martes, 7 de junio de 2016

Junio electoral


Con una quincena previa a la votación alucinante donde se rompieron pronósticos y se sumaron adhesiones, este domingo Perú votó en segunda vuelta por su Primera Magistratura entre un tecnócrata exitoso (Pedro Pablo Kuczynski Godard, PPK, de Peruanos Por el Kambio) y la heredera del clan que más reacciones encontradas despierta en el país (Keiko Fujimori Higuchi de Fuerza Popular).

Este sprint posicionó los conceptos de ambas campañas: democracia y diálogo (PPK) y seguridad (Keiko), basados en sus fortalezas: la de ella el final del terrorismo, la de él su exitosa gestión gubernamental, a la vez que se reforzaron respectivamente sus negativos: corrupción, violación de DDHH y autoritarismo durante el gobierno de Alberto Fujimori (ella fue primera dama) y desigualdad y poca firmeza contra la inseguridad para PPK. Esas grandes diferencias no ocultaron que la visión económica de ambos es potenciar el mercado, aunque desde posiciones populistas (Keiko) o tecnocráticas liberales (PPK); en lo exterior, ambos promovían acelerar la integración dentro de la Alianza del Pacífico y la APEC así como la incorporación plena a la OCDE (PPK se refirió a estrechar lazos mutuamente beneficiosos con los vecinos, explícitamente Ecuador y Chile).

Los resultados finales posiblemente no estarán concluidos cuando se publique esta columna porque el estrecho margen de diferencia a favor de PPK (alrededor de 1%) que brindaron los conteos en boca de urna se ha mantenido en el recuento oficial de votos desde el inicio, lo que llevará la necesidad de considerar el impacto del voto en el exterior (más demorado) y provocará, con posibilidad, reclamos de revisión de escrutinios y actas, inclusive de reconteos. A pesar de más de 5 puntos previos debajo, el caudal de PPK creció en esa quincena, gracias al segundo debate (29 de mayo) y las adhesiones recibidas para detener el fujimorismo bajo la consigna de “defender la democracia”, donde la de Verónika Mendoza Frisch y el Frente Amplio (tercero en la primera vuelta con 18,74% y posicionado en el sur) fue muy importante.

La conclusión es obvia: Un gobierno de Fuerza Popular tendría, además, el dominio del legislativo (73 congresistas de 130) mientras PPK (18 congresistas) necesitará imprescindiblemente del diálogo. Ésa es la apuesta. Además, estos resultados requerirán un análisis desde el origen de votos: por qué los electores más desposeídos votaron por el fujimorismo.

Y aunque más distantes, las de España este 26 de Junio sí serán sistémicas a profundidad. El 20 de diciembre pasado, los españoles dieron una gran lección a sus partidos al sentenciar el fin del bipartidismo Populares – Socialistas existente desde los Pactos de la Moncloa (y la desaparición de la efímera Unión de Centro Democrático en 1982) porque los otrora hegemónicos (PP y PSOE) perdieron su predominio absoluto frente a otros que los cuestionaron desde posiciones distintas: CIUDADANOS buscando reformar  el establishment desde la centro-centroderecha y PODEMOS subvirtiéndola desde el populismo chavista.

Sin recorrer el período de interinato ni las indecisiones que llevaron a las nuevas elecciones, lo cierto es que los nuevos comicios probablemente den más inestabilidad y los partidos tradicionales retrocedan frente a los nuevos.

Confío que esto sirva para cuestionar lo existente y generar nuevas corrientes, “refrescando” el panorama español sin destruirlo.

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