Katrina fue el huracán que ha provocado más daños económicos
en la historia reciente de Estados Unidos (se
llegó a calcular en USD 150 millardos), así como uno de los cinco más
mortíferos: Al menos 1,833 personas fallecieron debido al propio huracán o las
consiguientes inundaciones, lo que lo hizo el más mortífero en Estados Unidos
desde 1928. El 23 de agosto de 2005, el huracán Katrina
cruzó por primera vez el sur del estado de Florida
como un huracán moderado de categoría 1
(la menor), causando algunas muertes e inundaciones antes de fortalecerse
rápidamente y alcanzar categoría 5 (la más mortífera) en el Golfo de
México para volver a tocar tierra por segunda vez el 29 de agosto
en el sudeste de Luisiana como un huracán de categoría 3, devastando las costas
del Golfo desde Florida a Texas, con su mayor destrucción en la ciudad de New Orleans por
la inundación que siguió a la ruptura de los diques de contención que la
protegían.
Por su parte, el Huracán Sandy fue un ciclón
tropical que azotó partes del Caribe
(Jamaica, Cuba, Las Bahamas, Puerto Rico,
República Dominicana y Las Bermudas) antes de ingresar el 29 de octubre de 2012
al noreste de los Estados Unidos y continuar por el este de
Canadá. A pesar de que nunca sus vientos alcanzaron más de 120
kilómetros por hora (lo que lo convirtió en categoría 2, muy lejos de los 240
km/h de Katrina cuando ingresó al Sur del país como categoría 4), sí fue el de
mayor amplitud histórica de sus vientos en el Atlántico (con diámetro de 1.800
km); fue denominado Frankenstorm o la tormenta perfecta, no sólo por la
extensión y la fuerza de sus vientos y por el volumen de agua que arrastró sino
porque confluyó con otro sistema de aire frío que venía del Occidente y que
depositó hasta 2 metros de nieve en algunas regiones. Afectó en diferente
medida todo el este de los EE.UU., siendo los Estados de New Jersey,
Pennsylvania y New York entre los más afectados; la ciudad de New York sufrió
fuertes embates. Aparte de los más de 7.000 vuelos cancelados, las pérdidas
materiales se calcularon alrededor de USD 50 millardos (con daños en USD 20
millardos) y las víctimas fatales en el país fueron 113 (185 incluyendo Las
Antillas y Canadá).
Pero ¿por qué afirmo que ambos fenómenos meteorológicos “también
salen a votar en estas elecciones”?
En 2005, la ayuda fue tardía, escasa, descontrolada y la
asunción de responsabilidades ambigua entre los niveles locales –condados–,
estatales y federal. Se ha determinado que muchos de los problemas causados por
Katrina fueron causados por la inadecuada planificación entre todos estos niveles
y la falta de liderazgo del gobierno federal (republicano entonces) para aunar
esfuerzos contra el huracán y sus secuelas, así como la tardía reacción federal
a la inundación de New Orleans y que el entonces presidente Bush siguió de
vacaciones hasta dos días después de que el huracán tocara tierra, a pesar de
que había sido advertido con antelación de la posibilidad de los desastres que
sucedieron. (La crisis política que se desencadenó acuñó una nueva palabra: Katrinagate, la fue candidata a
"palabra del año 2005".)
Por el
contrario, la actuación del Presidente Obama en 2012 fue destacada por la
prontitud de reacción y su apoyo, sobre todo en New Jersey, donde su rápida
presencia junto con el Gobernador republicano Chris Christie (antes
un importante opositor) le valió fuertes elogios de éste; también el Alcalde de
New York, Michael Bloomberg le dio su agradecimiento y apoyo electoral.
En el
complicado panorama electoral del 6 de Noviembre –con candidatos muy próximos
en preferencias, a pesar de la ventaja técnica del Presidente Obama sobre el
Gobernador Romney– y después del traspiés demócrata en el primer debate, que le
hizo perder su mejor ventaja anterior, la eficiencia de reacción demostrada
frente a los embates de Sandy y el consecuente apoyo de líderes locales muy
importantes, como Christie y Bloomberg, puede
ser el sprint final que necesita la relección demócrata.
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