martes, 29 de mayo de 2012


Madre, Mujer

Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron.” [Evangelio según San Lucas, 11:27]
                                                                                                                    
Este viernes pasado hablaba con mi amigo Raúl Arrázola que aún no había decidido qué tema escribir para hoy, y él me sugirió tan cerca del Día boliviano de las Madres— porque no escribir sobre ellas. Y me di cuenta que, de tanto defender el compromiso, la conciliación y la justeza, me había olvidado de quienes son su ejemplo día a día: las madres, y María —Madre y Mujer— que en ellas se representa.
Madre es la que da vida y en ella se gesta el futuro. También Madre es —y las excepciones la hacen más valedera— la que nutre y cría al nuevo ser y lo acompaña cada etapa de la formación y la que, cuando ya la persona se ha independizado y empezado su propio ciclo, sigue atenta a ese futuro. Madre es, además, la que siempre cree en su hijo y le da fuerzas, como también es la que le escucha y, cuando amerita, le enmienda.
Y por ello todas las madres —la suya, la mía, la del que está cerca— son un poco María, la Madre de Jesús, la que confió en la Promesa Divina, entendió y apoyó a Jesús al comprender Su Palabra —la Palabra de Amor, la que tan bien entiende una madre— y acompañó a su Hijo hasta la muerte, concienciada con Él. Eso es María: Amor y compromiso, justa y paciente, abierta a oír y a perdonar —conciliadora, en fin.
Para todos los cristianos (católicos, ortodoxos, protestantes, evangélicos), María —Mariam en el arameo bíblico— es la Madre de Dios porque Jesús, su hijo, es Hombre y es Dios. Para los musulmanes, María —en el árabe del Corán: Maryam bint Imran (María hija de Joaquín)— es también reconocida y reverenciada como la madre de Jesús (Isà en árabe), el Mesías que enseñó a Israel el Evangelio. Esta presencia tan respetada en religiones que han sido antagónicas es ejemplo de cómo la Madre puede ser puente de unión en la discordia.
María, al ser dada por Jesús en la Cruz como madre al discípulo amado, pasa ser la Madre de todos los discípulos de Cristo y, para la cristiandad, es la nueva Mujer —a diferencia de la Eva bíblica— que es la Madre de la Iglesia, madre de todos los que viven.
En sus diferentes advocaciones —de Copacabana, de Guadalupe, del Cobre, de Fátima, de Lourdes, entre muchas— María, como tantas muchísimas madres, llega para unir a sus hijos y salvarlos al salvar a la Humanidad. Ese mensaje de Amor nos debería llevar a acercarnos más al prójimo si queremos acercarnos a Él porque todos, aun si no tenemos Fe, surgimos iguales y, por lo tanto, necesitamos entendernos y comprendernos.
Por eso, en recuerdo y agradecimiento de las Madres que conocí y quise —las que no están: Mercedes, María, María Luisa, Elia, y las que aún alegran este mundo: Lorenza, Neyda, Norma, Caridad, Olga, Gloria, Rosa Virginia, entre muchas otras—, a todas las que no nombro para no hacer una relación infinita ni olvidar alguna y también a aquellas que no conozco, mi homenaje y reverencia a la Madre de Dios y su Mensaje: Amor.
Porque “María es el modelo de un amor sin fronteras” (beato Juan  Pablo II).


Referencias:

martes, 15 de mayo de 2012


Pirro y el camaleón

“En política […] triunfa quien pone la vela donde sopla el aire.” [Antonio Machado]
                                                                                       
Me gusta Santorum.

No por lo que dice o por lo que piensa, porque él es un católico que cree que el fundamentalismo es una virtud y yo soy otro católico que creo (como creía Confucio, aunque no era católico) que la virtud es fundamental para la sapiencia. Me gusta porque es el campeón de las Primarias Republicanas, incluso después que se fue.

Cuando a finales de agosto la Convención del Grand Old Party se reúna en Tampa para seleccionar a su candidato presidencial, la investidura la tendrá Mitt Romney pero el triunfo se lo llevará Santorum.

Richard John Santorum fue siempre un político conservador en  Pennsylvania, un Estado liberal. Y aunque ese conservadurismo –creciente en los últimos años– que lo llevó apoyar incondicionalmente a George W. Bush (devoto metodista) y adjurar de John F. Kennedy (“El discurso de Kennedy me da ganas de vomitar”) le hizo perder su escaño de senador en 2006, el ascenso del Tea Party Movement (TPM) desde 2009 lo catapultó como un candidato idóneo para enfrentarse al Presidente Obama en las elecciones de noviembre.

