viernes, 16 de julio de 2010

Acaba el fútbol, recomienzan los mismos días

Acaba la Copa Mundial de Fútbol y con ella se van las alegrías y los sinsabores, los pronósticos perdidos (los peores míos: una predicción, pública además, que fracasó; una botella de tinto español que me ganó mi amiga Pilar, pero ya sabemos que con mujeres y abogados no se debe discutir), un pulpo Paul que pasó a estrella (y hubiera preferido que no fuera un pitoniso goloso), la pegajosa música de Shakira y el estrépito de las vuvuzelas.

Fue una Copa de sorpresas: ganó España, que nunca había llegado a la final, a los 116 minutos de un partido donde punzós y naranjas se la batieron, y ganó como todos los partidos en que triunfó –había perdido uno con Suiza, en las eliminatorias–: con un único gol, pero éste fue el de oro, el de la Copa. Fue la Copa donde había más equipos latinoamericanos en octavos de final –6– y donde Uruguay volvió a llegar a cuartos después de varias décadas de esperarlo.

Pero, con mucho, fue la Copa que abrió las puertas de África a todos los fanáticos del fútbol en todas las latitudes y que, también, permitió que entráramos en la diversidad de un país multirracial y multicultural como es la República de Sudáfrica, un país con 11 idiomas oficiales, la mayor economía de todo el continente y una población que ha sabido –después de muchas décadas de conflictos raciales que eran el reflejo de desigualdades económicas– confluir armónicamente los diferentes habitantes originarios –bantúes, xhosas y zulúes, entre otros– con los sucesivos pueblos que migraron a ese territorio. Por eso su lema nacional: !KE E: /XARRA //KE, que en lengua khoisan quiere decir “Unidad en la diversidad”.

Al inicio de la Copa, rendí homenaje a Nelson Rolihlahla Mandela, el Padre de la nueva Sudáfrica, el hombre que supo, por arriba de los odios acumulados en generaciones, enseñar a todos los sudafricanos que la venganza sólo traería más odio y que un país grande se construye sobre la grandeza de espíritu de sus hombres. ¡Qué hermoso mensaje para todos!

Pero la Sudáfrica de Mandela también fue el lugar donde otro gran hombre empezó su lucha social y moral por la igualdad y el mejoramiento humano: Si Mandela cerró el siglo 20 con el triunfo de su lucha, Mohandas Karamchand Gandhi –Mahatma, el Alma Grande– lo inició cuando luchó en ese país por los derechos de sus compatriotas de origen indio, empleando desde ya el “arma” que le daría, años después y también impulsada por él, la independencia a la India: la resistencia no violenta.

Estos dos hombres: Gandhi y Mandela, en distintas épocas pero con la misma voluntad y convencidos que el hombre puede lograr sus metas sin violencia contra su prójimo pero con la firmeza de sus convicciones –la verdadera democracia–, hicieron de Sudáfrica un hito.

Desde este lunes, ya sin el ruido de las noticias de la Copa, todos volvemos a nuestras labores rodeados de las noticias diarias que un poco habían quedado opacadas por la algarabía del fútbol: las buenas y las malas.

Por eso no quiero que esta Copa pase sin recordar que no hubiera existido sin el ejemplo y las acciones de estos dos hombres muy grandes: Gandhi y Mandela.

A ellos, todo mi homenaje.

De football, fútbol y economía

De football y fútbol. La entrega anterior empecé a escribir una serie de comentarios sobre lo que más nos llena los medios –sin contar los avatares internos bolivianos–: la Copa Mundial de Fútbol.

La 19ª. Copa hizo historia por 2 records en sus Octavos de Final. Ha sido la más universal, pues Europa –por vez primera desde que estableció esta modalidad en México ´86– sólo tiene 38% de los equipos participantes, después que en las 6 Copas anteriores siempre tuvo 63% –excepto en la de 2002, que descendió levemente a 50%–; y ha sido la más “latinoamericanizada” por haber colocado en esta etapa, por primera vez, 6 equipos –con la novedad de tener la misma cantidad que Europa.

De football. Europa ha sido –sin contar África– la Federación que más equipos han tenido que abandonar la Copa en las Eliminatorias, con 7 delegaciones: Dinamarca, Eslovenia, Grecia, Serbia, Suiza,  Italia y Francia –con escándalo nacional.
Al momento de escribir estas líneas, Inglaterra y Eslovenia ya salieron de contienda.

De fútbol. De América Latina, sólo Honduras perdió su clasificación a la segunda etapa, sin haber ganado ningún partido. Por el contrario, los otros 6 países –Uruguay, Argentina, Brasil, Paraguay, México y Chile– pasaron a los Cuartos de Final con el entusiasmo de clasificarse a esta ronda.

Lamentablemente, 4 países nuestros, por avatares de la distribución, han tenido que eliminarse entre sí: México por Argentina y Chile por Brasil.

