Amigo lector (sin diferenciar “políticamente correcto” por
género), no se asuste: No será una columna algebraica (luego de la
“encuestitis” le daré un descanso) pero casi será, aún en el desuso, restituir
algunos de los muchos “huesos dislocados” allende y aquende.
Primero que todo, conozcámonos mejor: Bolivia tiene casi 1,1
millones de km2 y España poco más de 0,5 (cabe dos veces acá); en
Bolivia vivimos casi 11,5 millones y los españoles son 46,5 (acá estarían cuatro
veces “más apretados”). En España había casi 2,6 millones de empleados y
funcionarios públicos (2018) y en Bolivia (2017) casi 403 mil (la empleomanía creció
70% en el trecenio; sólo en la administración central pasó de casi 10 mil a más
de 19 mil, un 192%, pero el gasto en salarios creció sólo 54%, lo que intuye
que no hubo crecimiento de calidad).
Hay en España 17 comunidades y dos ciudades autónomas (en
Bolivia 9 departamentos), 50 provincias (Bolivia: 112) y 8.124 municipios (1.121
con menos de 100 habitantes pero con sus autoridades); en Bolivia son 340. Nos
ganan amplio en despilfarro.
Bolivia tiene (suplentes y titulares) 332 parlamentarios
nacionales y 534 departamentales, 340 alcaldes (sin suplentes) y 3.954
concejales (titulares y suplentes) (lo que da 5.492 elegidos, muchos
“cobrantes”, 1 x cada 2.088 habitantes), mientras España (no eligen suplentes)
tiene 616 parlamentarios nacionales y 1.248 autonómicos, 8.124 alcaldes y
67.515 concejales (77.503 elegidos: 1 x 600 habitantes, ¡excesivo!). Claro que
se les agregan la burocracia y los parlamentarios supraterritoriales.
Para concluir, España es una monarquía parlamentaria y
Bolivia una república presidencialista (como las que las independencias dejaron,
más “monárquicas” que esencialmente republicanas).
Este 28 de abril (28A), el Partido Socialista Obrero Español
(PSOE) tratará de mantener el poder al que llegó sin ser elegido y para ello se
enfrentará al Partido Popular (PP) que constitucionalmente desbancó (pero no
ganó), a PODEMOS (protoaliado muy interesado que quedó en el camino), a
Ciudadanos (C’s) y al inesperado VOX: Cinco partidos (más otros a la zaga
en intenciones y posibles escaños) dirimirán las apuestas: mantener el
populismo socialdemócrata de los últimos tres gobiernos (de
pseudoizquierda-centroizquierda en Rodríguez Zapatero y de Sánchez Pérez-Castejón,
de derecha más tímido con Rajoy Brey), retornar al ambiguo PP (ahora desconsolidado
y sin liderazgo fuerte) o mudar al centro de C’s, a la izquierda
marxistachavista podemitas a la derecha tradicionalista (no “facha”) de VOX,
éstos tres comodines necesarios. Y los demás retos: independentismo, crear empleo,
no quebrar la economía, “desdemagogizar” la política, refundar el país (eliminando
“grasa mala”) y hacerlo eficiente…
Para Bolivia, luego del 21F que dijo NO a la repostulación (“colado”
luego por los portillos de TCP y TSE cómplices) y un 27E muy decepcionante para
el triunfalismo oficialista, el 20O se enfrentarán el MAS desde el oficialismo y
desde la oposición Comunidad Ciudadana y Bloque Bolivia Dice No, junto
con los de espacios minoritarios: MNR,
PDC, MTS, UCS, FPV y PAN-BOL. El gran tema: ¿por dónde irá la democracia
boliviana? (y si “irá”).
¿Alguna diferencia? La campaña española son 15 días; en
Bolivia: un año y un día (convocadas primarias el 19/10/2018 y elecciones a
realizar el 20/10/2019).
Estas opiniones se las
dedico a mis amigos y colegas de la Complutense con quienes compartí el éxito
de la ECL Santa Cruz 2019, porque juntos queremos una España y una Bolivia fanales
señeros que iluminen grandes tiempos.
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