Todos recordamos el inicio de las precampañas republicanas a finales de 2011: Una decena de precandidatos proclamados y otros varios que no llegaron a estarlo, de los cuales sólo 2 tuvieron opciones de ser proclamados como candidato del Partido: Santorum y Romney.
Willard Mitt Romney ha sido exitoso empresario, misionero mormón, brillante profesional (cum laude en Harvard) y gobernador del Commonwealth of Massachusetts (uno de los estados menos conservadores del país, cargo al que no se presentó a reelección). Considerado un republicano liberal, ya en 2008 había sido precandidato presidencial republicano pero se retiró en medio del proceso de Primarias. Ahora, vuelto a presentarse, a pesar de sus grandes recursos financieros Romney tuvo frente a sí como Némesis a Santorum y no podía vencerlo, dando la impresión que el Partido llegaría profundamente dividido a su Convención.

Romney ha tenido varios elementos en su contra para alcanzar la candidatura republicana: En primero, su filiación moderada (el programa que instaló en Massachusetts para ofrecer cobertura médica a ciudadanos del Estado que no contaban con seguro tiene muchas similitudes con el del Presidente Obama) le conllevó el rechazo del TPM; su filiación con la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días le hizo poco atractivo en estados evangélicos tradicionales (con fuerte fundamentalismo cristiano); su eficiencia de gestor gubernamental ante los ojos de los afectos al TPM, más que una virtud, fue el estigma de tecnócrata, y su gran patrimonio económico en nada lo identificaba por los afectados por la crisis económica. Y en todos los estados y sectores sociales conservadores donde Romney no era apreciado, Santorum era muy atractivo.

Por eso, Romney tuvo que hacerse cada vez más conservador –en economía, en política y en religión– y menos tecnócrata para mimetizarse, como un verdadero camaleón, en otro Santorum. Y aún estarle agradecido que el 10 de abril pasado el exsenador se retirara imprevistamente de la campaña por la candidatura presidencial, alegando motivos familiares –lo que es consecuente con sus valores– pero con un mensaje que no era de despedida: “La campaña ha acabado para mí […] pero este juego está lejos de haberse acabado.”

Y con esos avatares, Mitt Romney se enfrentará (diría que con certeza) al Presidente Obama y a su Julia que va Foward! en un período electoral que estos días se ha agitado por el apoyo de Obama a los matrimonios homosexuales. (Santorum –vinculado al Opus Dei aunque formalmente no es miembro y contra quien el conocido teatrista y columnista homosexual Dan Savage ha popularizado el neologismo santorum con connotaciones denigrantes para el político– instó a Romney a utilizar este asunto como arma política y el virtual candidato ha seguido enseguida su consejo.)

Como a Pirro de Epiro en Asculum, la candidatura de Romney puede saberle amarga por todo lo que ha tenido (y tendrá) que conciliar.

Que los camaleones no comen sapos, pero éste sí.

Referencias:

http://www.rpp.com.pe/2012-04-11-rick-santorum-se-retira-de-la-campana-presidencial-republicana-noticia_470334.html

Conciliar, ¿para qué?

“El sistema de gobierno más perfecto es aquél que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política.” [Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios y Blanco, más conocido como Simón Bolívar]
                                                                                                                    
