Invito a leer mi Reporte sobre DENGUE en Bolivia: https://publico.bo/salud/dengue-en-bolivia/.
lunes, 30 de enero de 2023
domingo, 29 de enero de 2023
COVID-19 en Bolivia N°66
Invito a leer mi Reporte de hoy sobre el COVID-19 https://publico.bo/sociedad/covid-19-en-bolivia-66/
viernes, 27 de enero de 2023
Vox populi... y oídos ceruminosos
El
miércoles, un gran cabildo ciudadano se realizó en todas las capitales del país
y no importó algunos desmarque “porque hay que trabajar”: a pesar de cuentas
garcialinéricas, los cabildos reunieron a una parte importante de la población
que no necesita que le paguen para asistir.
Los
cabildos plantearon demandas nacionales: amnistiar los presos políticos —activando un proceso de
revocatorio en contra de Arce Catacora si no cumple esa exigencia— (Santa Cruz, Beni, Tarija,
Pando y Oruro); potenciar la recolección de firmas para reformar la justicia
vía referendo constitucional (Santa Cruz, Oruro, Pando, Tarija y Beni);
exhortar de la unidad de las fuerzas políticas opositoras y democráticas para
las elecciones de 2025 (Santa Cruz, Oruro, Pando, Beni, Tarija y La Paz); crear
Defensorías del Pueblo Departamentales (Santa Cruz, Tarija, Pando, Chuquisaca y
Oruro), y rechazar la nueva currícula educativa (Potosí, Tarija, Chuquisaca,
Oruro, Cochabamba y La Paz).
También hubo consultas propias que cada departamento sometió
a sus cabildos: en Santa Cruz se aprobó que la ALD elabore una ley para crear
una guardia departamental que provea seguridad ciudadana y resguarde recursos y
patrimonio departamental y se ratificó a Luis Fernando Camacho como gobernador;
en La Paz se determinó defender la democracia, la libertad y la justicia,
exigir la anulación de los procesos Golpe I y II, pedir la abrogación de Ley de
la Educación, exigir el restablecimiento de la representación del Alto
Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU y solicitar mejorar el
presupuesto para salud, mientras que en Cochabamba, el cabildo ratificó que en
2019 hubo fraude electoral y exigió cerrar los casos Golpe I y II y una
auditoría al padrón electoral; el cabildo orureño resolvió que se inicie una
investigación de oficio en contra del expresidente Morales por sus acciones en
Perú y que se procese a su exgobernador por los hechos de 2019; en Chuquisaca
se aprobó exigir el cese de la persecución política, pedir un Pacto Fiscal para
redistribuir los recursos, solicitar la detención inmediata de Morales por “los
delitos cometidos en su gobierno y por la injerencia política en Perú” y exigir
al Gobierno la independencia del Órgano Judicial, a la Policía y las FFAA que
dejen de estar sometidos al partido de gobierno, y que se declare Sucre como la
Capital del Bicentenario.
Las determinaciones del cabildo de Pando fueron conformar un
comité interinstitucional para fiscalizar todas las necesidades del departamento
(carreteras, educación, salud, seguridad, alumbrado público y facturas de luz y
agua); en Tarija el cabildo aprobó que el comité cívico y las autoridades
autonómicas trabajen una propuesta para una “nueva relación entre el
departamento y el gobierno nacional” hacia la construcción de un Estado
federal. Por su parte, los asistentes en Potosí aprobaron procesar a los magistrados,
jueces y fiscales corruptos y dieron un ultimátum de 15 días para que se
apruebe la ley de recursos evaporíticos, se deroguen artículos de la Ley Minera
y se desembolsen recursos para preservar el Cerro Rico; también exigieron se
procese a Morales y sus ministros por “traición a la patria por la entrega de
nuestros recursos naturales a potencias extranjeras”. Para finalizar, en el
cabildo en Beni se decidió continuar la defensa del Tipnis y dar un plazo de 90
días al Gobierno para licitar la pavimentación para la carretera Trinidad-Guayaramerín.
