miércoles, 14 de diciembre de 2011

Nihil novum sub sole

Lo que fue, eso mismo será; lo que se hizo, eso mismo se hará: ¡no hay nada nuevo bajo el Sol! (Eclesiastés  1, 9).

 

El primer fin de semana de diciembre, en Caracas se constituyó la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), organismo intergubernamental regional, heredera del Grupo de Rio y de la Cumbre de América Latina y del Caribe y que agrupa a 33 países de la región, con exclusión de EE.UU. y Canadá.

Promovida por Venezuela y los países bolivarianos, la CELAC se concibió como la sustituta de la Organización de Estados Americanos (OEA), organismo que excluye a Cuba desde la década de los ´60 pero que sí integra a EE.UU. y Canadá. Este objetivo, incluido en el mensaje de salutación del Presidente Chávez, sin embargo tropieza con un escollo fundamental: los 33 Estados que la integran no responden homogéneamente a ese propósito. Por un lado, sí se alinean tras ese propósito los gobiernos bolivarianos –Nicaragua, Ecuador (desde sus propios intereses), Bolivia, Cuba y la misma Venezuela–, pero en la otra acera de los 28 miembros restantes están países con una firme relación con EE.UU. –Chile, Colombia y México, éste además con Canadá por el TLC–; otros que, sin esa afinidad, mantienen una buena relación e intereses económicos importantes –Brasil, miembro del Grupo BRICS y distanciada la Presidente Roussef del lulismo anterior, y también Argentina y Perú, la primera con el nuevo enfoque de fomento del empresariado y “obamista” de la Presidente Fernández, y el segundo con el reciente pragmatismo del Presidente Humala–, además de que el resto (Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Costa Rica, República Dominicana, Dominica, El Salvador, Grenada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, Panamá, Paraguay, Santa Lucía, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Trinidad y Tobago y Uruguay), por diversas razones, no estaría comprometido y ni aun interesado en un enfrentamiento con EE.UU.

Como sí plantearon muchos asistentes, el interés estará centrado en lo económico, potenciando la bonanza que aún disfruta la Región en medio de la crisis financiera mundial. Sin embargo, en este aspecto,  la CELAC “nace” con una interrogante: ¿en qué se diferenciará –o podrá ser más exitosa– de otros organismos regionales integradores que la antecedieron: UNASUR, CAN, MERCOSUR, ALADI, SELA, CARICOM, ALBA-TCP, el mismo Grupo de Rio y su antecesor el Grupo de Contadora?

¿El reto?: Que no sea un ente burocrático transregional más y que siga el camino –muy complicado y zigzagueante pero avanzado, al fin– de la Unión Europea, como señaló la Presidente Fernández. Por lo pronto, la reunión constitutiva terminó sin acuerdos –incluso para decidir si sus decisiones serán por votación o por consenso–, con el Presidente Piñera, de Chile, su primer Presidente Pro Tempore.

En un período en que los países más fuertes económicamente de la Región –Brasil, México, Chile, Argentina, Colombia y Perú– buscan “blindarse” frente a la segunda crisis financiera de este siglo, las consignas ideológicas no tienen mucho futuro.

Referencias:
https://www.facebook.com/notes/lor-ci-bolivia/reunion-de-la-celac-mas-de-lo-mismo/10150506689175781

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