El miércoles pasado oí a mi amigo Jimmy Iturri repetir en ATB una frase que muchas veces se ha dicho en Bolivia: “Acá llegamos al límite y entonces solucionamos.”
Pareciera que ésa es la filosofía ineludible que está en la base de todos los conflictos del país. Gobernantes y gobernados, Poder y Oposición, Afectos y Desafectos, la han seguido fatalmente. En los últimos 30 años de democracia, el llegar “al extremo” ha sido consustancial con la actuación política nacional: La victoria, del que más aguante la presión.
Lo fue cuando la Marcha por la Vida contra el 21060: El Gobierno fue el que más aguantó la arremetida popular (y les ganó la mano con un as imprevisto: las compensaciones a los mineros por cierre de operaciones).
Lo fue cuando las protestas generalizadas de 2000: El Gobierno empezó a ceder a todos los pedidos (y sólo “ganó” con otro imprevisto: la enfermedad del Presidente Bánzer y su renuncia).
Lo fue en febrero de 2003: El Gobierno retrocedió en las medidas económicas que había tomado (y no ganó nadie; en realidad, fue una medición de fuerzas).
Lo fue en octubre de 2003: El Gobierno fracasó y dimitió porque se dilató en tomar decisiones que no quería (por soberbia y mal cálculo) y el Presidente huyó. (Sirvieron las lecciones de febrero: El país estuvo al borde de la ruptura.)
Lo fue en diciembre de 2010: A pesar de que un escaso año antes el Gobierno tuviera el mayor baño de apoyo en las elecciones, el retroceso tuvo que ser violento ante la imprevisible protesta popular (por imprevisión). (Como en 2003, una demora en derogar las medidas del gasolinazo hubieran llevado a una crisis social.)
De 2010 a hoy, los conflictos han aumentado vertiginosamente en Bolivia y la mayoría de la población espera que crezcan más. Frente a un Estado con más gastos y menos recursos (muchos compromisos asumidos y sin el apoyo venezolano), se han reproducido vertiginosamente y, cada vez más, se han solapado reclamos diversos en un único, generando más fuerza de confrontación.
Frente a ello, han faltado diálogos desarmados de decisiones preconcebidas. El más común error que alimenta las crisis: el negar que las haya, ha sido diario en discursos. Y el segundo: el encontrar fantasmas, también.
Sin un desarme de preconceptos “fatales” y un diálogo que no busque derrotados, no alcanzaremos la paz social que demandaba Bolívar. No hay necesidad del éxito “absoluto” porque ése, de lograrse, será como la victoria de Pirro de Epiro en Asculum: un desastre.
Para conciliar los extremos y no terminar más allá del límite de gobernabilidad de mi amigo Jimmy, no es necesario aventar nuevas fuerzas que los exacerben. Quizás, como mencionó Abraham Lincoln, es el momento “en que lo mejor que pueden hacer [los políticos] es no despegar los labios”.
Referencias:

sábado, 12 de mayo de 2012


Cuidado con las nostalgias

 

Anteayer, tras los primeros anuncios de Hollande como Presidente de los franceses, encontré en Facebook, Twitter y “El País” muchos que auguraban un “giro a la izquierda” y un “regreso al socialismo europeo” (más curioso porque la socialdemocracia francesa nunca fue socialista, al menos como la III Internacional).
El domingo Francia castigó (como Grecia y antes España) a gobiernos que “navegaron” la crisis. Para los votantes franceses (mucho menos afectados que los griegos y los españoles), el histriónico Sarkozy –todo lo contrario de Hollande– era inefectivo y “sometido” a la Merkel (una de las consignas de Marine Le Pen, con casi 20% en votos y a cuyas propuestas se acercaron, con más o menos claridad, Hollande y Sarkozy después de la primera vuelta).
Cuando este 15 François Gérard Georges Hollande asuma la Presidencia francesa, será poco su margen para conciliar sus promesas sociales (nuevos gastos) y su compromiso de equilibrar el presupuesto en 2017, pero otros líderes europeos: Van Rompuy, Durao Barroso, Monti, Di Rupo y Draghi, ya avanzan en combinar las reformas estructurales con gastos muy selectivos que fomenten demanda y generen expansión.
El 10 y 17 de junio, Hollande sabrá si tiene “espalda” parlamentaria para reformas más profundas, frente a una Le Pen que se agregará buena parte de los derrotados el domingo.
Referencias:
http://noticias.univision.com/mundo/noticias/article/2012-05-07/hollande-tomara-posesion-15-mayo#axzz1uDRIFBAE

domingo, 6 de mayo de 2012


ALBA y crepúsculo

La Alianza (originalmente Alternativa) Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América - Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) fue creada en 2004 por Venezuela y Cuba como “plataforma de integración de Latinoamérica y el Caribe”, a la vez que “alianza política, económica, y social en defensa de la independencia, la autodeterminación y la identidad de los pueblos que la integran” (http://www.alba-tcp.org/content/alba-tcp). A estos dos países, se sucedieron las incorporaciones de Bolivia [2006], Nicaragua [2007], Honduras [2008 y retirada en 2010], Dominica [2008], San Vicente y las Granadinas, Ecuador y Antigua y Barbuda [2009]. Otros países de la Región (Haití, Surinam y Santa Lucia) han solicitado este año su incorporación a la Organización. Es significativo que el proceso de expansión de la Revolución Bolivariana fuera de las fronteras de Venezuela se diera ya recuperada la economía del país después de la fuerte caída de los precios del petróleo de 1998 y 1999 y afianzado el presidente Chávez Frías en el poder recuperado después del Golpe de Estado de 2002.

