martes, 30 de octubre de 2012

Visión de primavera


Sé el cambio que quieras ver en el mundo.” [Gandhi, el Mahatma]

Estos días, lejos de Bolivia como tantas veces, me permiten leer las noticias sin vivirlas cotidianamente y, por ello, he podido valorar más la oración que el Canciller boliviano dedicó al Primer Ciudadano del país en su aniversario natal.

No voy a repetirla porque los medios lo han hecho ni voy a analizar los liderazgos dentro del Movimiento Al Socialismo y sus renovaciones, porque ya les dediqué espacios recientes; tampoco me referiré si fue o no una manifiesta despedida o una dolida recriminación o el fin de una etapa y filosofía. Voy a ir directamente a la oración y a su creador.

Orar es acercarse a Dios y Dios está en todos nosotros, en los que creemos (independiente de cómo Lo denominemos) y en los que no creen. La hermosa oración que leyera Choquehuanca Céspedes la encontré hoy muchas veces incluida en recopilaciones de oraciones católicas, incluso dándola como anónima o sin mencionar quién la había creado. Y no me asombra porque el mensaje de humildad y humanismo de esta oración es tan grande que supera la denominación religiosa de quien lo repita y se convierte en mensaje de adoración al Hombre como obra suprema de la Creación.

Otro gran mártir de la No Violencia y hombre de fe, Martin Luther King, dijo de su autor: “Cristo nos enseñó el camino y Mahatma Gandhi nos enseñó que era operativo.” Mohandas Karamchand Gandhi, el hombre al que el poeta y filósofo hindú Rabindranath Tagore (en 1913 el primer Premio Nobel de Literatura no europeo) le diera el nombre honorífico de Mahatma (“Alma Grande”) y al que también se le conociera en la India como Bāpu (“padre”), fue un gran pacifista y promotor de la No Violencia (junto con Nelson Rolihlahla Mandela, sus más emblemáticos abanderados); basó su filosofía en la firme creencia de que la verdad, la bondad y el amor eran las mayores enseñanzas religiosas, y sobre el ejemplo de Buda (que venció una arrogante casta sacerdotal) y de Cristo Jesús (que echó del Templo a los mercaderes, criticó a los hipócritas y fariseos y murió por sus Bienaventurados: los pobres), basó su lucha no violenta que permitió vencer al Imperio Británico al unir a su pueblo. Cuando murió, asesinado por un fanático ultraconservador hindú, cumplió su promesa de no tener odio y reafirmó su espiritualidad con sus últimas palabras: “¡Hey, Rāma!”, mentando el avatar del dios Visnú (el Preservador de la bondad) nacido para librar la India de Rávana, rey de los demonios.

Volviendo al poema que el Canciller Choquehuanca Céspedes le declamó al Presidente Morales Ayma, en algunas reproducciones del original encontré lo que pudiera ser el final del poema:
“Cuida tus pensamientos porque se volverán palabras.
Cuida tus palabras porque se volverán actos.
Cuida tus actos porque se harán costumbre.
Cuida tus costumbres porque forjarán tu carácter.
Cuida tu carácter porque formará tu destino.
Y tu destino será tu vida...”
Sólo me queda cerrar con otra frase del Mahatma: “No dejes que se muera el sol sin que hayan muerto tus rencores.”

Oración de Ghandi
 

Señor...

...Ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes
y a no decir mentiras para ganarme el aplauso
de los débiles.
 
Si me das fortuna, no me quites la razón.
Si me das éxito, no me quites la humildad.
 
Si me das humildad, no me quites la dignidad.
Ayúdame siempre a ver la otra cara de la medalla,
no me dejes inculpar de traición
a los demás por no pensar igual que yo.
 
Enséñame a querer a la gente como a mí mismo
No me dejes caer en el orgullo si triunfo
Ni en la desesperación si fracaso.
 
Más bien recuérdame que el
fracaso es la experiencia que precede al triunfo.
Enséñame que perdonar
es un signo de grandeza
y que la venganza es una señal de bajeza.
 
Si me quitas el éxito,
Déjame fuerzas para aprender del fracaso.
Si yo ofendiera a la gente,
dame valor para disculparme
y si la gente me ofende,
dame valor
para perdonar
 
¡Señor...si yo me olvido de tí,
nunca te olvides de mí! 