Si bien algunas de las determinaciones han sido rechazadas
definitivamente por el gobierno —amnistía
de los presos políticos—, son difíciles de realizar —referéndum revocatorio contra Arce (necesita
una ley específica por la ALP, posible sólo si se alíen evistas y oposiciones)
y guardia departamental cruceña (recursos)—, algunas otras tienen un carácter
profundamente simbólico —abrogación de la Ley Educativa, nombramiento de
Sucre Capital del Bicentenario, preservación del Cerro Rico o ratificación de
Camacho como Gobernador cruceño (aunque el ejercicio ejecutivo diario demandará
un interinato de seguir aprehendido el titular)—, otras, como el referéndum para reformar la
Justicia, las Defensorías Departamentales y los reclamos sobre recursos
naturales, salud e infraestructura, tienen buenas posibilidades.
Aunque los
Cabildos son formas reconocidas de ejercicio de la democracia (CPE, Art.
11), tramposamente para su validez necesitan de una ley nunca aprobada. Sin
embargo (y a pesar de oídos que niegan oír), en todas las capitales del país (y
en el extranjero) ¡Bolivia Habló!
Información consultada
http://www.gacetaoficialdebolivia.gob.bo/normas/verGratis_gob/263
https://es.wikipedia.org/wiki/Referéndum_revocatorio_de_Bolivia_de_2008
viernes, 20 de enero de 2023
Estrategia simple para ganar la Gran Batalla
Nadie que
esté en Bolivia y no sea un fanático evista o un medrador de la Cosa Pública
—que no tiene que ser evista ni arcista sino sólo bandearse los ojos como
Themis y olvidarse de su “cojeo inescrupuloso”— dudará que la Gran Batalla de
nuestra sociedad es por la Democracia.
Democracia
es el Fin Mayor pero ¿cómo lograrlo? El Maestro Sun desde el siglo v a.C. nos da sus recetas en su El arte de la guerra de Sun Tzu (Sūn Zǐ Bīngfǎ),
el tratado estratégico para militares, empresarios y políticos —y hasta enamorados y matrimonios en
crisis—: las Grandes Batallas se ganan ganando primero —con estrategia— las
Batallas Intermedias.
Y las
primeras Batallas importantes que tendremos en el camino de reganar la
Democracia son «las elecciones judiciales
este año y su antípoda: el referéndum constitucional de reforma de la Justicia»
(“Oposición, con mayúscula”, P7, 14/01/2023).
E inmediata va la receta infalible: «Un
frente unido por el NULO a las primeras [las elecciones judiciales este
año] y por el SÍ al segundo [el
referéndum constitucional de reforma de la Justicia] son imprescindibles».
¿Receta
fácil? ¡Para nada! Considerando que después del regreso a la democracia en 1982
—después del 1952 fue distinto mientras le duró al MNR su hegemonía— y antes
del empoderamiento del MAS-IPSP, lo más parecido a “unidad” que existió fueron
los gobiernos de la Democracia Pactada —no siempre muy armónicos— pero que, a
final de cuentas, aseguraban la gobernabilidad. La última experiencia de una
unión amplia de la mayoría no-MAS fue para 2005 con PODEMOS, aunque su
variopinta suma y flojo liderazgo —no-liderazgo después de su tunda electoral—
dio algunos fatales resultados, ya fuera de los desentendimientos PODEMOS-UN o
el craso empujón —vía expedita por su mayoría podemista— al revocatorio de 2008
que le costó a la oposición las prefecturas —ahora gobernaciones— de La Paz y
Cochabamba y mucho de su iniciativa.
Esa
dispersión de candidaturas y frentes —primer craso error— tuvo su “mejor”
momento antes de los comicios de 2020 en los de 2015, cuando MDS y UN fueron
unidos en Unidad Democrática y terció PDC en una relación no permanente (aunque
la ganancia para toda la oposición respecto de 2009 fue un senador y dos
asambleístas más, aun en minoría). Para los de 2019 —las del fraude mayúsculo
del MAS—, fue mayor la división de frentes pero su composición de la Asamblea
Plurinacional en 2020 le arrebató al MAS-IPSP su rodillo de 2009 y 2015 en
Diputados: vacuo éxito por los desentendimientos y estrecheces de miras de
ambas corrientes.