A la ALBA-TCP se une Petrocaribe en 2005, como un Acuerdo de Cooperación Energética orientado a “construir la soberanía y seguridad energética de los países miembros del Acuerdo” (http://www.petrocaribe.org/). Los países originalmente firmantes fueron Venezuela, Cuba, República Dominicana, Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Dominica, Grenada, Guyana, Honduras, Jamaica, Surinam, Santa Lucia, Guatemala, San Cristóbal y Nieves y San Vicente y las Granadinas, incorporándose posteriormente Haití y Nicaragua [2007] y la importancia de esta organización descansa en que Venezuela asume el financiamiento de una parte muy importante de los costos de consumo de petróleo de esos países: Según datos de Petrocaribe, hasta 2009 Venezuela (a través de su empresa estatal PDVSA) asumió USD 1,4MMM de los USD 3MMM comprados por los 17 países restantes (47% de la factura energética de esos países hasta ese momento), sin duda fundamental para muchos de ellos y del que algunos (Cuba en primer lugar) dependen para su sobrevivencia económica (es muy probable, teniendo en cuenta la recuperación en costo de los precios del petróleo, que ese financiamiento a larguísimo plazo e intereses simbólicos esté cercano o superior a USD 3MMM); en general, la escala de financiamiento es entre 5% y 50% de la factura petrolera, con período de gracia para el financiamiento de uno a dos años y previendo extensión del período de pago de 17 a 25 años e interés a 1% si el precio del petróleo supera los 40 dólares por barril, además de permitir el pago mediante trueque de productos y la posibilidad de hacerlo mediante la moneda de acuerdo sucre, en el caso de los países de la ALBA-TCP. A este Acuerdo, de carácter financiero, se han sumado otros como Petrosur (entre las empresas estatales de hidrocarburos de Brasil, Argentina, Uruguay y Venezuela para desarrollar todo el clúster) y Petroandina (firmado entre Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia y del que Ecuador ha sido el beneficiado por la refinación de su petróleo), integrándose los 3 en Petroamérica como un habilitador geopolítico.

Todo este preámbulo circunstancial era necesario para analizar la permanencia de estas plataformas integradoras después de la salida del poder del Presidente Chávez Frías.

(Y hago un preámbulo importante: Para nadie es un secreto el deteriorado estado de la salud del Presidente Chávez Frías y la manifiesta imposibilidad de ejercer efectivamente el poder, reflejado en su cada vez mayores períodos en tratamiento en La Habana. Consecuencia de ello, con o sin elecciones y que el actual Presidente siga vivo o no, antes de fin de año habrá un sucesor en el Gobierno venezolano, ya sea prochavista u opositor. Claro que si hay elecciones y el ganador es opositor, los cambios serán mucho mayores.)

Ya hemos analizado la significación para la economía venezolana del crédito petrolero a los países pertenecientes a Petrocaribe (alrededor de USD 3MMM). Al revisar los rubros de exportación de los países del ALBA-TCP, la alícuota de exportación de “Combustibles minerales, lubricantes y materiales relacionados” es de 66%, correspondiendo la parte principal a Venezuela, país al que también le corresponde gran parte de las alícuotas de los rubros de importación, al tener una economía básicamente monoproductora y extractora.
Si bien los cerca de USD 3MMM petroleros financiados por Venezuela pueden diluirse en un PIB estimado para 2011 de más de USD 315MMM con exportaciones superiores a USD 94MMM (aunque hay variación entre los datos del BCV y los del INE) pero la perspectiva de análisis cambia cuando conocemos que sus importaciones fueron de más de USD 62MMM (una balanza comercial favorable en USD 32MMM) pero con una deuda pública estimada de más de 36% del PIB y una deuda externa de más de USD 89MMM (he empleado en mis conversiones la tasa oficial de cambio de BsF 4,30= USD 1). (Todos los datos fueron tomados de http://www.bcv.org.ve/blanksite/c2/indicadores.asp, http://www.ocei.gov.ve/index.php?option=com_content&view=category&id=100&Itemid=59 y https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/geos/ve.html#Econ.)

