domingo, 7 de agosto de 2011

Bolivia y otros temas

186 años atrás, la Asamblea Deliberante –convocada por Antonio José de Sucre– proclamó en La Plata la Independencia del Alto Perú –hoy Bolivia–, tanto de España como del Río de La Plata y del Perú. Premonitoriamente, el Libertador Simón Bolívar (designado “Padre de la República y Jefe Supremo del Estado”) criticó privadamente al Mariscal Sucre por esta declaración pues, por ser país ubicado al centro del Continente, iba a ser presa de otros y sufrir muchas guerras.
Cuando el sábado pasado el país celebró su aniversario, el recuento dio avances y falencias. Del país que surgió en 1825, amplios territorios se perdieron –por ineptitud de gobernantes, malos tratados y guerras–; el mestizaje ha sido mucho pero la inclusión del indígena poca, siempre; el país no ha aprovechado sus recursos para crecer –un magro 6% fue el tope reciente; el concepto de Nación Boliviana, más allá de discursos y sacrificios, se ha construido débilmente, y hoy convive con una multinacionalidad conceptualmente precisa pero prácticamente abstracta. Siempre habrá justificaciones para estas falencias pero la responsabilidad es –como fue y será– de todos los que vivimos acá, propios y extraños.
Acabo de llegar de Asunción del Paraguay, tras 3 años de no ir. Con más paz social y mejor economía (14,5% de crecimiento en 2010 con PIB de USD 17.168 MM para 6.340.639 habitantes para per cápita de USD 2.708, mientras Bolivia alcanzó 3,4% con PIB de USD 19.182 MM para 10.426.154 habitantes para per cápita de USD 1.840), el país encontró –con dificultades, por supuesto– un equilibrio bastante armónico entre un sector privado pujante, principalmente agropecuario, y medidas sociales del Gobierno Lugo, después de las prevenciones que se discutían cuando las elecciones de 2008 (precisamente en mi anterior estadía). Una buena noticia para un país hermano y un buen final para la gestión Lugo.
Otro tema que me quedó pendiente fue la asunción del Presidente Humala. Afrontando la difícil tarea de revertir la imagen de populista chavista que él mismo se creó, frente a un país dividido por su política (según analistas, el voto contra Alberto Fujimori fue el que decidió su 51,4% de victoria), eligió dos figuras reconocidas por las finanzas para tranquilizar los mercados: Luis Miguel Castilla Rubio como Ministro de Economía y Finanzas –viceministro de Hacienda del Gobierno García– y mantuvo a Julio Velarde Flores como Presidente del Banco Central de Reserva del Perú. Los próximos 100 días clarificarán su posición.
Y una última del “folclor” latinoamericano: La ex Primera Dama guatemalteca, Sandra Torres Casanova, apeló a la Corte de Constitucionalidad de su país para ser candidata presidencial, lo que prohíbe la Constitución de su país a familiares y parientes del presidente en funciones; para esquivar la prohibición, se divorció del Presidente Álvaro Colom el 8 de abril de este año. En segundo lugar en preferencia, se ha declarado “madre soltera” y algunos de sus seguidores han declarado que desconocerán las elecciones si ella no participa, dándola por segura ganadora.

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