestas; muchas protestas y marchas nacionales. Pero su arma (el 21060) ni los neomarxistas (perdón Frahid) sociatas 21 lo desecharon: como malla, como lycra sirvió para muchos, más estirada o menos se la adaptaba.

Y el período del Plan de Todos, la Participación Popular (acabó con el baldón de los municipios olvidados), las AFP, la Capitalización… la odiada Capitalización. Claro que entraron muchas inversiones que permitieron el derroche gargantuélico después…pero esa era una historia “para más adelante” cuando las “nacionalizaciones” (léase “cambios de contratos”) dejaron felices a las empresas extranjeras con los nuevos “costos recuperables” sin necesidad de invertir y el boom de súper precios (como en los 70 pero más) inundó el país y la política.

Las Guerras del Agua, la Guerra del Gas…, las protestas y bloqueos que vinieron después y confluyeron en la crisis de 2003. La gente protestaba y el país todo era un permanente hervidero de protestas.

Por eso ya en finales de 2005, la gente no aguantaba más protestas y socialistas, guevaristas, castristas (no confundir entre sí), comunistas “reales” y neocomunistas, estalinistas y maoístas, ilusos (aquellos que creían en un “socialismo democrático” que los tanques rusos aplastaron en Praga) más hasta centristas y apartidistas e incluso de derecha (quizás algún adenista se atreva a decir: ¡Yo no!, porque otros sí se subieron al desfile) votaron por “un” Cambio (no bloqueos, no Guerras, no Marchas) y Quiroga, que regresó para ganar elecciones, se quedó —como en los años siguientes— con las ilusiones.

Marchas y protestas seguidas también en 2007 por los “2/3” y en 2008 (masacre de Porvenir) y 2009 (la del Hotel Las Américas y el final, entre violento chantajeado, de la Media Luna con mucho de irresponsabilidad y miopía política propias)… La Marcha por el TIPNIS de 2011 y su violenta represión fue como el cierre del ciclo que hemos recorrido.

Después, el “Bolivia Dice NO” y el 21F que volvió a movilizar a ilusiones en todos —y la Constitución no se cambió pero “se metieron por la trastienda” con un TCP pagando favores—; seguido, entre fines de 2017 e inicios de 2018 las crecientes protestas contra el Código penal “Morales” llevaron al gobierno —en voz de Evo— al culipandeo de “no abolirlo” y terminar aboliéndolo.

Y el fraude de 2019, sacó a todos a las calles: como no había pasado, el país se paró en seco. Y Evo trató de amainar la crisis; quiso aguantar el poder; buscó mediatizar para seguir; pero, al fin muy pronto, salió huyendo (como en “su” Marcha dos veces y ahora en Tarija).

 Ya todos sabemos qué siguió. Y llegó el 2022 y Santa Cruz se plantó por el manoseo del Censo (ya he dicho siempre mi opinión de la inefectividad del paro) y recibió mucha solidaridad de todo el país… verbal, no efectiva, no comprometida.

El último round de protestas fue cuando el secuestro del Gobernador de Santa Cruz. Fue corto. Con él se apagaron las protestas, las marchas; quedaron solas las consignas.

¿Se protestó por los resultados del Censo? Muchas opiniones, ninguna acción en ninguna de Las Bolivias. Acá contemplamos cómo se quieren matar el Evo y el Lucho… pero nada más. Las oposiciones (que pudieron tener mucha fuerza en la Asamblea pero, con escasas y notables excepciones, sólo fueron ojerizas) hablan de unidad pero —escasas excepciones de nuevo— “que sean detrás de mí”. La celda de Camacho se parece cada vez más a las peregrinaciones a la Meca —van en procesión perdedores de muchas veces: las derrotas de cada uno las reconté en mi anterior columna—, porque muchos políticos (tras la foto en medios y por los presuntos votos) se acuerdan de quien no se acordaban. (Hasta ahora no hubo visitas a Añez, ¿las habrá cuando otras no den ya votos?).

Calma chicha. El peligro es que la gran tormenta viene después de la gran calma. O eso dicen los que saben de mar, porque acá lo perdimos.

 

Información consultada

http://www.scielo.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0040-29152001000100002  

https://es.wikipedia.org/wiki/Asalto_al_Hotel_Las_Américas

https://es.wikipedia.org/wiki/Gargantúa_y_Pantagruel

https://es.wikipedia.org/wiki/Masacre_de_Porvenir

https://publico.bo/opinion/el-censo-no-es-el-problema/ 

https://publico.bo/opinion/oposiciones-en-bolivia-formales-y-alternativos/   

https://www.ftierra.org/index.php/publicacion/libro/56-marcha-indigena-por-el-tipnis-la-lucha-en-defensa-de-los-territorios   

https://www.la-razon.com/politico/2016/02/22/los-codigos-morales/

sábado, 5 de octubre de 2024

En Las Bolivias, ni pan ni tortas

 

Ni pan ni tortas, ni cuñapés ni marraquetas ni arepas hay… en la política nacional, a izquierda como a derechas o a supuestos centros (¿alguien cree aún en ellos?) la carestía es patética. (Me abstendré de decir como Marie Antoinette recomendando a las masas hambrientas el comer bizcochos por pan, por lo que costó de su cuello).

