viernes, 3 de marzo de 2023

¿Estólidos, ignorantes o “enemigos propios”?

 

Las semanas de este año las he dedicado principalmente a dos temas: criticar yerros e inconsistencias de las oposiciones en Bolivia —parlamentarias y de la sociedad civil— y a la dictadura nicaragüense (lejos de Dios y tan cerquita del Demonio). Pero hace hora que nos acordemos del Gobierno Nacional, porque ha hecho méritos —¡de sobra!— para un inexcusable zarandeo.

Hay una leyenda holandesa —mito o simple cuento— de un niño que vio un hueco que amenazaba crecer y romper todo el dique que protegía su pueblo de las aguas (como su nombre lo indica: Países Bajos o Nederland en su lengua, gran parte del territorio ha sido ganado al mar y está por debajo de su nivel); el niño tapó el hueco con sus manos toda una noche y salvó su pueblo de ser inundado.

Historia cierta o no, ha quedado un parangón de heroísmo. Pero ¿lo sería si el mismo personaje fuera quien antes hubiera perforado ese hueco… y aun muchos más? Pues eso sucede al Gobierno Nacional.

Empecemos por el subsidio a los hidrocarburos, que crece sin parar comiéndose lo que queda de la renta gasífera y más allá cada vez. La mejor receta para dar solución sería quitar —o morigerar al menos, como hicieron los iraníes— el subsidio pero recordaremos lo que pasó en 2010, a pesar de la bonanza (dilapidada) de los ingresos extraordinarios por el gas. Para paliar ese gran “hueco del dique” de las finanzas nacionales, con “todo su cuerpo” YPFB “trata de taparlo” anunciando inversiones en exploración —menguadas e insuficientes de por sí— y el intento de rehabilitar pozos viejos; pero (¿estólidos, ignorantes o “enemigos propios”?) aparece MINTRAB anulando la jornada continua y con taladro industriales perforando el dique de contención del tsunami económico: de dos viajes diarios (ida al laburo y regreso al hogar) se pasó, con feliz desparpajo, a cuatro (ida al trabajo / vuelta al hogar para almorzar “en familia” / re-ida (sin risa) al trabajo / re-vuelta a casa) y, ¡plin!, duplicó el consumo de combustible en transporte.

Las cabezas del Banco Central urden urgidos para tapar filtraciones, se calientan tratando de empollar dolarucos (como los llama el amigo Chávez, no el occiso) y se esfuerzan en sacar una Ley del Oro —que hiede a vender reservas metálicas— que los oficialistas de MASLucho no tienen votos para aprobar; inventan comprar el oro a quienes lo extraen —animándoles con los menores impuestos posibles— pagándoles en bolivianitos —cuando allende se lo tasan en verdes dólares—; aprueban un cambio mayor de dólar-exportadores (que me recordó el carnaval de cambios paralelos de Argentina, tan similares al venezolano que llevó a la hiper-hiperinflación), “invento” que desata un secuente alud de oficiosos incrementos. De colofón tardío, anuncian la eliminación temporal del encaje bancario —las reservas obligadas de mantener en los bancos para paliar desbordes—, lo que desata el pánico de ahorrista, y de yapa obligada: amenazan con penas judiciales a quienes —supuestamente— creen pánico anunciando corralitos y otras barbaridades (también “corralito” recuerda Argentina).

Claro que, junto a lo triste, hay humor: En medio del escandalete (más que escandalate) de las cuentas bloqueadas por META, podemos sonreírnos cuando un exministro y un exJefazo —cada vez menos “el”, otrora artículo identificativo— se escandalizan hoy de los vientos (léase “guerreros digitales”) que sembraron durante su desgobierno y que como hongos germinaron y crecieron. Entonces vale, una vez más, la palabra de la Biblia (ese libro que quema a Daniel y la Rosario): «todos los que empuñen espada, a espada perecerán» (Mateo 26:52), que en refrán popular se traduce en «quién con hierro mata, con hierro muere».

Y queda lo estratégico (o no-estratégico sin dudas) de enfrentarse a todos los que no son suyos. (¿Recuerda una vieja sentencia que reza «quien no está conmigo, está sinmigo»?, aunque puede ser cuchilla de dos filos). Por tener cooptada la justicia, ¿puede alguien creer que va a serle siempre fiel?; que lo diga el exJefazo. O por tener la policía en las manos de un propio —no me atrevo decir “incondicional”— y firme represora, ¿no cree que se amotinarán como en 2019 si ven que les llega peligro, por aquello de «si te vi, no te recuerdo»…?

Pena le dará si en 2025, MASLucho se diera cuenta que «quien no siembra no recoge» y después encuentre que «la soledad es la única que viene cuando ya todos se han ido», con litio y sin litio. Porque sabios son los refranes aunque algunos «viendo no quieren ver» (Mateo 13:13).

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