Estos datos, unido a los gastos que representa la traslación del modelo bolivariano (vehiculado a través de la ALBA-TCP) mediante donaciones de recursos ampliamente a segundos países (miembros o no de la Alianza) y no sólo a la población local (a través, principalmente, de las Misiones), inversiones públicas en esos países (Casas de la ALBA, por ejemplo) y créditos blandos, significa una erogación muy fuerte de recursos (tan no renovables como los del petróleo extraído) para la economía venezolana, más ahora que los precios no se han recuperado a los niveles pico de julio de 2008.

Retomando la posibilidad (muy probable) de una disminución de los recursos destinados tanto a la ALBA-TCP como a Petrocaribe tan pronto como finales de este año o inicios del próximo (sin descartar la conclusión de estos financiamientos), sin duda trae muy preocupados a varios países en ambas organizaciones. En el caso de Cuba (Venezuela es su primer socio comercial y principal proveedor de recursos) y Nicaragua (Venezuela es su segundo socio comercial, después de EE.UU.), miembros de ambas organizaciones, una buena parte de sus economías dependen de los beneficios del comercio y donaciones venezolanas, pero en el caso cubano es fundamental para la supervivencia del modelo económico vigente en el país. Esto motiva que el interés del Gobierno cubano en la recuperación —primero— y en la sucesión —ahora— del Presidente Chávez Frías sea prioritario, resultando en un cada vez más presunto apoyo de la alta dirigencia política cubana —encabezada por los hermanos Castro Ruz— a que el actual Canciller venezolano Nicolás Maduro Moros —afín con Cuba— sustituya en su cargo al Vicepresidente Elías Jaua Milano y se convierta en el candidato presidencial del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) para las elecciones de octubre próximo —si no se cancelan— en detrimento del propio Jaua Milano y de Diosdado Cabello Rondón, actual Presidente de la Asamblea Nacional e, incluso, de las potenciales de su propio hermano Adán Chávez Frías, Gobernador del Estado Barinas, y de Jorge Rodríguez Gómez, Organizador del PSUV (decisión que contaría, además, con el apoyo del General en Jefe Henry Rangel Silva, Ministerio del Poder Popular para la Defensa y titular del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Bolivariana de Venezuela). 

En ese mismo sentido y ante el peligro de perder su principal aliado y quebrar definitivamente la maltrecha economía de su país, el ex Presidente cubano Fidel Castro Ruz publicó el 28 de abril su artículo “Lo que Obama conoce” en su columna Reflexiones de Fidel, donde predice un baño de sangre de continuar EE.UU. en “promover el derrocamiento del Gobierno bolivariano” ante la constatación de que “la oligarquía jamás podría gobernar de nuevo ese país”, a la vez que proclama “la más estrecha unidad de la dirección de la Revolución Bolivariana” detrás de su líder. (http://www.cubadebate.cu/reflexiones-fidel/2012/04/28/lo-que-obama-conoce/.)

Como conclusión, retomo la idea antes planteada: El sistema de promover la transferencia del Modelo Bolivariano a través de la inyección de continuos capitales en la ALBA-TCP y Petrocaribe se reducirá significativamente o concluirá pues ha fracasado en ambos sentidos: Para Venezuela, no ha significado la expansión de la Revolución Bolivariana, más allá de éxitos y afinidades temporales, en muchos casos por la prebenda; para los países del ALBA-TCP, no ha significado un desarrollo perspectivo —exceptúo Ecuador, porque no tenía las mismas condiciones que los otros socios—, y para los demás miembros de Petrocaribe ha conllevado deuda a largo plazo —con dependencia, aunque es cierto que beneficiosa en el corto— y la dependencia de un solo proveedor, con las consecuencias potencialmente peligrosas que esto apareja —sin contar la disciplina impuesta por el proveedor único. Tampoco puede olvidarse que la dependencia económica pude llevar a dependencia en decisiones políticas, como confirmara el embajador venezolano ante la OEA y ex Canciller Roy Chaderton Matos en la promoción por parte de Venezuela y sus aliados económicos de José Miguel Insulza Salinas para su elección como actual Secretario General de la OEA.

Cuál de las dos opciones sucede, la sabremos después de lo que suceda en octubre de este año.

Referencias:

ei.gov.ve/index.php?option=com_content&view=category&id=28&Itemid=31/2_3_2 
ei.gov.ve/index.php?option=com_content&view=category&id=28&Itemid=31/2_4_1
https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/geos/ve.html#Econ