Una segunda
grave falencia es la de los caudillismos. Sin ir muy atrás, las oposiciones
después de 2005 se armaron sobre caudillos: Morales para el MAS-IPSP —después
de “barrer” los liderazgos provenientes del IPSP— y una lista de caudillos que
no acaudillaron fervores —Quiroga (doble fracasado), Reyes Villa, Mesa o Doria
Medina— o sólo lo arrastraron regionalmente —Costas (que no se atrevió a
“quemarse” nacionalmente) o Camacho. Una buena advertencia en palabras de
Germán Antelo «necesitamos un líder, no
un caudillo» (El Mundo,
19/01/2023) que se entiende mejor desde la tercera pifia capital: la falta de
estrategia —o, generosamente para los asesores: la falta de actores políticos
estratégicos—; quizás otra buena caución está en Proverbios 10:19: «Sé prudente y mantén la boca cerrada».
Un elemento
esencial de cualquier estrategia reivindicativa es que no puede ser un suceso
regional —por mucha fuerza local que tenga— ni obviar a los políticos sino debe
concitar la unidad de voluntades nacional: la defensa del censo terminó en una alargada
demanda básicamente cruceña —que con las preguntas 3 y, sobre todo, 4 del
segundo multitudinario Cabildo se atizó resta y no suma, «desatino —estratégico, de soberbia y falta de sentido de nación— […],
que días después Calvo [Rómulo] repitió
en una entrevista: “en Bolivia no nos quieren”» (“Censo, paro y la política
de las Santa Guindillas”, P7,
25/11/2022).
Para este
Cabildo Nacional del próximo 25 —necesitado de más explicación, porque
voluntades las hay— sí se ha buscado la unidad de toda la ciudadanía que no
está conforme con la destrucción de la Democracia y la libertad a través de la
coordinación entre las organizaciones cívicas. Y aunque el reto es grande —por
el tiempo faltante y por las elecciones próximas de los representantes cívicos
cruceños— la expectativa y la esperanza lo son también.
Esas son
las armas: debemos velarlas como el
Hidalgo de la Mancha.
Información consultada
https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Bolivia_de_2020
https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Bolivia_de_2014
https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Bolivia_de_2009
https://es.wikipedia.org/wiki/Referéndum_revocatorio_de_Bolivia_de_2008
https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Bolivia_de_2005
https://es.wikipedia.org/wiki/Escrúpulo
https://www.lostiempos.com/actualidad/opinion/20221028/columna/suntzu-lucha-censo-buen-gobierno
https://www.paginasiete.bo/opinion/columnistas/oposicion-con-mayuscula-CE6006576
viernes, 13 de enero de 2023
Oposición, con mayúscula
2023 se inicia muy convulso: la violenta aprehensión/secuestro del Gobernador cruceño; la represión policial de las protestas en Santa Cruz de la Sierra; los masistas agrediendo a los que protestaban en La Paz; marchas en el resto de las capitales y otras ciudades de todo el país…
Y nada
augura una mejoría, sino todo lo contrario. Como panorama: el MAS se ha
fracturado entre la Plaza Murillo y el Chapare y la batalla por el 2025 crece
en ferocidad, enfrentamiento que incorporará todas las armas posibles (mientras
más deleznables “mejor”); el apresamiento de Camacho lo ha convertido —más que
su misma persona— en bandera de protesta nacional por la Democracia y la
Justicia más allá del pedido de su misma libertad —más incierta si recodamos
que Añez lleva dos años de trofeo de una falsa narrativa y acumulando (como
ahora Camacho) procesos judiciales írritos— mientras, en prioridad del
imaginario mediático y social, pasa a segundo plano el debate de la relación
del departamento cruceño con el Estado; el Poder Central utiliza crecientemente
sus opciones represivas —policías, militantes, lumproletariado (Marx dixit)— contra la población, huérfana de
organizaciones estructuradas —que no lo son, per se, los Comités Cívicos—; se acercan las elecciones judiciales.
No son
pocos quienes hemos afirmado—me incluyo— que, cada vez más, es hora de la
Política, con mayúscula. El rodillo parlamentario que le dio al MAS la mayoría
absoluta de escaños en 2009 —referéndum revocatorio en 2008 y nueva
constitución en 2009 por medio— y 2014 dejó amilanados a los asambleístas
elegidos en 2020 representando las oposiciones aunque esa elección el MAS sólo
fuera mayoría a secas.