Referencias

      


martes, 23 de octubre de 2012

En la piel ajena


Si quieres ganar un adepto para tu causa, convéncelo primero de que eres su amigo sincero. [Abraham Lincoln]

Ése es el requisito sine qua non para un Consultor político, un strategos por excelencia.
Si en la Antigua Grecia strategos era el comandante supremo de un cuerpo militar terrestre y, además, magistrados de Atenas, hoy en día un estratega —aun más si es político y máxime en época electoral—, además de comandar una batalla desde su torre de comando, tiene que saber cómo “meterse dentro de la piel ajena”.

Cuando algún político individual u Organización contrata un Consultor político, busca en él —o en ella, que amigas tengo muy buenas que lo son— algunas eficaces cualidades que hacen que este sujeto sea una mezcla —desproporcionada en sus composición— de chef pastelero, constructor y músico. ¿Por qué? Primero, porque el chef pastelero tiene que “endulzar” a un político en la justa medida que requieran sus consumidores: si lo “endulza” poco, no será apetecible; si lo “endulza” mucho, será empalagoso o, peor aun, indigesto. La dosis justa es un secreto tan bien oculto como la piedra filosofal y el chef pastelero tiene que descubrirla, buscando cuál es la “justa” cantidad que agrada a cada uno de los que podría consumir su pastel y hallando la media de esas dosis “justas”: Ése es el arte de los pasteleros, que viene desde que combinaban frutos secos y miel en las proporciones adecuadas, glorificados de estar en las páginas de la Biblia y del Corán.

Segundo, nuestro Consultor político tiene que dominar las artes de construir: Saber edificar sobre bases sólidas —que ha encontrado en los “caminos” trazados que ha encontrado en los electores— para que no se desmorone su edificación; tiene que ser como el “hombre prudente” en la parábola que San Mateo transcribe y que “construyó su casa sobre piedra firme” (Mt, 7: 24-27). Como los constructores de las pirámides, su obra tiene que ser tan sólida que ningún viento (ni de desierto, ni de selva ni de sabana) la afecte pero tan accesible y abierta que invite a visitarla y a quedarse en ella. Escuadra y compás —símbolos iniciáticos— y mazo y cincel le son fundamentales: La escuadra le dirá dónde no debe desviarse; el compás, la capacidad de no tener ángulos abruptos; mientras el mazo y el cincel desbastarán, permanentemente, la obra y sacarán las esquirlas que, según avance el tiempo, vayan sobrando.

Y al final, esta obra tan sólida tendrá armonía, la que Teón de Esmirna describía como la “combinación de contrarios, unificación de múltiples y acuerdo de opuestos”. Ojala que llegue a concebir la que Pitágoras de Samos le atribuía a las esferas celestes, que entonces será una creación exitosísima —pero también asaz peligrosa en la medida que se dé cuenta y se lo atribuya.

Si logra eso, el Consultor político habrá triunfado porque su Candidato aupado con probabilidad habrá vencido —porque el Consultor político no se concibe si no tiene a quién (o qué) aupar porque es tan simbiótico que no existiría sin cobijo, como tampoco el líquen sin tronco— y, entonces, buscará nuevas batallas.

Pero como no se arriesga nunca pierde, aunque su Candidato —a quien asignaría todas las causas de ello— sea derrotado. Siempre será —repito al Consultor político— porque: no siguió sus consejos; oyó otras opiniones malas; se apuró… o se detuvo antes; fue pusilánime… o muy agresivo... En fin, no fue él si no “el otro”.

Es por eso que nunca será político porque aprendió de Churchill que “la política es más peligrosa que la guerra, porque en la guerra sólo se muere una vez”.

Espero haberle invitado a la sonrisa y, luego, a la reflexión. Sonrisa tan necesaria en un día dedicado a comerse las uñas.


Referencias

      

martes, 16 de octubre de 2012

Siembra de otoño y primavera


“Para saber cómo ganar, hay que saber perder.” [H. Capriles Radonski, 07/10]

Siembra de otoño. He seguido, en mis comentarios y en mis lecturas, el mediático 7O venezolano.
En los días siguientes, he leído muchos artículos, posts y tweets, desde el ganador y desde la oposición. Voy a desechar los que —por angas o por mangas extremistas— sólo enturbian el debate porque, en fin de cuentas, los perdedores (Capriles Radonski y la Mesa de Unidad) aceptaron como legal la victoria de su oponente.
De todo lo leído, un artículo y un post —desde ambas orillas— me formaron opinión: “Entender el 7 de octubre” de Reinaldo Iturriza López, y “Hugo Chávez pierde camino ¿Usted qué opina?” de J.J. Josué Jesús. Dos visiones distintas pero complementarias del después del 7O. Voy a resumir lo aportante de ambas.

