La semana que pasó fue, con mucho, accidentada en noticias
pero dos de ellas se destacaron: el entierro de las cenizas de Fidel Castro Ruz
en Cuba y la tragedia del vuelo de LaMia en Medellín, y sobre ellas quisiera
reflexionar. Pero empezaré con otra, menos impactante pero que, a la postre, podrá
ser muy importante para el futuro inmediato de EEUU y, por rebote, para todos
nosotros (me disculparán los que se creen vacunados de su influencia).
TRUMP Y CARRIER. Donald J. Trump necesitaba dar un golpe de
efecto de sus promesas para quitar la mala impresión de las dificultades para
conformar su gabinete y lo logró con Carrier, el fabricante de equipos de
refrigeración. El hecho: En su campaña, Trump prometió mantener y recuperar los
puestos de trabajo manufactureros en Estados Unidos y la decisión de Carrier de
trasladar 2.300 empleos de Indiana (donde aún es gobernador Mike Pence, su
vicepresidente) a México estaba en el centro de su discurso. La solución de
Trump: Plan de beneficios para la empresa que incluyen rebajas fiscales anuales
de 700,000 dólares por 10 años (lo que equivale a subvencionar con 700 dólares
anuales cada puesto de trabajo conservado). El resultado: Carrier mantendrá
1.000 empleos en Indiana. Lo que no se destacó: Carrier es parte de United
Technologies Corporation, uno de los grandes contratistas militares del
gobierno; a pesar del acuerdo, 1.300 puestos de trabajo sí se irán a Santa
Catarina (Nuevo León, México); a pesar de lo negociado, Carrier cerrará una
planta de 700 empleos en Indiana y moverá a México 600 empleos de otra fábrica del
mismo estado (un dato adicional: según The
Wall Street Journal, al menos hasta 2015 Trump fue accionista de Carrier).
Casi simultáneo, McDonald’s anunció que reemplazará con pantallas
táctiles la atención personal en sus 14.000 tiendas en EEUU, porque un robot de
35.000 dólares es más barato que pagar 38.500 al trabajador (con seguro de
desempleo y alícuota de seguridad social) bajo las nuevas regulaciones de 15
dólares la hora como salario mínimo.
Una disyuntiva que será muy cuesta arriba para la
administración Trump.
LA TRAGEDIA DEL LAMIA. El accidente del vuelo 2933
de LaMia dejó abiertas muchas interrogantes y será aún objeto de
muchísimas controversias y sanciones pero mencionaré dos aspectos. El primero,
cómo pudo haber tamañas irresponsabilidades (corrupción, complicidad o
nepotismo) para llegar a esa acción criminal que llevó a la muerte a los
pasajeros de ese vuelo y a los tripulantes no técnicos que no conocían las
condiciones que les estaban imponiendo. El segundo, la cada vez más urgente
necesidad de responsabilidad y coherencia en declaraciones oficiales para no
caer inmediatamente en contradicciones entre sí y desmentidos que pueden ser
vergonzantes y generadores de descredibilidad
(un portugnol muy preciso); también vale
para quienes colaboran con el presidente del Estado en la organización de sus
declaraciones para evitar que sea susceptible de prestos desmentidos flagrantes.
FIDEL CASTRO RUZ. Mucho se habló en estos días si la
historia lo absolverá o no. Tras su retiro muy reciente (paulatino desde 2006 y
definitivo en 2011) y con el peso indiscutible de su presencia, a pesar de sus
declaraciones críticas al sistema que él creó, su influencia era manifiesta en
las decisiones del actual gobierno. Las próximas décadas permitirán juzgarlo con
menos emociones e influencias.
Información consultada
https://es.wikipedia.org/wiki/Vuelo_2933_de_LaMia
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