De economía. Todo esta fuerza de equipos de América Latina ¿ha sido resultado de que la experiencia internacional de nuestros jugadores –Messi, Kaká, entre muchos– en equipos de primer nivel, casualmente europeos? Por el contrario, ¿los europeos decrecen porque sus mayores equipos son formados en su mayoría por jugadores extranjeros –principalmente latinoamericanos (brasileros y argentinos, sobre todo) pero también muchos africanos?
Estas dos respuestas no me explican –al menos totalmente– este nuevo escenario. Y necesito una más “global”: la economía y la crisis.

Desde 2008, el término “crisis global” ha entrado en nuestras diarias conversaciones. Cuando se inició con el descalabro de las hipotecas en EE.UU., los pronósticos fueron desde optimistas –una coyuntura delimitada y una rápida recuperación– hasta catastróficos –el fin de la economía mundial como la conocemos. Como siempre, ninguno de los extremos fue real.

El PIB mundial disminuyó en 2009, según el Banco Mundial, en 2,2% pero para este año pronostica aumento de 2,9% y 3,2% en 2011. Sin embargo, el mayor crecimiento corresponde para los países en desarrollo, con especial lugar para América Latina: 2009: 1,2%, 5.2% este año y  5,8% en 2011. La diferencia con los países desarrollados es significativa: 2009, -3,3%; 2010, 1,8%, y 2011, 2,3%.

Esta crisis económica repercutió sensiblemente en una crisis emocional y de autoestima en la población de los países más afectados. Entonces, no sería arriesgada la hipótesis de que los futbolistas de nuestra América Latina –por primera vez mejor preparada para afrontar una crisis que las grandes economías– estaban emocionalmente en buenas condiciones de afrontar sus retos.

Es mi criterio. ¿Y el suyo?

p.d.: Adelanto mi campeón (desde el corazón): Brasil. 

Del cautiverio al paraíso

Ésta es una historia con varios actores.

El primero, organizaciones bolivianas en defensa de los animales. Integradas por activistas voluntarios –la mayoría jóvenes–, muchas de estas organizaciones están comprometidas, sin ningún fin de lucro, en la protección y rescate de animales en cautiverio.

El segundo, la anterior Legislatura y el Gobierno Nacional, que en 2009 elaboraron y promulgaron la Ley 4040, pionera mundial, que prohíbe el empleo de animales de cualquier tipo para espectáculos de entretenimiento en Bolivia. Esta Ley surgió gracias al esfuerzo mancomunado de parlamentarios y varias organizaciones defensoras de los animales y hoy sirve para que otros países –como Perú– discutan leyes similares.

El tercero, el circo Abuhadba que, promulgada la Ley 4040, donó a ANIMALES SOS BOLIVIA 5 leones y un papión. En ese momento, esta organización –dirigida por Susana del Carpio, una decidida militante de esta causa– los traspasó a ANIMAL DEFENDERS INTERNATIONAL (ADI) –una Fundación británica dedicada a la protección y rescate de animales en cautiverio o experimentación médica y con una extensa trayectoria y experiencia internacional– para su posterior traslado a santuarios de la vida animal.

El cuarto, las autoridades de Cochabamba, que a fines de 2009 accedieron al pedido de ADI de alojar en predios municipales y permitir la construcción de edificaciones temporales destinadas a estos animales rescatados, en su tránsito hacia sus destinos definitivos.
El quinto, los medios de comunicación y la población cochabambina y las autoridades nacionales. Los medios de comunicación, porque colaboraron decididamente a difundir la verdad sobre el cuidado y recuperación que recibían estos animales en su refugio temporal, clarificando tergiversaciones. La población cochabambina –principalmente vecina al refugio transitorio, incluidos colegios–, porque después de habérseles explicado individualmente qué se estaba haciendo y cuál era el propósito, se convirtieron en decididos defensores de la protección animal. Las autoridades nacionales –sobre todo las de Medio Ambiente y las de Salud Animal– porque colaboraron en el proceso legal para el traslado al exterior.

Y la sexta, ADI y su presidente, Jan Creamer, una dama británica menuda pero con el entusiasmo de una multitud para defender los animales. Jan, con sus muchos colaboradores internacionales y locales y con especialistas en veterinaria, como el norteamericano Dr. Mel Richardson –autoridad mundial en grandes animales salvajes, que estuvo varias veces en Bolivia supervisando el estado y recuperación de estos animales–, asumió sobre sí y su organización el llevar estos animales a santuarios de la vida salvaje, los leones a PAWS, en EE.UU., y el papión a Monkey Sanctuary, en Inglaterra.

El jueves pasado, los leones fueron trasladados a California y el viernes ya estaban libres en PAWS y pueden ser vistos en http://adirescuediary.com/ mientras que el papión está aislado para continuar su rehabilitación emocional y viajar en próximos días.

Es un honor para Bolivia ser pionera en legislación de este nivel y también serlo a nivel regional en estos rescates. Todos tenemos un motivo más de orgullo.