martes, 22 de noviembre de 2016

Una nueva Era para Estados Unidos


Contra la inmensa mayoría de los pronósticos, Donald John Trump podrá ser investido el 22 de enero como el 45vo. presidente de los Estados Unidos de América. Elegido no por votos populares sino por el sistema de elección indirecta que ha existido en EEUU desde los Padres Fundadores —los compromisarios miembros del Colegio Electoral, electors, quienes son los que eligen al Presidente y Vicepresidente— y por el que también Albert Gore, Jr., perdió en 2000 frente a George Walker Bush a pesar de sus 543.895 votos populares más, Trump se alzó con la mayoría del Colegio Electoral porque Hillary Rodham Clinton, a pesar de tener 1.334.672 votos populares más —un 1,01%— hasta el viernes pasado, porque sigue el conteo en diversos distritos, no pudo alcanzar los 270 votos electorales que necesitaba de los 538 en disputa.

En estas dos semanas después de la votación he leído y oído múltiples análisis pero me gustaría precisar algunos puntos. En primer lugar, no necesariamente las últimas encuestas electorales se equivocaron: la de IBD/TIPP difundida la noche del 7, víspera de la elección, y que aún aparece en The Huffington Post Poller, le daba 1% de ventaja. En segundo, la elección demostró que no todos los ciudadanos de EEUU se han beneficiado con la recuperación; que las dos costas —en general— votan distinto del interior del país y su sur —frontera permeable—; que las ciudades no piensan igual que las zonas rurales —Trump no triunfó en ninguna ciudad de más de un millón de habitantes—; que los discursos misóginos y machistas no deciden todo el voto femenino —como tampoco, a la postre, afectó el affaire sexual con la Lewinsky al presidente Clinton— ni los xenófobos a muchos inmigrantes naturalizados. Tercero, en este período electoral —desde su inicio en 2015 hasta hoy— las redes sociales han tenido importantísima participación y los mass media —sobre todo la gran prensa— posicionaron a Trump en la mente de todos, al comienzo satirizándolo y luego oponiéndose frontalmente. Y cuarto: ganar una campaña con discursos incendiarios siempre es mucho más simple que gobernar.

Aunque desde que Trump anunció su precandidatura utilizó como lema «We are going to make our country great again» (Vamos a hacer a nuestro país grande de nuevo) que definitivamente se convirtió en «Make America Great Again»  (Haz América grande de nuevo) recordando el lema del presidente Ronald Reagan [1981-1989] «Let's Make America Great Again» (Vamos a hace América grande de nuevo) y lo ayudaba a posicionarse como heredero de la Era Reagan, la de mayor liderazgo internacional del país en décadas, en realidad Trump y sus posiciones heredan el aislacionismo del fracasado America First Committee de inicios de los 40 —aunque las posiciones del AFC no incluían las más agresivas de Trump.

Los muchos que ahora hablan de la dicotomía wasp —acrónimo de blanco, anglosajón y protestante— versus no-blancos basándose en los crecientes incidentes contra emigrantes y afroamericanos, en las declaraciones xenófobas de Trump y en quiénes selecciona, olvidan —como él quizás— que EEUU se forjó como una gran nación gracias sus muchos inmigrantes —como sus abuelos paternos Friedrich Drumpf y Elisabeth Christ y su madre Mary Anne MacLeod.

Cuando el primer lunes después del segundo miércoles de diciembre, los elegidos al Colegio Electoral emitan sus votos, entonces —sólo entonces— EEUU tendrá su nueva Era.



Información consultada

http://www.hispantv.com/noticias/opinion/314291/clinton-gana-voto-popular-victoria-trump-colegios-electorales
http://www.infobae.com/america/eeuu/2016/11/13/la-revancha-del-hombre-blanco-el-actor-clave-que-volco-la-eleccion-en-estados-unidos/
http://www.latercera.com/noticia/henry-kissinger-ex-secretario-estado-asesor-seguridad-nacional-fenomeno-trump-una-reaccion-la-clase-media-estados-unidos-al-ataque-valores/

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