Las semanas
de este año las he dedicado principalmente a dos temas: criticar yerros e
inconsistencias de las oposiciones en Bolivia —parlamentarias y de la sociedad
civil— y a la dictadura nicaragüense (lejos de Dios y tan cerquita del Demonio).
Pero hace hora que nos acordemos del Gobierno Nacional, porque ha hecho méritos
—¡de sobra!— para un inexcusable zarandeo.
Hay una
leyenda holandesa —mito o simple cuento— de un niño que vio un hueco que
amenazaba crecer y romper todo el dique que protegía su pueblo de las aguas
(como su nombre lo indica: Países Bajos o Nederland en su lengua, gran parte del
territorio ha sido ganado al mar y está por debajo de su nivel); el niño tapó
el hueco con sus manos toda una noche y salvó su pueblo de ser inundado.
Historia
cierta o no, ha quedado un parangón de heroísmo. Pero ¿lo sería si el mismo
personaje fuera quien antes hubiera perforado ese hueco… y aun muchos más? Pues
eso sucede al Gobierno Nacional.
Empecemos
por el subsidio a los hidrocarburos, que crece sin parar comiéndose lo que
queda de la renta gasífera y más allá cada vez. La mejor receta para dar
solución sería quitar —o morigerar al menos, como hicieron los iraníes— el
subsidio pero recordaremos lo que pasó en 2010, a pesar de la bonanza
(dilapidada) de los ingresos extraordinarios por el gas. Para paliar ese gran
“hueco del dique” de las finanzas nacionales, con “todo su cuerpo” YPFB “trata
de taparlo” anunciando inversiones en exploración —menguadas e insuficientes de
por sí— y el intento de rehabilitar pozos viejos; pero (¿estólidos, ignorantes o “enemigos propios”?)
aparece MINTRAB anulando la jornada continua y —con
taladro industriales— perforando el dique de contención del
tsunami económico: de dos viajes diarios (ida al laburo y regreso al hogar) se
pasó, con feliz desparpajo, a cuatro (ida al trabajo / vuelta al hogar para
almorzar “en familia” / re-ida (sin risa) al trabajo / re-vuelta a casa) y,
¡plin!, duplicó el consumo de combustible en transporte.
Las cabezas del
Banco Central urden urgidos para tapar filtraciones, se calientan tratando de
empollar dolarucos (como los llama el amigo Chávez, no el occiso) y se
esfuerzan en sacar una Ley del Oro —que hiede a vender reservas metálicas— que los oficialistas de MASLucho no tienen votos para aprobar; inventan
comprar el oro a quienes lo extraen —animándoles con los menores impuestos posibles— pagándoles en bolivianitos —cuando allende se lo tasan en
verdes dólares—; aprueban un cambio mayor de dólar-exportadores (que me recordó
el carnaval de cambios paralelos de Argentina, tan similares al venezolano que
llevó a la hiper-hiperinflación), “invento” que desata un secuente alud de oficiosos
incrementos. De colofón tardío, anuncian la eliminación temporal del encaje
bancario —las reservas obligadas de mantener en los bancos para paliar
desbordes—, lo que desata el pánico de ahorrista, y de yapa obligada: amenazan
con penas judiciales a quienes —supuestamente— creen pánico anunciando
corralitos y otras barbaridades (también “corralito” recuerda Argentina).
Claro que,
junto a lo triste, hay humor: En medio del escandalete (más que escandalate) de
las cuentas bloqueadas por META, podemos sonreírnos cuando un exministro y un
exJefazo —cada vez menos “el”, otrora artículo identificativo— se escandalizan hoy
de los vientos (léase “guerreros digitales”) que sembraron durante su
desgobierno y que como hongos germinaron y crecieron. Entonces vale, una vez
más, la palabra de la Biblia (ese libro que quema a Daniel y la Rosario): «todos los que empuñen espada, a espada
perecerán» (Mateo 26:52), que en refrán popular se traduce en «quién con hierro mata, con hierro muere».
Y queda lo
estratégico (o no-estratégico sin dudas) de enfrentarse a todos los que no son
suyos. (¿Recuerda una vieja sentencia que reza «quien no está conmigo, está sinmigo»?, aunque puede ser cuchilla de dos filos). Por tener cooptada la
justicia, ¿puede alguien creer que va a serle siempre fiel?; que lo diga el exJefazo.
O por tener la policía en las manos de un propio —no me atrevo decir
“incondicional”— y firme represora, ¿no cree que se amotinarán como en 2019 si
ven que les llega peligro, por aquello de «si
te vi, no te recuerdo»…?
Pena le
dará si en 2025, MASLucho se diera cuenta que «quien no siembra no recoge» y después encuentre que «la soledad es la única que viene cuando ya
todos se han ido», con litio y sin litio. Porque sabios son los refranes aunque
algunos «viendo no quieren ver»
(Mateo 13:13).
No hay comentarios:
Publicar un comentario