¿Por qué venció HChF? Porque dio esperanza a muchos venezolanos desposeídos que olvidó la IV República y les mejoró significativamente sus condiciones de vida —a qué precio de mala administración y corrupción es otro cantar— y porque supo posicionar exitosamente un modelo político regional —aunque el costo económico fuera inmenso.  

¿Por qué HCR no fue un perdedor? Porque su votación creció y mucho: comparado con 2006, su candidatura aumentó de 36,9 entonces a 44,13% ahora, pero en números de votos creció 2.207.109 porque en 2012 votaron 3.219.859 electores nuevos, de los cuales la candidatura ganadora sólo consiguió 827.884. Además, HCR ganó 7,23% en votos válidos con respecto a 2006 (mientras el Presidente relecto disminuía 7,59 puntos netos), separándolos 1.637.389 votos válidos, cuando en 2006 la diferencia fue de 3.013.614 (menos que los nuevos votantes); también la oposición, por primera vez en 13 años en elecciones generales, ganó en 2 estados (y el Presidente en 22).

Nadie pide hoy que el Modelo Social actual venezolano sea sustituido; la gran discusión está en su Administración (y, por ende, en el Modelo Político). Esto último lo ha comprendido HChF cuando renueva su gabinete bajo la consigna de “¡Eficiencia!”. La economía venezolana —fracasada hoy a pesar de su riqueza— la necesita.

El gran reto hoy de la oposición venezolana es seguir unida para afrontar las elecciones regionales de diciembre, sin caer en la decepción ni acusar fraudes sin pruebas. Su reto es ser proactiva y propositiva y no unirse solamente contra Chávez Frías —la peor de las posiciones—; que se aparten los que sólo quieren acabar con el actual Gobierno la beneficiará en claridad de metas.

Siembra de primavera. No puedo terminar sin mencionar mi homenaje y reverencia a Malala Yusufzai, la defensora de la educación de niñas como ella. Hoy agoniza, mañana quizás muera o se salve, pero será siempre una luz señera contra el oscurantismo. Reivindicando mi fe en Dios aun más allá de las denominaciones, 50 clérigos musulmanes paquistaníes han lanzado una fatwā —proclamación legal religiosa del Islam— contra los asesinos talibanes que dispararon a la cabeza de esa niña para acallar su voz: Una vez más, el fanatismo pierde. 

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miércoles, 10 de octubre de 2012

Bolivia electoral o los avatares de encontrar el camino


Bolivia es un buen ejemplo de democracias y dictaduras: Entre 1825 a 1879 la constitucionalidad de los gobiernos fue azarosa. Por el contrario, los gobiernos entre 1880 a 1934 fueron constitucionales y muchas veces elegidos directamente por el voto ciudadano —aunque con las limitaciones “democráticas” de entonces. Esta época se cierra abruptamente con la Guerra del Chaco. Toro Ruilova y luego Busch Becerra —pero sobre todo éste— significaron un cambio generacional e ideológico, a la vez que el retorno de acciones de facto; el gobierno de izquierda reformista de Villarroel Lopez sería antecedente de la Revolución Nacionalista que seis años después llegaría al poder.

Prehistoria “democrática” boliviana: La democracia restringida

En Bolivia hasta 1952 el derecho a votar estaba restringido al sufragio masculino calificado —podían votar sólo los hombres que supieran leer y escribir— y hasta no mucho antes, avanzado ya el siglo xx, aún más restringido por el sufragio censitario —sólo eran votantes los hombres que cumplían requisitos de nivel de instrucción, de renta y de clase social—, con lo cual se acentuaba la desigualdad.

1952 a 1963: De la Revolución a la perpetuación

Entre las muchas medidas de la Revolución Nacional, el voto universal fue una de las más importantes socialmente, al otorgar este derecho a los analfabetos y las mujeres por primera vez en Bolivia.

El Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) gobernó ininterrumpidamente desde entonces: a Paz Estenssoro le sucedió Siles Suazo —el primer mandatario elegido en Bolivia por votación universal— y a éste, nuevamente, Paz Estenssoro. Pero para la década de los sesenta, el MNR estaba en crisis, enfrascado en su decisión de perpetuarse. Y el quiebre fue interior.