Los
partidos políticos que marcaron la vida política boliviana desde 1952 (MNR) y
posteriores (MIR, ADN, incluso UCS y NFR) murieron en 2003 y los que quedaron
después (UN, DEMÓCRATAS) demostraron en 2019-2020 que no lo fueron (DEMÓCRATAS,
numéricamente la segunda organización política del país a la zaga del MAS,
implosionó cuando perdieron espacios de poder). El MAS —formado en la suma de
organizaciones muy diversas con firme vocación de lograr el poder (y no
soltarlo)— introdujo como su soporte las organizaciones sociales —como también
hizo el MNR con las organizaciones campesinas y las milicias—, hoy distribuidas
entre las dos tendencias: arcistas —“renovadores”— y evistas —“radicales”.
De lado de
las oposiciones, CREEMOS y COMUNIDAD CIUDADANA tienen la urgente necesidad de
estructurarse como partidos políticos para trascender; más fácil para CREEMOS
porque cuenta con una base de poder —la Gobernación cruceña—; tiene un claro
líder —Camacho— que tuvo una victoria importante en 2021 para esa entidad —55,4%—
aunque había quedado último —14%— para las nacionales de 2020; la población
cruceña —camachistas y no-camachistas— está indignada con su
aprehensión/secuestro y, además, ese rapto violento ha convertido a Camacho simbólicamente
en una bandera nacional de la lucha por la Democracia y la Justicia (lo cual no
quiere decir que al país se le aventara presidencialmente, si entendemos tanto
la encuesta DELPHI de la FES de octubre 2022 a líderes de opinión que le daba
el 1% de aprobación y la de “Percepción Ciudadana e Intención de Voto” de
ENCUESTAS Y ESTUDIOS de diciembre pasado con el 4% de intención de voto
nacional, haciendo un error de pachotada política la “proclamación” como
Presidente). Los otros retos de CREEMOS —consustanciales con la constitución y
estructuración partidarias— son la consolidación y formación política de sus
elegidos, el diseño de un Programa/Proyecto País —federalista de vocación, sin
veleidosos secesionismos— que permita la penetración/captación de adherentes en
todo el país.
Para
COMUNIDAD CIUDADANA es más cuesta arriba: su liderazgo es ambiguo y distante del
ciudadano; no tiene base de poder; surgió como amalgama contra el triunfo del
MAS y no como real propuesta de cambio; sus elegidos han tomado posiciones muy
diversas, incluso —como manifestó la senadora Barrientos— con más cercanía al
MAS que a la otra oposición representada.
Además urgen:
voluntad de diálogo, consenso y acuerdo entre las oposiciones.
Pero más
que estas urgencias —imprescindibles para 2025— están las elecciones judiciales
este año y su antípoda: el referéndum constitucional de reforma de la Justicia.
Un frente unido por el NULO a las primeras y por el SÍ al segundo son
imprescindibles.
Falta el
tiempo y parecieran retacearse los ánimos: Estará en las voluntades de todos el
ganarlos y en las de los políticos hacer Política con mayúscula.
Información consultada
https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Bolivia_de_2020
lunes, 9 de enero de 2023
viernes, 6 de enero de 2023
Perversos medios errados para conseguir fines
La
aprehensión/secuestro violento del Gobernador de Santa Cruz —rapto en modo
“terrorista”— intentó doblegar al departamento más contestatario y
anticentralista a través de pretendidamente descabezar la oposición cruceña representada
en Camacho, a la vez que daba una “ofrenda de paz” para los radicales de Morales
—como hizo con Añez—, mostrando mediáticamente una firmeza írrita cuando la
gestión Arce, siempre exangüe, responde a las crisis con la filosofía del
avestruz: el laissez passer (“porque algún
día se cansarán”).
Pero fue
otro cálculo fallido de los estrategas que (des)asesoran al Poder: no es 2009
ni hay Media Luna; a diferencia de entonces, el Gobierno hace años que no se
soporta ya en la narrativa de “reivindicación indígena-popular” ni en los
petrodólares de Caracas ni, aun peor, es el Gobierno de un partido si no sólo
es, cada vez más, el de una facción. Peor aún: la “ofrenda votiva” no limó
asperezas y sólo encendió nuevos reclamos radicales, a la vez que —como boomerang— convirtió la
aprehensión/secuestro de Camacho en el inicio de un martirologio que se
posiciona como bandera contra el totalitarismo y, por ende, contra el
centralismo.
