Populismo y
corrupción son sus ingredientes: A más populismo —con la consiguiente ideologización de sus
políticas económicas, el despilfarro de recursos públicos y la insostenibilidad
de esa economía— y
corrupción —con su
propia receta: menos transparencia, más cooptación oculta—, más se acercará un país a la
crisis.
Eso es lo
que ha pasado en ambos países. Mientras en Brasil la cooptación del PT dentro de
los Poderes del Estado no pudo avanzar más que en la compra de voluntades en el
Congreso y otras autoridades, en Venezuela el chavismo cooptó todos los Poderes
hasta que perdieran la Asamblea Nacional el pasado 6D; sin embargo, en ambos la
corrupción se convirtió en práctica política generalizada, las medidas
populistas aseguraron durante mucho tiempo las votaciones —hasta que sus crisis hicieron temer a esos
votantes por la continuidad de sus status— y las ideologías, sobre todo en Venezuela,
primaron sus economías, desfasándolas.
Impeachment
y revocatorio: consecuencias de las mismas causas.
Un análisis actual que mi lectura es "control de la economía por el agente económico Gobierno vs. economía de libre mercado". La historia económica de Latinoamerica registra que los países transitamos por ambos y seguimos.
ResponderEliminarGracias por el comentario. Indiscutible que el Estado no es agente económico en el mismo sentido que el mercado y la hiperregulación sólo lleva al desastre.
ResponderEliminarSaludo cordial