martes, 21 de febrero de 2012

El error de Fukuyama


El título de esta columna se lo debo a la inspiración que mi amiga Carmen Beatríz Fernández me dio con su interesante artículo “De bifurcaciones y caminos...” (www.E-lecciones.net), donde nos recuerda cómo el errado fulgor triunfalista de un Occidente deslumbrado por la caída del Muro de Berlín llevó a su vocero intelectual, Francis Fukuyama, a predecir en su libro "The End of History and the Last Man" que el mundo caminaba inexorablemente al liberalismo económico y político: democracia y capitalismo, sin mirar en derredor ni prever que el 21/09, por un lado, y el socialismo del siglo xxi , por otro, estaban a sus puertas ni que la desaparición del bipolarismo Este-Occidente no iba hacia un unipolarismo hegemónico sino a un multipolarismo complicado.
Es en ese sentido histórico que retomo la trascendencia de las recientes primarias abiertas en Venezuela en el contexto de sus próximas elecciones. Que más de 3 millones de electores hayan votado para elegir el candidato de consenso frente al Presidente Chávez Frías, incluso ante la duda de que su registro en las actas de votación los identificaran como opositores (su destrucción fue debatida hasta último momento, incluso con fuerte insistencia de líderes gubernamentales de que se conservaran), fue un paso importante en salvar el fuerte escollo de entender la oposición como el retorno a la corrupción de la Cuarta República, tanto como lo fue que toda las fuerzas opositoras (desde tradicionales hasta ex chavistas) hayan decidido dejar de lado sus intereses particulares en pro de la unidad y que haya sido elegido un candidato postchavista (no antichavista), desvinculado por edad y trayectoria de los partidos tradicionales, gestor exitoso y con el eje de su campaña exento de la crítica al actual Gobierno para alabar el modelo brasilero: Henrique Capriles Radonski.
Y son precisamente los insultos desde el Gobierno contra el candidato de la oposición, tanto de Cabello Rondón (presidente de la Asamblea Nacional, quien también negó los resultados del domingo 12 a pesar de estar avalados por la Corte Nacional Electoral oficialista) como del Presidente Chávez Frías (pero sobre todo de él, llamando a HCR “cochino” repetidamente en TV), los que me llevan a pensar que la seguridad de repetir los triunfos arrolladores ya no está en el optimismo oficial (y acá rememoro a Mao Zedong cuando dijo: “El principal campo de batalla es la mente del enemigo”) y a no compartir el pensamiento de mi colega de comentario el domingo pasado, Salazar Paredes (“El Deber”, B2), cuando mencionaba que “[Chávez] tiene todas las de ganar… lo demás es un espejismo” (aunque deja aún un resquicio de posibilidad).
Para Bolivia, la señal es clara: una oposición fragmentada es insignificante, pero una oposición articulada puede aprovechar las fragmentaciones de su oponente. Ojalá valga la lección, en palabras de Tácito: “Mientras luchan por separado, son vencidos juntos.”









Referencias:

No hay comentarios:

Publicar un comentario