El interregno de las dictaduras

1964 se inicia con un gobierno militar de facto surgido desde el mismo MNR: Barrientos Ortuño. Tanto él como su sucesor —Ovando Candia— matizaron posiciones conservadoras con otras que continuaban el modelo de 1952: Barrientos Ortuño creo el Pacto Campesino-Militar y Ovando Candia nacionalizó —con la tutela de Quiroga Santa Cruz— la Gulf Oil.
Saltando el gobierno nacionalpopulista de Torres González, llegó el septenio del gobierno de facto de Bánzer Suárez —con el MNR y Falange Socialista Boliviana (FSB)—, que trató de darse continuidad en elecciones fraudulentas. Sucesivos golpes militares acercaron a elecciones en 1979, triunfando la candidatura izquierdista de Siles Suazo. Sin embargo, al no alcanzar esa candidatura 50% más uno de los votos válidos y no llegarse a acuerdo en el Congreso, se designó como Presidente interino al titular del Senado, Guevara Arce, hasta la realización de nuevas elecciones en 1980.

¡Democracia o muerte!

El plazo no se cumplió: A poco, Natusch Busch derrocó el nuevo gobierno democrático mediante un sangriento golpe de estado cívicomilitar que fracasó 16 días después por la resistencia popular. Nuevamente, el Congreso definió el interinato presidencial con la titular de la Cámara de Diputados, Gueiler Tejada, la primera mujer en ese cargo; en las nuevas elecciones, Siles Suazo alcanzó nuevamente la victoria pero un mes después el gobierno constitucional fue derrocado por otro golpe militar encabezado por García Meza con la participación y el apoyo de la dictadura militar argentina y muy vinculado al narcotráfico, dictadura que colapsaría poco más de un año después y que transitaría por varios gobiernos militares hasta que una huelga general permite que el nuevo Congreso Nacional —conformado en 1980— designe, ahora sí, a Siles Suazo como Presidente de la República.

Con él se inicia un largo período democrático con los siguientes gobiernos electos —Paz Estenssoro, Paz Zamora, Sanchez de Lozada,  Bánzer Suárez y Morales Ayma— y las sucesiones constitucionales —Quiroga Ramirez, Mesa Gisbert y Rodríguez Veltzé— conforma el segundo más extenso después del de 1899 a 1936.

Los años de los “Acuerdos”

La asunción de Siles Suazo abre un período histórico que está marcado por elegidos sin mayoría constitucional para ejercer la Presidencia, lo que se repite hasta 2002: En 1985,[1] el MNR —segundo en votación: 30,4%— logra ser gobierno con votos congresales de diferentes partidos y pacta un acuerdo de alternancia de apoyos electorales con Acción Democrática Nacionalista (ADN) —primero, con 32,8%— para gobernar. En 1989, el MIR —tercero en votos: 21,8%— es convertido en Gobierno por ADN —segundo con 25,2%— como consecuencia de que el MNR —ahora primero con 25,6%— no cumplió su acuerdo de alternabilidad. (En estos comicios por primera vez coincidieron las elecciones nacionales con las Municipales.) Conciencia de Patria (CONDEPA), partido surgido en La Paz, aparece por vez primera en estas elecciones con 12,3% de los votos.

Las elecciones generales de 1993 se celebran en un marco legal distinto a las 1989: Tras las acusaciones de fraude en esas elecciones, la totalidad de las fuerzas políticas bolivianas con representación parlamentaria acordaron la formación de Cortes Electorales imparciales, independientes y transparentes y nuevas leyes y cambios en la Constitución Política del Estado. El MNR —en alianza con el Movimiento Revolucionario Tupak Katari de Liberación (MRTKL)— alcanza la primera mayoría en las elecciones —35,6%—,[2] pero tiene que aliarse con Unidad Cívica Solidaridad (UCS) —13,8%— y con el Movimiento Bolivia Libre (MBL) —5,4%— para alcanzar la gobernabilidad y la mayoría habilitante en el Congreso.

Los procesos electorales generales de 1997 se producen con la nueva Ley Electoral de 1996; las circunscripciones electores vigentes hasta entonces cambiaron a un sistema mixto de 78, manteniendo las diez anteriores y aumentando 68 circunscripciones electorales uninominales; otros cambios importantes fueron la reducción de la edad mínima requerida para ser elector —ahora 18 años— y el alargamiento del período presidencial —a 5 años.

