He secuestrado el titular (“plagiado” suena feo) de un muy interesante ensayo —aún inédito— que acabo de disfrutar leer del docto —y polemista— amigo Antonio Saravia.
Tampoco voy a
dedicarme a escribir sobre las desventuras hoy —peor mañana, a pesar
de las loas oficiales— del
Nuevo Modelo Económico Social Comunitario y
Productivo, herencia “duende”.
Voy a referirme
a otro “nuestro”: “nuestra” oposición al Poder del MAS-IPSP;
más múltiples, diversas y sordas entre sí que los malhadados constructores de
Babel.
En la elección de octubre de 2020 nos dimos —por
eso es “nuestro” el resultado, más allá de la confianza que tengamos en el
padrón— una Asamblea Legislativa Plurinacional donde, por primera vez después
de la Legislatura de 2005-2009, los elegidos que no se adscribían al MAS-IPSP
eran más de un tercio de la suma de senadores y diputados: 70 (15 senadores, 55
diputados) = el 42 % del total de ambas Cámaras (en 2019, cuando el fraude
prorroguista del Evo-Álvaro, en la Legislatura hubo 74 asambleístas opositores
elegidos pero nunca juraron).
Y aunque la anterior
presidencia de la Asamblea —con la gestión suplente de Eva Copa por desbande
masista— manipuló sus 2/3 de bancada MAS-IPSP para reducir el requisito de esa
mayoría para muchas decisiones y elecciones, no podríamos decir que esposó las
manos de los nuevos legisladores: al fin y al cabo, los 53 de la Legislatura
anterior (UD y PDC sumados) pudieron actuar con bastante empeño y relativo
éxito frente al “rodillo” oficialista —y no podría decirse que ambas bancadas de
la pasada Legislatura era coincidentes entre sí ni la de UD siempre dentro ella
misma.
Han pasado dos años de training
parlamentario, muchas veces ring, y la inexperiencia parlamentaria inicial de
la mayoría de los elegidos no-MAS pudo ser disculpa o atenuante en su debut —de
la mayoría, no de todos—, en
una etapa de muchos gritos y pocos resultados (se le atribuye a Marx —Karl, no Groucho—
que dijera «cuando se acaban los
argumentos, buenos son los insultos» pero si lo dijo, erró como en otras
muchas cosas) pero no lo es ahora, a dos años de estar en la Asamblea.
La elección a la
Defensoría del Pueblo del candidato del Masismo pudo ser una viveza
aprovechando lo no suficientemente explicitado del Reglamento de la Asamblea,
pero esa picardía no hubiera existido si hubiera estado el 42 % opositor
presente en la Asamblea. Treinta y dos diputados opositores de ambas bancadas
pidieron licencia ese día, seis por baja médica —tres y tres por lado— pero la
gran mayoría —cruceños y no cruceños— fueron a celebrar en el aniversario del
inicio de la lucha independentista de la región. Loable civilista y patriótico regional,
¿valió la pena fracturar el muro que varios meses mantuvieron contra la
elección de otro Defensor masista?
Cual güelfos y gibelinos
—o vicuñas y vascongados de nuestro
Potosí colonial—, ambas bancadas pocas veces nos dieron muestra de
acercamiento y afinidad (basta recordar a la senadora Barrientos, entonces jefe
de bancada en Comunidad Ciudadana declarando más proximidad con la bancada azul
que con la verde), hasta hoy que celebraron juntas —o, al menos, en la misma
ciudad y al mismo tiempo.
Que casi la mitad de
los parlamentarios “opositores” pidieran licencia en consuno para viajar; que
sus jefes de bancada se las aceptaran; que sus asesores no les advirtieran de
la posible jugada —o lo hicieran y no les dieran oído—; todo es criticable y
reprensible, muestra de falencias profundas. Pero que sus líderes —menudos
líderes— se rasguen las vestiduras como romanos achacando la culpa de elegir al
Masismo y no a ellos mismo, eso es muestra de cuán empobrecidos están los
liderazgos de las oposiciones.
La próxima elección presidencial y a la Asamblea es en 2025.
Como todo augura, incluyendo cainismos opositores por medio y esperando que no
haya implosión en la economía, la batalla por el Poder será entre un MAS y otro
MAS (menos). CREEMOS y Comunidad Ciudadana necesitan fundarse orgánicamente,
entenderse a ellos mismos y a los que no piensan exactamente igual, formar
cuadros y potenciar nuevos liderazgos —hay emergencias que no deben ser
frenadas—, repensar lo que piensa y espera la parte del país que no cree en un MAS y descree del
otro, saltar el Rubicón regional y definir qué tipo de liderazgos se asumen.
Porque como dije en mi anterior columna sobre Chile: Amerita
más análisis
y menos hormonas. Para comprar lo nuestro.
Información consultada
https://eldeber.com.bo/edicion-impresa/el-defensor-y-la-pereza-de-la-oposicion_294442
https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Bolivia_de_2019
https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Bolivia_de_2020
https://publico.bo/opinion/sin-brujula-ni-timoneles/
https://www.bibliacatolica.com.br/biblia-latinoamericana/genesis/11/
https://www.facebook.com/watch/?v=480151327349825
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