También
fallaron otros presuntos para esa incursión: el “cansancio ciudadano tras 36
días de paro” y “el relajamiento de actividades por las fiestas”: crasos yerros
que no entendieron la resiliencia ciudadana de todos los que formamos Santa
Cruz —collas, cambas, chapacos, cochalas… mestizos, aymaras, quechuas,
chiquitanos, guaraníes, criollos… crisol de Bolivia— para defender los derechos
ni que, esta vez sí, fuera creciendo la protesta
coordinada para todo el país: una estrategia hoy que recuerda el éxito del 21F.
En estos
días he leído dos trabajos sobre los ciclos de Bolivia. En uno de ellos (“El fin
de lo ‘nacional-popular’ y la emergencia del Poder Ciudadano”, IDEAS&Debates N° 11), Abruzzese Antezana
define el período del MAS que se cierra en 2019 como el final de las etapas que
se inician —formalmente— en
1952 con la Revolución Nacional pero cuyo sustento —lo “nacional-popular” que postuló Zavaleta
Mercado— venía formándose desde la Guerra del Chaco; en el otro (“El
ciclo ha concluido, bienvenido el ciclo”, Página
Siete, 04/01/2023), Portugal Mollinedo avanza la idea que —tras un ciclo que inicia en 2003 con la salida
de Goni y termina en 2019 y que yo caracterizaré por su matriz indigenista
(asaz indianista), su Revolución Cultural y su Modelo económico—, el período de
Arce tenía la opción de avanzar ese ciclo o hundirlo definitivamente, afirmando
que «no se puede concebir Bolivia sin el
rol cardinal de lo indio, pero tampoco sin el protagonismo de las regiones
hasta ahora prescindidas, como Santa Cruz y el Norte y el Sur de Bolivia» lo
que refuerza positivamente mi defensa del mestizaje plural del país, como vía
de verdadera integración.
Arce ha
denunciado “intentos” que buscan sacarlo del Poder. La consecuencia
constitucional vía revocatorio sería que el vicepresidente concluyera el ciclo
pero Choquehuanca es aun más débil que Arce, lo que conllevaría elecciones
anticipadas en un panorama donde las actuales oposiciones al MAS —sin
liderazgos nacionales (una bandera no hace liderazgo-país), sin estructuras
políticas formadas (menos partidarias) y, además, sin alcances nacionales ni
coordinación estratégica entre ellas— serían inútiles frente a un EvoMAS
potenciado desde su actual debilitamiento por la salida de Arce —incluso si
Arce intentara regresar con MAS Renovación.
La solución para una real oposición efectiva sería trabajar en
un proceso de construcción a
mediano plazo a través del pensamiento lateral —superando caudillismos, prebendalismos y
regionalismos—, junto con la renovación de liderazgos con la asunción y
formación de otros nuevos acordes con estos tiempos. La solución para el país
frente las crisis que se avecinan —económica (a pesar de las propagandas
gubernamentales), políticas y de identidades— pasaría por un verdadero Pacto social
que abriera el camino a la paz social y el desarrollo económico; pero este
Pacto sólo sería posible tras un desarme espiritual de odios, rencores, múltiples
discriminaciones y egoísmos. Y eso es casi imposible hoy.
Como
recordaron los presidentes de la Federación de Empresarios Privados de
Santa Cruz, de la CAINCO y de la CAO en un video que circula por Redes y
medios, sólo se pueden defender los derechos si se tiene una economía fuerte, la
que sólo se construye con el trabajo.
Y no podemos esperar que la traigan los Reyes Magos.
Información consultada
https://es.scribd.com/document/359023947/Rene-Zavaleta-Mercado-Lo-nacional-popular-en-Bolivia#
https://panampost.com/alberto-benegas-lynch/2023/01/02/el-pensamiento-lateral-es-imprescindible/
https://www.lisainstitute.com/blogs/blog/que-es-el-pensamiento-lateral-y-para-que-sirve
https://www.paginasiete.bo/opinion/columnistas/el-ciclo-ha-concluido-bienvenido-el-ciclo-YH5898100
https://www.paginasiete.bo/opinion/columnistas/el-eterno-presente-DG5796353
https://www.paginasiete.bo/opinion/columnistas/mas-odio-JM5916856
https://www.paginasiete.bo/opinion/editorial/camacho-vs-mamani-DI5912207
https://www.paginasiete.bo/opinion/editorial/que-nos-envidian-y-que-envidiamos-HL5793081