Bánzer Suárez logra su aspiración de ocupar nuevamente la Presidencia de la República, ahora por métodos electorales democráticos y con una coalición formada por ADN, Nueva Fuerza Republicana (NFR) y el Partido Demócrata Cristiano (PDC) pero para salvar su aspiración —y mejorar su magro 22,3%— genera una amplia alianza con UCS, MIR-NM, Katarismo Nacional Democrático (KND), Frente Revolucionario de Izquierda (FRI) y CONDEPA-MP.

La siguiente elección (2002) fue no menos reñida: Sánchez de Lozada alcanzó la primera y escasa mayoría —22,5%—, requiriendo los votos del MIR-NM, ADN, FRI, NFR, el Partido Socialista (PS), UCS y FSB y generando la tercera alianza más inestable de la etapa democrática.[3] Factor muy importante en esta elección es la emergencia del Movimiento al Socialismo (MAS).[4]

Para final de este ciclo, el sucesor constitucional de Sánchez de Lozada tras su forzada renuncia —De Mesa Gisbert— postuló gobernar sin partidos pero terminó promoviendo la Bancada Patriótica con parlamentarios de diversas tendencias que le dieron una relativa estabilidad hasta tener que renunciar por la presión de la situación del país.[5]

Es necesario entender importantes sucesos del período.

El primero fue el gran reacomodo de fuerzas políticas que significó la desaparición de muchas organizaciones partidarias: En las elecciones de 1985 participaron 18 organizaciones pero en la de 2002 fueron 11 —7 habían surgido después de 1985. Organizaciones que habían tenido una importancia considerable en la vida política boliviana —FSB, Movimiento Tupaj Katari (en sus dos vertientes), PDC, Izquierda Unida (IU), MNR-I, MBL—, desaparecieron o se minimizaron significativamente.

El segundo suceso importante es el surgimiento de nuevas fuerzas y su trayectoria en el período.

El primero cronológicamente fue CONDEPA. Fundado simbólicamente en Tiwanaku para reafirmar su vínculo por los orígenes indígenas del país,[6] fue un partido neopopulista dirigido por el músico y radialista Palenque Avilés que aglutinó a sectores populares e intelectuales nacionalistas. Las elecciones de 1989 fueron su debut y sorprendió al obtener el primer lugar en votación en el departamento de La Paz y un significativo cuarto a nivel nacional; sin embargo, nunca fue un partido nacional, concentrándose en el departamento paceño —sobre todo en las ciudades de El Alto y La Paz, gobernando varias gestiones— y con presencia minoritaria en Oruro y Potosí. Aliada de ADN en 1997, a la muerte de Palenque Avilés en 1997 declina hasta desaparecer.[7]

UCS —otro partido neopopulista— fue fundado por el industrial cervecero Fernández Rojas y, a diferencia de CONDEPA, penetró en zonas suburbanas y periurbanas de todo el país, gracias al asistencialismo de su líder —UCS nunca buscó desligarse del financiamiento de la empresa de su líder ni creó liderazgos alternativos.[8] Apareció electoralmente en 1993 —13,8%— y desde entonces participó en todos los cogobiernos del período. A la muerte de su fundador (1995), como CONDEPA el partido declinó, no sobreviviendo ambos partidos la muerte de sus líderes.[9]   

En el MAS-IPSP confluyen necesidades: las de sectores emergentes rurales: los cocaleros, necesarios de espacios de defensa; las de los diversos sectores de izquierda —muy disminuidos orgánicamente— de recuperarse. Le favorecen: la crisis social del modelo neoliberal; el castigo a la forma de hacer política de los partidos tradicionales; incluso la municipalización del país después 1994. Con la IU como antecedente, heredando la sigla MAS de sectores de izquierda de la FSB y segundo caudal de votos en 2002 —20,9%—, su carismático líder Morales Ayma —caracterizando él “lo popular y marginado” de amplios sectores de la sociedad— y orientado por antiguos dirigentes sindicalistas y de izquierda —con los que rompería luego—, se convierte en un símbolo de alternancia. En 2005 obtuvo 53,7% de los votos, convirtiéndose en la primera vez que un partido obtiene la mayoría requerida para gobernar directamente por el voto popular.

