Hoy en la mañana, abrí un WA (léase: mensaje de WhatsApp) de
un amigo con una de las geniales caricaturas de Quino: un abuelo enseña a su
nieto su extensa biblioteca y le describe quiénes eran egipcios, etruscos,
griegos, romanos y mayas, aztecas e incas, a lo que el crío le pregunta: «¿Y nosotros, abuelo? ¿Quiénes somos
nosotros?»; la caricatura (hoy meme) termina con el nieto saliendo de la
biblioteca y, a pregunta de su mamá «¿Y
el abuelo?», le responde: «En la
biblioteca, llorando».
Nosotros, ¿deberíamos llorar? Sí, de nuestra propia
estolidez, de repetir yerros, de confiar una y otra vez en humos, de dejar
engatusarnos de nuevo con cuentas de todos los colores… Pero esto es sólo un a
modo de exergo para entrar a lo que sigue.
Hablemos de censo. De contenido y de fiabilidad.
Harto se ha hablado —porque se habla y se desbarra también—
sobre incluir el autorreconocimiento como mestizo y la pertenencia a una
creencia religiosa. El rechazo oficial a incluir ambas tiene el mismo “agujero
negro”: desde el 2012, el discurso ideologizado del MAS aferrado a “somos un
país indígena” se desdibujó censalmente cuando sólo el 40,6% se autoadscribió
como tal, cifra seguro muchísimo menor aun si se hubiera incluido la opción
como mestizo —reconocimiento que hace orgullo en Brasil y Cuba, por sólo
mencionar dos casos que los incluyen en su boleta censal— y no nos hubiera
reducido el 59,4% de la población a la categoría “no-son”; huelga decir que las
“justificaciones” en contra —dada por mestizos culturales que no son indios, es
decir: “no-son”— se basan en tergiversaciones acusando de un racismo que
carcajearía a Darcy Ribeiro o, quiera Dios que no, tras manipulación sofista —o
incapacidad maniquea— de lo recomendado para tal por NNUU y CEPAL, que no
repetiré porque la abundé en mis columnas anteriores ahora y en 2012.
Lo mismo sucede con la renuencia a incluir la adscripción
religiosa: la batalla ideológica masista necesita “vender” un país ateo o
politeísta prehispano porque de esa forma espera lograr dos “goles”: aspira a
“desempoderar” la voz de las iglesias —el pueblo creyente— y a reforzar el
presunto “indigenismo mayoritario”. Pero ambos van raudos en camino de
autogoles.
De la fiabilidad —no abundaré porque soy neófito—, el
enfrentamiento es está en asegurar su fiabilidad: geografía censal actualizada.
Para oficialistas sí, para muchos no oficialistas —universidades incluidas—,
definitivamente no. ¿Otro fracaso parcheado como 2012?
Hablemos del Defensor del Pueblo (de yapa le toca al proceso
del Contralor).
De inicio, el proceso empezó con dos coyundas que atenazaban
a los parlamentarios: el hábito del —perdido— rodillo masista y la falta de
unidad e inexperiencia legislativa de “las oposiciones”. Recordemos los
encontrones y peleas que hubo y cómo, negociando, se abrieron caminos. Ahora,
en etapa final, vuelve a estancarse todo y algunos ya hablan de prorrogar un interinato
que no llegó a candidatura escogida. ¿Qué urge? Que el presidente nato ejerza
su atribución de llamar al diálogo y al consenso y que todos los asambleístas —oficialistas
y no oficialistas— encuentren un mínimo de consenso y se abandonen posiciones por
el desastre: o el interinato o las fojas cero. Quizás así se aprenda para la
elección siguiente: el Contralor y se acaben los absurdos interinatos eternos.
De la economía, no me referiré a las siempre auguriosas
declaraciones desde el ministerio del ramo; iré a las repetitivas
confrontaciones entre el estatismo y los productores agropecuarios —huelga
decir “privados” porque no estatales (menos mal porque hubieran sido de
fracasos)—, con el productor siempre tildado de agiotista, “solución” para un
modelo estatista que termina en importador y, paradoja, freno a las
exportaciones —¿acaso exportar no apareja impuestos para el Estado? Dejaré el rifirrafe
para versados economistas.
¿Y la Batalla de Ucrania? A 79 días de comenzada la invasión
putinesca a Ucrania —artera y despiadada con Ucrania, autodestructiva para
Rusia, baldón para Bolivia—, las únicas “victorias” de Putin han sido unir más
Europa entre sí y con EEUU —contrario de lo que Putin buscaba y Trump quería—,
reforzar la OTAN más de lo que penaba y patear el multilateralismo y la
globalización —China “colabora” con sus encierros “COVID cero”—, afectando la
economía mundial y provocando miseria en la rusa.
«La mies es mucha y
los obreros pocos» (Mateo 9:37). Pero la zarza hoy es más.
Información consultada
http://joserafaelvilar-loquepienso.blogspot.com/2012/08/la-pureza-del-mestizaje.html
http://joserafaelvilar-loquepienso.blogspot.com/2012/08/mestizo-o-indigena-y-los-avatares-de.html
http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-790.html
https://eldeber.com.bo/opinion/el-censo-y-el-derecho-a-declararse-mestizo_273358
https://nuso.org/articulo/la-nacion-latinoamericana-2/
https://www.bibliacatolica.com.br/la-biblia-de-jerusalen/juan/8/
https://www.bibliacatolica.com.br/la-biblia-de-jerusalen/mateo/9/
https://www.cuantarazon.com/862155/desde-ese-dia
https://www.paginasiete.bo/opinion/2022/4/29/bolivia-la-nacion-mestiza-329798.html
https://www.paginasiete.bo/opinion/2022/4/5/el-censo-el-derecho-declararse-mestizo-327731.html
https://www.paginasiete.bo/opinion/gonzalo-chavez/2022/4/24/la-nacion-mestiza-329330.html
https://www.yumpu.com/es/document/read/14231611/nueva-cronica-109-plural-editores
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