Estaba indeciso de qué tema tocar en esta columna (quería algo menos savonaroliano de lo habitual últimamente) pero me encontré dos artículos (“Deshojando Candidatos” de José Luis Bredegal y “Encuestitis” de Ricardo Paz Ballivian) y entendí qué camino seguir.

A diez meses (y varios desde hace mucho antes), algunos nombres empezaron a deshojar margaritas por aquello de que de tanto ir el cántaro a la fuente… aunque ciertamente si el cántaro es hueco o sólo tiene poca agua, poco calmaría al sediento.

Nuevos y viejos han aparecido como flor de candidatos; algunos gastados y otros desgastados. Los dos que antes más arriba llegaron fueron bateadores emergentes de sus partidos de beisbol (o, si prefiere usted, voces de relleno en sus conciertos) que la vida —o la muerte (o las muertes), según el caso— imprevistamente les benefició; de los dos, a Carlos de Mesa el fraude le frustró discutir la victoria en 2019, pero debe recordarse que sus votos —o la inmensa mayoría— no eran por él sino contra el continuismo del (entonces) Jefazo; por lo mismo —contra el caos desde Bánzer demócrata y porque no hubieran más bloqueos—, Evo ganó en 2005 (aunque no se puede negar que tras él fueron todos los que nunca habrían ganado por sí).

¿Qué hay hoy? Cambie pan, tortas, cuñapés, marraquetas o arepas por expectativas de un Bicentenario promisorio o tendrá nada. Hay precandidatos (o preanunciados) cualificados pero antes han sido candidatos nacionales frustrados: Doria Medina (1997, 2005, 2009 y 2014), Reyes Villa (2002 y 2009), Quiroga (2005, 2014), Del Granado (2014), De Mesa (2019 por culpa del fraude y 2020 por sí), Chi Hyun Chung (2019 y 2020), Camacho (2020), además de otros que no compitieron en la Liga Mayor y de los muchos que no trascendieron. De la veintena ninguno se puede decir que alce vuelo —huelga que estoy plenamente de acuerdo con Paz Ballivian y la encuestitis—. Y del fracturado “oficialismo” en plena guerra, ni para Morales —con su fracasada “marcha” y a pesar de su encueta trucha y fabricada— ni para Arce hay opciones, más allá de la debilidad de sus contrincantes. Pero esa debilidad ajena no fortalece la debilidad propia.

Un país en crisis, en anomia, en pérdida de fe en la política y los políticos —sobre todo desde 1997 hasta hoy, con un intermedio de falso éxito entre 2008 y 2014— no necesita que se le repitan como panaceas modelos fracasados anteriores (de cualquier signo). Lo que necesita —¡urge!— es un Proyecto País que le dé certezas y no consignas —ha habido muchas, melosas algunas, falaces no pocas, populistas demasiadas— porque si algo destaco del período masista es que permitió crear una clase mestiza urbana —hija de la migración, sobre todo en Occidente y, en particular,  alteña— con mentalidad capitalista, descreída y pragmática, instruida y con mirada hacia afuera —porque lo conoce— la más cercana a la clase media capitalista cruceña que describe mi amigo Suárez Ávila, también descreída y pragmática, instruida y con mirada hacia afuera —paradoja para la leyenda negra anticruceña abonada por el MAS. Pero para eso necesita estructuras, propuestas… ¡política! Y no hay ni partidos (ni COMUNIDAD CIUDADANA ni CREEMOS lo son: como Lazarte dijo en 2002 del MAS son juntes de muy diversos).

Ahora que ya no se habla casi del Censo —el intercambio de único escaño contra Chuquisaca como que pasó desapercibido para los más, incluidos los que tenían la voz la víspera—, el camino pasaría por desbrozar la maraña de las oposiciones y alinear —con las que se pueda sin cainismos ni egos— tras un sólido Proyecto País para enfrentar a lo que salga de la pelea del MAS. Porque, de seguir desarticulada la oposición (multioposiciones), aunque ganara la elección no podría contra la crisis, no la que hoy hay sino el tsunami que Arce hace lo imposible por tirar para después de las elecciones; en ese caso, sería una victoria pírrica y absolutamente contraproducente y me sumaría al pensamiento de mi también amigo Guevara Anaya (supongo que envejecí, por eso tengo tantos que considero mis amigos) en su artículo “Por qué el próximo presidente debe ser del MAS”: dejen que el muerto lo entierre el que lo asesinó.

Pero es triste el panorama para Las Bolivias.


Información consultada

https://brujuladigital.net/politica/analisisdeshojando-candidatosjose-luis-bedregal-v

https://brujuladigital.net/politica/opinionencuestitisricardo-v-paz-ballivian

https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Bolivia_de_2020

https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Bolivia_de_1985

https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Bolivia_de_1989

https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Bolivia_de_1993

https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Bolivia_de_1997

https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Bolivia_de_2002

https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Bolivia_de_2005

https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Bolivia_de_2009

https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Bolivia_de_2014

https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Bolivia_de_2019

https://www.brujuladigital.net/opinion/por-que-el-proximo-presidente-debe-ser-del-mas