La última de las organizaciones políticas surgidas en el período fue el Movimiento Sin Miedo Por Justicia y Dignidad (MSM). Escisión en 1999 del MBL por discrepancias con el apoyo dado a las políticas neoliberales, ese mismo año su líder visible —Del Granado Cosío— obtiene la Alcaldía de La Paz, lo que repite en 2004 para después pasar la candidatura en 2010 al actual alcalde, Revilla Herrero. Entre 2006 y 2010, el MSM y el MAS tuvieron una estrecha alianza, que posteriormente se rompió abruptamente, quedando el MSM como partido aislado de oposición.

El tercero de los sucesos (retomando el análisis anterior) fue la Participación Popular en 1994, que transfirió muchas de las atribuciones del Poder Central y sus recursos a los Municipios —saltando a las Prefecturas— y que continuó en 1996, en seguimiento de ese empoderamiento, con la creación de las Circunscripciones Electorales y la ruptura del monopolio partidario electoral, con las Agrupaciones Ciudadanas y los Pueblos Indígenas, además del voto directo para elegir diputados uninominales —por circunscripción—, reduciendo el número de parlamentarios electos por listas partidarias —los plurinominales—, decisiones que dieron un cambio radical a la forma de gobernar.

Fin del Modelo y Comienzo del Cambio

Revisemos los procesos electorales del período, donde el fenómeno electoral MAS y Evo Morales —asociación hasta ahora indisoluble e imprescindible— ocupa lugar primordial.

La primera elección del período fue el Referéndum de 2004 sobre el aprovechamiento de los recursos de la explotación del gas natural y su posible venta a Chile. Abrumadoramente, la población contestó Sí las 5 preguntas —con distintos porcentajes— y esas respuestas, más que potenciar su promotor, el Gobierno De Mesa Gisbert, reafirmó al MAS, que se había apropiado de las banderas de Octubre Negro, aunque no fueron sus protagonistas directos.

El segundo, ya con Rodríguez Veltzé, fue las elecciones generales y para Prefectos —novedad— de 2005. Morales Ayma obtuvo 53,7% de votos, con lo cual se convertía directamente en Presidente Constitucional. Consecuencias de estos resultados fueron un Congreso dividido —mayoría del MAS en Diputados y de la oposición en Senado— y mayoría de Prefectos opositores ­—6 contra 3, que después fueron 7 vs. 2.

Sus votos permitieron a Morales Ayma y el MAS convocar en 2006 la Asamblea Constituyente y el Referéndum Nacional Vinculante sobre Autonomías. Para la primera, se logró una variada composición de opositores como de aliados; para la segunda, los resultados favorecieron promover las autonomías.[10] A éste le siguió el Referéndum Revocatorio de 2008 —aprobado por la mayoría opositora en el Senado y que fue un error estratégico y fracaso para la oposición—, que ratificó abrumadoramente (67,4%) el proceso de cambio y sacó de sus gobiernos a los prefectos opositores de Cochabamba y La Paz.

El siguiente proceso electoral fue a inicios de 2009 con el Referéndum para aprobar la Nueva Constitución Política del Estado (NCPE), redactada entre 2006 y 2007 y modificada por el Congreso Nacional en 2008. Fue aprobada por 61,4% de los votos válidos.[11]

Tras estos resultados y promulgada la NCPE, el Gobierno Morales Ayma convocó a elecciones en diciembre de ese mismo año y obtuvo 64,2% de resultados válidos, nuevamente el más alto histórico y quebrando la capacidad de convocatoria electoral de la oposición. Se cerraba un ciclo ascendente que se inició en 2005 con 53,7%, continuó en 2008 con 67,4%, se reafirmó en 2009 con 61,4% y concluyó con este 64,2%.

¿Qué pasa después?: Aceleración de los procesos

Para las municipales y departamentales de abril de 2010 el panorama cambia abruptamente: 
De las 10 ciudades principales —9 capitales y El Alto—, el MAS-IPSP sólo logra 3: Cobija, El Alto y Cochabamba, por mínima diferencia. En Gobernadores —los antiguos Prefectos—, el MAS logra triunfar en 6 departamentos. En total, la votación para el MAS-IPSP en este proceso electoral descendió a 49%, una pérdida de 15% en 5 meses, confirmando que su voto pasaba, en gran medida, por la candidatura de Morales Ayma y no por su Organización; además, la pérdida de muchas de las grandes ciudades —y casi fue de todas— demuestra que el voto duro gubernamental se circunscribía fuera de lo urbano.[12]

El otro “round” fue las elecciones judiciales de 2011. La mala información ofrecida sobre los múltiples candidatos pero, sobre todo, la susceptibilidad sobre el proceso y sus alcances —observado por la OEA— llevó a que los votos nulos y blancos fueran mayoría: 57,7% en el Tribunal Agroambiental; 58% en el Consejo de la Magistratura; 57,9% en el Tribunal Constitucional Plurinacional. Esto llevó a una bajísima representatividad de los funcionarios judiciales electos.

¿Mañana?

No habrá ningún proceso electoral nacional hasta diciembre de 2014, cuando se realicen las próximas elecciones generales y, posiblemente por temporalidad, departamentales y municipales.

Al momento, para las generales algunos líderes opositores —el más visible en ello es Doria Medina Auza— están tratando de formar consensos y crear una Mesa de Unidad, como en Venezuela. En la medida en que se constituya podrá empezar a ser una opción frente a un MAS-IPSP con signos de desgaste —aunque en proceso de institucionalización interna, que pudiera darle un nuevo impulso—, pero ya Del Granado Cosío se ha opuesto a entrar en ese acuerdo.[13]

Nada, en absoluto, es definitivo aún. El desenvolvimiento de la economía nacional en los próximos 2 años —un imponderable muy significativo—, las exportaciones por venta de hidrocarburos, las relaciones con Brasil y el Mercosur, incluso las elecciones del 7O en Venezuela pueden ser factores que condicionen y muevan realmente la decisión popular en 2014.

Todo queda por ver.

José Rafael Vilar
@jrvilar


[1]     Está vigente el sistema establecido en la Ley Electoral de 1980: una circunscripción nacional y nueve departamentales, éstas para la elección de congresales —senadores y diputados—, todos con origen plurinominal (por lista cerrada de Partido, bloqueada y adosada a la elección de presidente y vicepresidente). Además, no se contaba con un Padrón Electoral permanente.
[2]     Los cálculos de totales los tuve que hacer personalmente porque el sitio de la OEP (http://www.oep.org.bo/proces_electoral/procesos1985_1995/Estadisticas_Generales_1993.pdf) sólo tiene desagregados departamentales.
[3]     La más caótica fue la UDP en 1982, cuando el protagonismo del MIR por el poder y los divergentes intereses ideológicos del PCB hicieron fracasar desde adentro al Gobierno de Siles Suazo. El segundo fue en 1997, una amplia alianza basada en espacios de poder —y consecuentes “pegas”— que demostró su falta de coherencia.
[4]     Después Movimiento al Socialismo – Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP).
[5]     De Mesa Gisbert consiguió evitar la asunción de los inmediatos sucesores constitucionales —primero, el Presidente del Senado, Vaca Diez del MIR, y consecutivo el de la Cámara de Diputados, Cossío Cortez, entonces del MNR— y facilitó la Presidencia Provisional para el Presidente de la Corte Suprema Rodríguez Veltzé, sin sindicación política.
[6]     El mismo lugar utilizado posteriormente por el MAS-IPSP en sus asunciones gubernamentales y otros eventos significativos.
[7]     En 2002, la última elección en que participó, CONDEPA obtuvo menos de 0,4% de los votos válidos.
[8]     Muchos de sus dirigentes estaban vinculados gerencialmente a la CBN. Esto, con matices menos agudos, se repite actualmente en Unidad Nacional del industrial cementero Doria Medina Auza.
[9]     UCS pudo sobrevivir algunos años aún en la Alcaldía de Santa Cruz de la Sierra que ocuparon sucesivamente sus dos hijos. Posteriormente, sus intentos de resurgir han sido efímeros; un nuevo anuncio fue reciente, para las generales de 2014, sin más precisiones.
[10]    Lamentablemente, no puedo incluir datos por las páginas correspondientes de la OEP no están habilitadas. Los que incluyo a partir de este lugar son tomados de otros sitios.
[11]   La opción de 5.000 hectáreas como extensión máxima de tierra que podría tener un ciudadano incluida en una pregunta adicional se aprobó por 80,7% de votos válidos.
[12]    No obstante, duplicó su presencia en localidades menores.
[13]    Lo que sólo afectaría al liderazgo de Del Granado Cosío dentro del MSM y reforzaría la posición, menos taxativa en apariencias, de Revilla Herrero.

Bibliografía